(Pulso) El efecto de la reforma tributaria ya se empezó a percibir en las principales empresas del país. El primer trimestre las 40 compañías que componen el IPSA registraron un incremento de 6% en el pago efectivo de impuestos al totalizar $553 mil millones, es decir unos US$880 millones.
De acuerdo a lo que informaron las empresas a la Superintendencia de Valores y Seguros en sus estados de flujo efectivo, 26 de las 40 que componen el índice anotaron un incremento en el pago de tributos.
Lo anterior se dio en un escenario en el que dichas firmas anotaron un descenso de 5,58% en los ingresos ordinarios, mientras que la utilidad disminuyó un 13,5%. Consistente con esto, la caja de las empresas IPSA se contrajo en el periodo analizado un 7,11% interanual.
Es así como la principal razón de lo anterior fue el aumento de la tasa de impuestos, que a partir de este año es de 22,5% tras la reforma tributaria. De hecho, Cristóbal Casassus, analista senior de CorpResearch, dijo que “este grupo de empresas (su muestra bajo cobertura) en promedio no vio mayor cambio en su estructura de pago de impuestos en la comparación del primer trimestre de 2013 versus igual periodo de 2014, pero sí hubo un incremento marcado en el pago porcentualmente en la comparación entre 1Q2014/1Q2015. A medida que se emitan más resultados a través del año va a ser interesante observar si este patrón se mantiene”.
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La empresa que más impuestos canceló en los primeros tres meses fue Enersis, aunque sólo subió un 1,18% frente a igual periodo del año pasado, pese a que Endesa disminuyó 22%.
Entre los que más subieron el desembolso por este ítem se encuentran CMPC, Concha y Toro y Cencosud. En el caso de Falabella, la tercera firma con mayor gasto tributario, subió un 13,4% respecto de los primeros tres meses de 2014. Según explica la compañía en sus estados financieros, “la tasa efectiva de impuestos a la renta aumentó a 23,5%, comparado con 19,7% el mismo periodo del año pasado, por el aumento de la tasa de impuesto en Chile y Colombia”.
En todo caso, los analistas aún consideran que aún es pronto para determinar con certeza el efecto total en las empresas de esta reforma tributaria.
Los dos sistemas
La Ley N° 20.780 establece que los contribuyentes obligados a declarar sobre la base de sus rentas efectivas según contabilidad completa, podrán optar por aplicar las disposiciones referidas al Sistema de Tributación de Renta Atribuida con tasa definitiva de 25% a partir del año comercial 2017 o al Sistema de Tributación Parcialmente Integrado con tasa de 27% a partir del 2018.
¿Cuál de los dos sistemas debiera ser más elegidos por las empresas?
Bernardo Marchant, socio de consultoría tributaria de EY, comenta que los regímenes nuevos entran en vigencia a partir del año comercial 2017, año tributario 2018, por lo que la definición entre los dos sistemas tendrá impacto en los impuestos que se pagan ese último año. “En los casos que hemos simulado y considerando todas las variables propias de cada negocio, la conclusión recurrente para la sociedades anónimas operativas, es que deben acogerse al sistemas parcialmente integrado (Art 14 B)”.
La explicación es simple, argumenta Marchant: “En una S.A. que obtiene una utilidad tributable de $100 al año y sólo distribuye el 30% de sus utilidades, es decir $30, su accionistas pagarán impuestos finales sobre una base de imponible de $30 (régimen 14B). Si esta sociedad anónima opta por el régimen A (14ª), los accionistas deberán pagar impuestos sobre una base imponible de $100 y recibirán un dividendo de $30, que lo más seguro le alcance solo para pagar los impuestos finales”.