La Tercera Una soterrada guerra caldeó el invierno más frío de los últimos 98 años. En un escenario donde el consumo de todos los combustibles para calefacción está creciendo, las distribuidoras de gas natural y también las de gas licuado han arremetido contra la parafina. Especialmente, sus ojos están puestos en el espacio ganado por la estufa Toyotomi, que ha penetrado en el segmento ABC1.
La pugna se da en dos frentes. Este año, por primera vez, las empresas de gas se oponen a que los precios de las parafinas reciban subsidios del Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEP), tal como reciben los otros combustibles. Además, empresas como Metrogas iniciaron una campaña publicitaria contra la contaminación que eventualmente se produce dentro de los hogares, apuntando directamente a la parafina.
El gerente general de Lipigas, Angel Mafucci, señala que están más preocupados de las políticas ambientales que las fiscales. «La Toyotomi, por el costo que tiene, entra en un segmento muy alto y no es la masa relevante de nuestros clientes, que son C3-D. Nuestra preocupación no es la Toyotomi, es que se valide el consumo de parafina dentro de los hogares, en artefactos menos sofisticados. Eso va a generar problemas de salud en la familia». Afirma, en todo caso, que Lipigas no va a plantearse contra un mecanismo que estabilice precios.
Contra los subsidios
No obstante, las empresas gasíferas han hecho presentaciones ante el Senado y los ministerios de Energía y Medio Ambiente, para explicar por qué no se deben subsidiar los precios de la parafina. Jorge Montt, gerente general de Gasco GLP, sostiene que «la parafina no debe ser incluida en el nuevo sistema de estabilización de precios, ya que se estaría privilegiando un combustible por sobre otros, también de uso masivo, que no entrarán en este sistema».
El argumento de la autoridad hasta ahora es que este energético es usado por los sectores más pobres, pero Montt precisa que «el mayor consumo de parafina hoy se concentra en el segmento ABC1».
Como les interesa demostrar la contaminación intradomiciliaria a raíz del uso de parafina, el gremio GLP Chile encargó un estudio, cuyos resultados estarán a fines de año, que determinará cuáles son los energéticos intradomiciliarios amigables. Con los resultados en mano, definirán la campaña de promoción para el próximo año.
La penetración de la parafina en los segmentos socioeconómicos altos es un factor que explica la agresiva campaña de Metrogas. Según profesionales de esa compañía, «cuando estalló la crisis del gas argentino en el 2004 nos quitaron mercado otras formas de calefacción, el gas licuado, la parafina y las estufas eléctricas, y la campaña busca recuperar mercado».
Francisco Ajenjo, gerente de operaciones de Toyotomi, argumenta que la parafina es, después de la leña, el combustible más barato por unidad de energía generada, y «a pesar de las campañas publicitarias que han aparecido desprestigiando la parafina, las emisiones intradomiciliarias de las estufas Toyotomi son muy bajas para el caso de las estufas portátiles y nulas para el caso de las estufas de tiro reforzado y calderas», señala.
Números azules en 2010
Este ha sido un año récord en cuanto a venta de combustibles, en gran parte por el intenso frío del invierno. Gasco, por ejemplo, ha crecido en ventas 12% anual en los meses de junio y julio. En el negocio del gas envasado el alza es de cerca del 10% y en el negocio del gas a granel, de casi 17%. «En ambos canales hemos alcanzado las más altas cifras de ventas de la historia», sostiene el gerente general, Jorge Montt.
En el caso de Lipigas, las ventas este año han crecido 10% respecto de 2009.
Las Toyotomis también se han beneficiado del gélido clima. Las ventas este año han aumentado 40% respecto del 2009, y «al término de la temporada se alcanzará un parque de estufas Toyotomi del orden de las 200 mil unidades en Chile», dice Francisco Ajenjo, de Toyotomi.
Fuente / La Tercera