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Empresarios proponen simplificar compromiso para reducir emisiones

Ago 19, 2015

Piden fijar solo 2030 como meta para dar mayor flexibilidad a cumplimiento. 

(El Mercurio) Una serie de propuestas para modificar el anteproyecto de contribución nacional a la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero (CO {-2} ), presentó el 19 de junio al ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, el Centro de Líderes Empresariales contra el Cambio Climático (CLG). La entidad, que reúne a 13 empresas de distintos sectores y es liderada por Dieter Linneberg, expuso tres recomendaciones principales. Esto, con miras a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, conocida como COP21, que se realizará en diciembre en Francia. En este evento el país deberá informar su compromiso para reducir las emisiones de CO {-2} .

La primera propuesta de CLG sugiere que el país defina la meta de reducción de emisiones solo a 2030, ya que estima que requerir exigencias también para 2025 -como indica el anteproyecto- resta flexibilidad y puede aumentar los costos de cumplimiento.

Hasta ahora el Gobierno considera dos alternativas. La A, más exigente, pretende reducir la intensidad de las emisiones brutas por unidad de PIB -respecto de 2007- entre 30% y 35% a 2025, y entre 40% y 45% a 2030. La opción B plantea una rebaja de entre 25% y 30% a 2025, y 35% y 40% a 2030. Esta última altenativa representa el escenario base, e implicaría un costo de al menos US$ 409 millones para la economía. Aunque, produciría beneficios de largo plazo.

En segundo lugar la entidad recomendó revisar el nivel de ambición de las metas propuestas para simplificar el proceso. Hasta ahora, cada una de las dos opciones del anteproyecto (A y B), considera dos niveles de objetivos. Pero CLG propone solo dos escenarios para reflejar mejor la incertidumbre asociada a algunas medidas de reducción de emisiones. El «base», que reflejaría niveles de emisión realistas en línea con la tendencia histórica, y el «alto», que es más ambicioso y debe estar sujeto a financiamiento internacional.

CLG indicó que existe una tercera opción: la oportunidad de usar fondos internacionales como incentivos a la implementación y penetración de tecnologías limpias. Manifestó que esto constituye una oportunidad para mostrar ambición en la contribución de Chile y, a la vez, «comenzar a aclarar el tipo de alianzas e instrumentos financieros que se debiesen explorar desde ya para ‘subsidiar’ tecnologías o cambios de combustibles que no son competitivos por sí solos».

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