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Emprendedores destacan avances del Año de la Innovación, pero coinciden en que aún quedan desafíos

(El Mercurio) Hasta hace poco tiempo la creación de empresas con rápido potencial de crecimiento, y principalmente las tecnológicas, era una práctica común entre jóvenes profesionales de un puñado de ciudades lideradas por la zona de Silicon Valley, en el sur del área de la bahía de San Francisco, Estados Unidos.

Sin embargo, en los últimos años muchos garajes y locales de otras ciudades del mundo han sido las cunas de compañías que plantean soluciones novedosas a problemas de diversa índole.

Entre ellas, Santiago de Chile, donde conceptos como startup , emprendimiento, demo day , ecosistema, pitch , aceleradora y hub han ido irrumpiendo en el ámbito universitario y de los negocios, y la innovación es un tema recurrente en las mesas de trabajo de los sectores público y privado.

Tanto es así que el Gobierno declaró 2013 como Año de la Innovación con el fin de acercarla a los chilenos, mejorar la competitividad y alcanzar el desarrollo.

Más allá de seminarios
Hernán Cheyre, vicepresidente ejecutivo de Corfo, señala que uno de los principales objetivos de la iniciativa ha sido el de acercar la innovación a las personas, haciéndole ver a la gente que este concepto no está necesariamente ligado a materias científicas o tecnológicas, sino que a nuevas ideas para resolver problemas cotidianos.

«Para esto era fundamental sacar la innovación de los círculos tradicionales, y creemos que ello se consiguió, y de buena manera. Había que fomentar la discusión en nuevos espacios, más allá de los seminarios y las universidades», dice.

Y añade que, considerando los sectores público y privado, se realizaron más de 350 actividades en el país en el marco del Año de la Innovación. Entre ellas figura el Festival Internacional de Innovación Social fiiS2013, que duró cuatro días y fue organizado por entidades como Ashoka -que ya cuenta con sede en Chile-, Socialab, Sistema B y Santiago Maker Space, entre otras.

Entre los hitos logrados este año, Cheyre destaca la nueva Ley de I+D y la Ley de Empresas en un día, que debutó este año y bajo la cual se han creado 20 mil empresas, el doble de firmas que en 2009.

«Además, las 60 mil personas que asistieron de Arica a Punta Arenas a la Gira Imagina Chile y las más de 300 mil que participaron en el Concurso de Ideas nos dejan con la impresión de que la innovación estuvo más cerca de las personas», comenta Cheyre.

Por otro lado, el programa Start-Up Chile recibió 10 mil postulaciones desde 112 países en tres años, beneficiando finalmente a más de 800 iniciativas de 64 países, con más de 1.300 emprendedores detrás de los proyectos.
«Otro de los hitos alcanzados es el programa de Atracción de Centros de Excelencia Internacional, que busca potenciar a Chile como polo de investigación y desarrollo en Latinoamérica. En este Año de la Innovación, completamos la adjudicación de 12 centros en el país. La instalación de estas nuevas entidades representa una inversión de US$ 124,7 millones en ocho años, siendo el 40% aporte público», explica.

Eso sí, en cuanto a la discusión acerca de la innovación en las campañas políticas, el vicepresidente reconoce que les hubiese gustado que las permease en mayor medida. También este año el Premio Avonni -organizado por ForoInnovación, TVN y «El Mercurio»- fue elevado por primera vez a la categoría de Premio Nacional a la Innovación.

Desde su lanzamiento en 2007, este galardón ya cuenta con 85 ganadores de todo el país en las diferentes categorías que premia, el 52% de ellos con patentes que protegen sus innovaciones.

Arturo Herrera, gerente general de la consultora Innspiral, cree que Chile ha avanzado en entender la importancia de la innovación como una herramienta que les permite a los países crecer, alcanzar el desarrollo y el bienestar de las personas. «Ahora debemos avanzar en generar resultados concretos. Que nuestras innovaciones salgan y conquisten el mundo. Que paulatinamente nuestras exportaciones dependan cada vez menos de los commodities y cada vez más de productos, servicios y modelos de negocio de alto valor», opina.

Para Herrera, otro desafío es que las empresas se conecten más con las startups , dado que son dos mundos complementarios.

Un estudio -elaborado en conjunto con el Club de Innovación, que pasó de cuatro socios a 50 en ocho años- a 50 grandes empresas nacionales arrojó, entre otros resultados, que el 66% reconoce la innovación como parte importante de su estrategia de negocios y un 58% instaló la innovación en los últimos cuatro años.

Aunque considera que el Año de la Innovación es un buen legado que deja el actual Gobierno, Cristián López, director ejecutivo de Asech, ve con preocupación la «aversión» al cambio por parte del Estado y los empresarios.

Y considera que aún quedan muchos desafíos pendientes como el de respetar a nuestros emprendedores e innovadores para entregar la oportunidad de mejorar la vida de los chilenos», dice.

María de los Ángeles Romo, directora ejecutiva de Endeavor Chile, considera que el país ha avanzado bastante.

«Tenemos talento profesional, conocimiento, emprendedores, ecosistema, recursos. Sin embargo, nos falta una cultura que fomente el emprendimiento y la innovación, reconocer más el éxito y asumir el fracaso como un escalón hacia él», opina.

350 actividades se realizaron en el país por parte de organismos públicos y entidades privadas, en el marco del Año de la Innovación, iniciativa lanzada por el Gobierno.

10 mil postulaciones de 112 países recibió el programa Start-Up Chile de Corfo, beneficiando a más de 800 iniciativas de 64 países.

US$ 124,7 millones es la inversión en ocho años a la que asciende la instalación de doce centros de Excelencia Internacional que busca potenciar a Chile como polo de I+D en Latinoamérica.

60 mil personas asistieron a la gira Imagina Chile, y más de 300 mil participaron del Concurso de Ideas.

Doce centros mundiales de I+D se instalan en Chile con inversión de casi US$400 millones

(El Mercurio) Cuatro nuevos centros de innovación de excelencia se instalarán en Chile a partir de 2014, con una inversión total en proyectos de investigación por US$ 124,7 millones, los que se ejecutarán en los próximos ocho años.

La llegada de estos conglomerados se da en el marco del Programa de Atracción de Centros de Excelencia Internacionales de Investigación y Desarrollo (I+D) para la Competitividad 2.0, que comenzó en 2009 por iniciativa de Corfo y que hoy totaliza doce instituciones, con una inversión de US$ 394,3 millones en el país.

La meta de estos establecimientos es impulsar la investigación y el desarrollo, elevar la transferencia tecnológica y su comercialización, para generar alto impacto a nivel local y mundial.

Establecimientos I+D

Uno de los centros que llegan al país es el de la Universidad de California en Davis, de Estados Unidos, un paradigma en temas de investigación agrícola y considerada un importante motor de la economía de esa región.

Con un presupuesto anual de US$ 750 millones en I+D, su propósito es forjar una asociación estratégica para transformar la investigación del sector público en una oportunidad de negocio global. Para esto, invertirán US$ 33 millones; de ellos, el 33% será aporte de Corfo en conjunto con el Ministerio de Agricultura.

«Los esfuerzos por financiar este proyecto traerán consigo enormes frutos para ampliar la competencia comercial en un área tan importante como la de los alimentos», dijo el ministro de esa cartera, Luis Mayol.

Otra de las instituciones que llegará al país será el centro tecnológico Leitat, de España, que vendrá en colaboración con la Universidad de Santiago y otras universidades españolas.

Esta entidad tiene como fin ser un socio tecnológico de referencia para las empresas chilenas, generando una cultura que permita un crecimiento sostenible, a través de la eficiencia de los recursos. Para ello, Leitat invertirá US$ 31 millones, con 36% de financiamiento de Corfo.

El tercer centro es un referente mundial en temas de sustentabilidad de la industria en la cadena productiva de la minería: el Instituto de Sustentabilidad Minera (SMI, por su sigla en ingles) de la Universidad de Queensland, Australia. Su propuesta consiste en incrementar la producción en faenas de cobre y reducir el uso de agua y de energía en los procesos. Esta organización llega al país en alianza con la Universidad de Concepción, e invertirá US$ 29,5 millones. De estos fondos, el 37% será aportado por Corfo.

Por último, el centro alemán Fraunhofer invertirá de nuevo en Chile. Si antes fue con foco en desarrollar temas vinculados a la biotecnología, ahora se instala para investigar sobre energía.

El Instituto para Energía Solar -que en su propuesta considera como coejecutora a la Universidad Católica y como asociados a Solar Springs y Soitec- realizará una inversión de US$ 30,9 millones, de los que el 40% será aportado por Corfo y el Ministerio de Energía.

El objetivo será probar la tecnología solar en el norte de Chile por medio de la construcción de diversas plantas piloto. El ministro del ramo, Jorge Bunster, dijo que están convencidos de que esta alianza será clave para liderar la investigación científica en energía solar y generar los puentes entre la ciencia y la empresa. «Creemos que este centro puede convertirse en un referente en Latinoamérica y transformar a Chile en un polo de innovación en esta materia», sostuvo.

Todos los nuevos establecimientos se adjudicaron la llegada al país tras postular a la segunda convocatoria, completando de esta forma una cadena que se viene dando desde 2009, año en el que comenzó el concurso

Una idea que nació en 2009

La iniciativa estatal para atraer centros de excelencia mundial comenzó en 2009 con un primer concurso dirigido a entidades institucionales sin fines de lucro. La idea del programa era transformar a Chile en un polo de innovación de América Latina.

El primer concurso concluyó en 2011 con la selección de establecimientos como el Fraunhofer, de Alemania; Csiro, de Australia; Inria, de Francia, y Wageningen, de Holanda, los que ya están operando. Esto supuso una inversión conjunta de US$ 192 millones.

Tras el éxito de la convocatoria, se hizo un segundo llamado en octubre de 2012, aunque dirigido también a entidades del ámbito corporativo. A las primeras se les daría un subsidio de hasta US$ 12,8 millones durante un plazo de ocho años, mientras que para las otras el monto llegaría a US$ 8 millones en cuatro años.

En la última convocatoria fueron 11 las postulaciones recibidas por parte de centros dispuestos a invertir para investigar e innovar desde Chile para Latinoamérica y el mundo. Los ganadores corporativos finales fueron Pfizer, Emerson, Laborelec-GDF Suez y Telefónica, que en conjunto invertirán US$ 77,6 millones en cuatro años y comenzarán a instalarse a partir de 2014.