«Se prevé que al año 2026 se comiencen a experimentar las primeras operaciones con niveles de inercia bajo el mínimo convencional, que requerirá de servicios de control rápido de frecuencia y podría habilitar opciones para que la electrónica de potencia tome un rol fundamental. Pero ese camino debe comenzar a recorrerse hoy».
Así lo señala el informe preliminar de la Planificación Energética de Largo Plazo (PELP) que lidera el Ministerio de Energía, donde se considera a la electrónica de potencia como un tecnología habilitadora para un «sistema eléctrico altamente renovable y seguro».
Según el documento, el uso de estas tecnologías se justifica en vista al escenario de retiro de centrales a carbón y la inserción de mayor energía renovable variable (solar fotovoltaica y eólica), puesto que la soluciones basadas en electrónica de potencia permiten sacar provecho a la infraestructura de transmisión existente, además de poder operar un sistema «con menos inercia y menos nivel de cortocircuito, así como adaptar el mercado eléctrico de corto plazo para la red del futuro».
Potencial
El análisis destaca el aumento en la incorporación de estas soluciones tecnológicas en centrales solares fotovoltaicsas y eólicas que se conectan a la red mediante inversores basados en semiconductores o transistores que permiten, mediante control digital, conectar la energía del sol y del viento, a la red eléctrica, en que también se incluye a las BESS.
«Actualmente, el sistema eléctrico está dominado por generación sincrónica, es decir, las centrales rotatorias convencionales aún dominan la operación diaria en cuanto a las condiciones de seguridad, no obstante, con un retiro de carbón acelerado y una inserción masiva de energías renovables, se proyecta que, a mediados de la presente década, ya se está operando un sistema eléctrico dominado por inversores», indica el documento.
La PELP identifica una oportunidad en este ámbito, para dar espacio a innovaciones que podrían «posicionar a Chile como líder de tecnologías basadas en control digital para permitir una mayor inserción renovable que, a su vez, pueda contribuir a la seguridad de la red».
«Dado que se está impulsando un gran cambio en el sector energético, y Chile quiere liderar y acelerar la transición energética, las soluciones de innovación debiesen ser el pilar fundamental de la modernización de la red eléctrica», señala el informe.