(La Tercera) Empresas en tensión”. Así llamó Icare a su charla del 21 de noviembre de 2014, en la que Andrés Navarro habló del “reto de gestionar el cambio en las organizaciones en un desafiante entorno político y social”. La temática del conversatorio, que se hizo cargo de la coyuntura que atraviesa el país, no pasó inadvertida para Bernardo Larraín Matte, quien tras escuchar la discusión del panel, invitó al dueño de Sonda y AFP Modelo a embarcarse en la carrera por presidir la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), con la idea de cambiar el rumbo que hasta ahora ha tenido el gremio industrial más poderoso del país.
Fue ese día cuando Navarro escuchó por primera vez su nombre como alternativa para suceder a Hermann von Mühlenbrock al mando de la Sofofa. Y no retrocedió. Analizó la propuesta y días más tarde se subió al carro que Larraín y otros tres consejeros de la entidad impulsan. Tres meses más tarde, el empresario afina las líneas gruesas de su programa y agenda reuniones con otros consejeros del gremio para reclutar más voluntades a su campaña.
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En total, son 108 los consejeros que el 29 de abril deben elegir la nueva directiva. De ellos, Navarro ya contaría con unos 34, cifra que en su entorno suena como el piso mínimo para asegurar una candidatura que llegue a fines de abril. De hecho, las reuniones que por estos días ha agendado con distintos sectores del gremio, apuntan no sólo a afinar su propuesta programática. También, dicen quienes conocen ese proceso, busca acopiar más votos que le permitan construir una base aún más sólida.
Con todo, el visto bueno final sobre el futuro de esa candidatura se conocerá el 17 de marzo, en medio del consejo general de la Sofofa. Mientras, escucha propuestas y transmite a otros empresarios el mensaje central de su candidatura: renovar el rol que hasta ahora ha jugado el gremio en el debate sectorial, pero también en su vinculación con la sociedad.
Empresas en tensión
Entre quienes conocen la interna de la candidatura de Navarro, la palabra “fácticos” con la que el empresario se refirió en una entrevista con Revista Capital al sentimiento que muchos jóvenes tiene por parte de la vieja guardia que comanda el gremio, refleja el carácter que le quiere estampar a su candidatura.
Esto, luego que el análisis del círculo cercano que lo acompaña diera cuenta del “absoluto desprestigio que vive la actividad gremial”, producto de los complejos casos en los que se han visto involucrados recientemente varios empresarios, y del poco peso que tuvo la Sofofa en la discusión de las reformas que lleva adelante el gobierno.
Para revertir ese deterioro, dice un cercano a la candidatura de Navarro, “el núcleo empresarial necesita conectarse con otros actores sociales de forma distinta a cómo lo ha venido haciendo”. Ese acercamiento, precisa, pasa por un nuevo trato y diálogo con organizaciones de consumidores y comunidades, que cada día influyen más fuerte en el desarrollo de la actividad empresarial.
“Ese gran matiz” entre lo que arrojen finalmente los programas, dicen en el entorno a Navarro, será el factor que incline la balanza hacia Navarro o Von Mühlenbrock, y develará el verdadero interés del núcleo industrial chileno de dar un giro en su relación con el resto del país para dejar de ser empresas en tensión.