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El “efecto Trump” en la industria energética

Nov 15, 2016

El nuevo Presidente de EE.UU. manifestó durante su campaña que buscará potenciar los clientes fósiles ya que no cree en el calentamiento global y buscará la independencia energética.

Donald Trump será el nuevo Presidente de Estados Unidos y sus decisiones afectarán la planificación energética tanto de su país como la del mundo entero. Por este motivo, la prensa internacional está dividida y mientras algunos son optimistas, otros observan con recelo. ¿Qué medidas será capaz de adoptar? ¿Qué pasará con las ERNC? ¿Cómo afecta a Chile? Todo en la siguiente nota.

Nadando contra la corriente

Según afirmó Donald Trump durante su campaña, la intención es “dar rienda suelta a los $USD 50 billones (americanos) de petróleo, gas natural y reservas de carbón limpio que hay en América sin explotar”.

De esta manera, el nuevo Presidente pretende acercarse a la ansiada independencia energética y apuntó en su propuesta a “no necesitar importar energía de la OPEP o cualquier nación hostil a los intereses de EE.UU.”.

Por otro lado, el mandatario se ha burlado en reiteradas ocasiones del cambio climático, despreciando a la comunidad internacional e insultando a quienes han facilitado una era de entendimiento y colaboración o suscrito al Acuerdo de París (Obama incluido).

«El concepto de calentamiento global fue creado por China para hacer que la industria americana no sea competitiva» dijo Trump a través de su cuenta oficial de Twitter, apuntando a que el concepto solo busca perjudicar los intereses económicos de su país.

Twitter de Trump

Durante un discurso en Míchigan, el millonario afirmó que al recortar los gastos invertidos contra el cambio climático les ahorraría a los contribuyentes estadounidenses 100.000 millones de dólares en más de ocho años. Mientras, el Partido Republicano lo apoya argumentando que este fenómeno no está comprobado científicamente.

Las ONG’s están preocupadas y ya comienzan a vislumbrar el futuro entorno del Presidente. “Probablemente formará su gabinete con líderes de la industria energética de los sectores privados para ayudar a empujar la política a favor del petróleo y el gas”, comenta Naomi Ages, abogada de Greenpeace, en un comunicado enviado a UPI.

Thomas Landstreet, CEO de N3L Capitals, escribió en la revista Forbes acerca de los proyectos energéticos que cambiarán el panorama energético: “se le concederá a Trans Canadá su solicitud de permiso para construir el oleoducto Keystone, se abrirá el sureste de la Plataforma Continental Exterior (OCS) para la exploración y se eliminará la moratoria sobre la extracción de petróleo en Alaska y en otras tierras federales (Alaska fue el estado productor de petróleo número uno, y debido a las políticas de Obama, ahora es el número nueve).

De esta manera, el consultor añade que “Hay más de 100 billones de barriles de petróleo en tierra y aguas poco profundas, que requieren equipos de perforación convencionales, por lo tanto, el costo de la recuperación es muy baja”.

“Estoy seguro de que si abrimos los grifos del petróleo de Estados Unidos, el precio podría caer en un promedio de $USD 20 por barril y quedar ahí” afirmó Landstreet.

¿Es posible el giro a energías fósiles?

Según Liam Denning, columnista de Bloomberg, “el mayor problema del carbón en EE.UU. es el bajo precio del gas natural. Invertir en la renovación de plantas de carbón o incluso comenzar la construcción de unas nuevas, es muy riesgoso dado el potencial cambio de las políticas públicas durante los próximos cuatro u ocho años”.

Además, respecto a las ERNC, “el triunfo de Trump seguramente frenará el desarrollo de energías renovables, sin embargo los gastos decrecientes de los paneles solares y las tecnologías de viento las mantendrán como una carta ganadora. Ellos seguirán tomando la cuota de mercado en otra parte (China e India)”, añade el especialista en energías.

El presidente ejecutivo de la División de Energía de CMI de Guatemala, Juan Carlos Méndez, en una columna escrita para el Periódico de Guatemala, concuerda con Denning: “apostar por la industria del carbón, a pesar de sus impactos ambientales evidentes, requerirá subsidios multimillonarios y finalmente, en cinco años los costos de producción de las tecnologías renovables estarán en paridad con los de gas natural, lo que hará insostenible subsidiar tecnologías contaminantes, obsoletas y sobre todo, en contra de la voluntad del resto del planeta”.

Delegados de West Virginia a favor de plantas de carbón. Foto de Reuters/Aaron P. Bernstein

Los protocolos se interponen en los planes de Trump

Por otra parte, tenemos los aspectos legales y protocolares, donde según John Kemp, analista de mercados de Reuters, “la administración de Trump debe obtener el consentimiento del Congreso si quiere legislar en temas de energía y los demócratas todavía tendrán una mayoría en el Senado que les permitirá bloquear ciertas discusiones”.

“El Presidente tiene la capacidad de hacer cambios a la ley, sin embargo no de manera rápida y total, ya que el Presidente puede emitir órdenes ejecutivas y rescindir las órdenes emitidas por sus predecesores, pero en la mayoría de las áreas sigue estando limitado por los requisitos del debido proceso”, agrega desde la agencia.

El experto confirmó que “hay un montón de posibilidades de alterar las políticas de producción de energía en tierras federales, incluyendo nuevas rondas de arrendamiento y permisos ambientales. Sin embargo, la administración de Trump tendrá que enfrentar los tribunales federales, en los que es probable que sea impugnado por grupos ecologistas poderosos y bien financiados”.

¿Cómo afecta a Chile?

Ante esta posible tendencia a la baja de los precios de los combustibles, el bajo desarrollo de ERNC y la inversión en plantas de energías fósiles, el gerente general de Systep, Rodrigo Jiménez, señala a REVISTA ELECTRICIDAD que en la elección de Donald Trump no ve un efecto inmediato dramático: “La matriz energética en Chile depende de manera importante de los precios de los commodities, por lo que el efecto más inmediato tiene que ver con los valores que podrían alcanzar los combustibles y eso podría afectar de alguna manera el mercado spot. Sin embargo el efecto en la inversión no es claro porque aún no ha detallado las medidas específicas”.

Además, el consultor eléctrico señala que “en Chile tenemos una fuerte inversión extranjera, sobre todo de la mano de las ERNC, que han percibido que en otros países se acaban los subsidios y por lo mismo ven en Chile una buena oportunidad para realizar inversiones”, por lo que no ve un peligro mayor.

[El impacto en los mercados internacionales por el triunfo de Trump]

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