(Reuters) Los ingresos petroleros son una de las principales fuentes de financiamiento del país, por lo que la drástica caída de los precios en el mercado internacional ha golpeado fuertemente a su economía dolarizada.
La apreciación de dólar también ha afectado al sector externo del país sudamericano por la devaluación de las monedas de sus principales socios comerciales, encareciendo sus productos exportables.
«Solo en el primer trimestre del año perdimos cerca de 2.000 millones de dólares en exportaciones por todos estos factores: apreciación del dólar, caída del precio del petróleo», dijo el mandatario, durante un acto de toma de juramento de varios ministros designados anteriormente.
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El socio más pequeño de la OPEP proyectó un precio de 79,9 dólares en promedio como sustento de su plan de gastos para este año, pero ha comercializado su crudo por debajo de 40 dólares por barril.
El país tiene dolarizada su economía desde el 2000, por lo que ha recurrido a medidas proteccionistas para garantizar el ingreso de divisas a su economía. También ha recortado su presupuesto y la producción estatal de crudo.
Correa, un economista formado en Estados Unidos y Europa, garantizó que pese a estos factores adversos continuará con su agresivo plan de inversiones en sectores estratégicos, que ha sido el sustento de sus históricos niveles de popularidad.
«Era un año difícil, lo dijimos al país porque planificamos. Si queremos un mejor vivir hay que hacer sacrificios, estamos sembrando para el futuro», agregó.
El Gobierno prevé sostener sus niveles de crecimiento con un mayor dinamismo del sector de la construcción por «su gran encadenamiento productivo, es altamente generador de empleo y no consume, en gran cantidad, las divisas», concluyó el mandatario.