(Estrategia) E.on informó hoy de que las cifras reflejan «la persistente difícil situación de los mercados de la energía en Alemania y Europa, así como los efectos de los tipos de cambio y cambios de cartera».
La facturación se redujo en el mismo periodo un 7% hasta 111.556 millones de euros.
Además, la mayor compañía alemana de suministro energético dijo que la caída de los precios mayoristas de la electricidad y los tipos de cambio también tuvo un impacto negativo en su resultado.
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El presidente de E.on, Johannes Teyssen, escribió a los accionistas en la presentación de los resultados que «nadie puede decir con seguridad cuánto tiempo se producirán notables cargas por oscilaciones de los tipos de cambio, caída de los precios del petróleo y los tipos de interés en el 0% en Europa».
E.on quiere dividirse en dos compañías, una que agrupe la producción de electricidad con energías renovables y las redes de distribución y las ventas y otra las centrales atómicas, de carbón y gas.
La compañía dará más detalles de su nueva estructura en el segundo trimestre.
Teyssen aseguró que esta división de la compañía no generará aumentos de los precios para los clientes en Alemania y cifró el coste de esta transformación en «una cifra baja de tres dígitos de millones de euros».
Pero traspasar estos costes a los clientes es imposible debido a la fuerte competencia en el sector energético, según el directivo.
«Seremos más ágiles y más fuertes con nuestra nueva estructura», dijo Teyssen.
Los ajustes de valor, que alcanzaron 5.409 millones de euros, se produjeron en el negocio de generación del Reino Unido, Suecia e Italia, como ya anunció la compañía en diciembre.
El beneficio bruto de explotación ajustado a extraordinarios bajó a 8.337 millones de euros, un 9% menos que el año pasado.
Las energías renovables arrojaron en 2014 un beneficio operativo de 1.044 millones de euros, 30 millones de euros menos que un año antes.
La generación de electricidad nuclear incrementó la ganancia de explotación un 12,2%, hasta 1.085 millones de euros, después de la reducción de costes por impuestos a la energía nuclear en Alemania tras el apagón de la central de Grafenrheinfeld previsto para mayo próximo, que hizo que E.on no tuviera que pagar este impuesto por esta central en 2014.
E.on redujo los costes en 2014 y alcanzó los objetivos fijados en 2011 en esta área.
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La dirección de la compañía propondrá en la próxima junta general de accionistas el pago de un dividendo por acción de 0,50 euros (0,60 euros en 2014).
La deuda neta de E.on se incrementó un 4%, hasta 33.394 millones de euros y el número de empleados se redujo en un 5%, hasta 58.500 personas.
E.on prevé para 2015 una ganancia bruta de explotación de entre 7.000 y 7.600 millones de euros por los factores de riesgo derivados de la crisis de Ucrania y las condiciones políticas para el mercado de la electricidad en Alemania.
RWE, la segunda empresa energética alemana, tuvo en 2014 un beneficio neto de 1.700 millones de euros porque las depreciaciones fueron menores que en 2013, cuando sufrió una pérdida atribuible a los accionistas de 2.757 millones de euros.