(El Mercurio) El sistema de embalses del país acumuló hasta mediados de este mes 4.459 millones de metros cúbicos, lo que significó un aumento de 25% respecto de agosto pasado y un alza de 3,7% frente a septiembre de 2012.
Pero el incremento en doce meses a nivel nacional se explica fundamentalmente por el crecimiento del embalse Ralco, que más que duplicó sus reservas en comparación al noveno mes del año pasado, totalizando 1.055 millones de m {+3} .
La mitad de las 26 represas que operan en el país registra caídas anuales en sus volúmenes en septiembre, destacando las dedicadas a riego en las regiones de Atacama y Coquimbo, de acuerdo con información de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (MOP). A la vez, el sistema a nivel nacional está 66% por debajo de su capacidad, la que totaliza 12.956 millones de m {+3} .
Entre los embalses con alzas en septiembre, destacan cuatro de los seis que tienen como destino principal la producción de electricidad o la generación y riego. Uno de ellos es Rapel -ubicado en la Sexta Región- que registra un crecimiento de 9,9% anual en septiembre, mientras que Colbún -VII Región- muestra este mes un avance de 9,7%.
En la Región del Biobío, Ralco experimenta una importante expansión de 108,9% anual este mes, a la vez que Pangue sube 2,7% en igual lapso.
Los dos embalses que registran caídas frente a septiembre de 2012 -ambos de generación y riego-, son Laguna del Maule y Lago Laja, con bajas de 31,4% y 32,6%, respectivamente.
Respecto de la merma que exhibe gran parte de los embalses, el director general de Aguas, Francisco Echeverría, comentó que «en términos generales se debe a la larga sequía que ha afectado al país durante cuatro temporadas, lo que ha provocado un gasto del recurso por sobre el ingreso del mismo a las represas».
Destacó que «el caso de Ralco nos sirve de ejemplo para evidenciar cómo, gracias a un buen manejo y episodios importantes de lluvia o nieve, es factible recuperar levemente los niveles, tal como ocurrió hace algunas semanas en la zona sur del país y que permitieron el acopio de cerca de 300 millones de metros cúbicos».
Si bien Echeverría precisó que el MOP no efectúa predicciones, indicó que de acuerdo con el pronóstico preliminar de riego 2013-2014, preparado por la Dirección General de Aguas, se espera que esa temporada «sea levemente superior que la recién pasada gracias a la mayor acumulación nival, lo que nos hace presumir que contaremos con más recursos».
Señaló que los embalses de la zona sur como Laguna del Maule y Lago Laja podrían aumentar sus recursos, debido a «deshielos que se producirán gracias a la mayor acumulación nival que existe en sus cuencas».
El titular de la DGA añadió que, en cuanto a los caudales, desde el río Teno al sur se prevé una situación similar a la de 2011-2012, que fue «bastante superior a la recién pasada», recordó.
Varios años sin llegar a niveles máximos
Salvo el embalse Digua, en la VII Región, el resto de las represas está bajo su capacidad de almacenamiento, lo que lleva al sistema a registrar una merma de 66%. Esta situación se explica principalmente por el déficit de precipitaciones que afecta al país desde hace varias temporadas.
A la vez, las represas de mayor envergadura no alcanzan sus niveles máximos desde hace varios años.
En el norte, La Paloma es la de mayor capacidad, con 748 millones de m {+3} , pero desde noviembre de 2002 que no logra su volumen límite.
El embalse Rapel es uno de los que mayor tiempo han pasado sin alcanzar su máximo, el que dio por última vez en enero de 1982.
Colbún logró su peak en diciembre de 2006, mientras que Laguna del Maule en enero de 2007.
Lago Laja, que posee una capacidad de 5.582 millones de metros cúbicos, registró un máximo de 3.945 millones de m {+3} en diciembre de 2002. Ralco, en tanto, logro un récord de 1.168 millones de m {+3} en noviembre de 2009 y puede almacenar 1.174 millones de m {+3} .
En la Región Metropolitana, el embalse El Yeso -destinado a agua potable- tiene un diseño para un total de 220 millones de metros cúbicos. Llegó a su máximo en enero de 1992.
En el Ministerio de Obras Públicas indicaron que, junto a asesores especialistas, trabajan en el análisis de un cambio en las metodologías de estudios hidrológicos para los futuros embalses, donde se consideren los distintos efectos del cambio climático.
Fuente / El Mercurio