El Consejo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) seleccionó la propuesta de la Asociación para el Desarrollo del Instituto Tecnológico (ASDIT) –consorcio liderado por la Corporación Alta Ley e integrado por 11 universidades chilenas– para la implementación del Instituto Chileno de Tecnologías Limpias (ITL).
Con esta adjudicación, el organismo resolvió en favor de la postulación que había resultado perdedora en la licitación dirimida en enero de 2021, cuando en un controvertido proceso se adjudicó el desarrollo del ITL a Associated Universities Inc. (AUI), entidad constituida principalmente por universidades extranjeras.
Sin embargo, la decisión posteriormente fue impugnada por integrantes de los otros consorcios participantes, representantes de universidades nacionales y del Congreso Nacional, quienes plantearon diversas críticas al proceso, acusando eventuales irregularidades, falta de objetividad y transparencia.
La controversia terminó con una resolución de la Corte Suprema que en julio de 2022 dejó sin efecto la adjudicación a AUI y derivó en la reevaluación de las propuestas.
La última definición se adoptó el 24 de marzo, durante la última sesión del Consejo, y se notificó a las partes el viernes 14 de abril. La instancia fue presidida por la subsecretaria de Economía, Javiera Petersen, y en la que participaron también el ministro de Hacienda, Mario Marcel; la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry; la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, y la vicepresidenta ejecutiva (s) de Corfo, Marcela Guerra.
El Instituto de Tecnologías Limpias se implementará en la región de Antofagasta, aprovechando las condiciones únicas del desierto de Atacama. Se trata de un proyecto impulsado por Corfo, que busca fomentar la energía solar, la minería sustentable y materiales avanzado de litio y otros minerales. Representa un aporte de recursos de más de US$100 millones en 10 años, convirtiéndose en la mayor inversión de I+D del país en esta materia.