Estudios técnicos dan cuenta de la necesidad de nuevas tecnologías en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que habiliten la transición energética. En particular, tecnologías que permitan una mayor penetración de fuentes renovables variables, aportando la flexibilidad necesaria para una operación segura y eficiente del SEN. Un ejemplo de dichas tecnologías son los sistemas de almacenamiento de energía (SAE), de los cuales se podría demandar entre 3 a 5 GW en esta década. No obstante, señales regulatorias y de mercado insuficientes podrían tener un impacto negativo en la materialización de las inversiones requeridas, razón por la cual resulta crítico reducir la incertidumbre.
Solo para dar un ejemplo, bajo el actual marco regulatorio y de diseño de mercado, un inversionista en SAE no tiene certeza respecto a cómo dichos sistemas serán operados ni remunerados en el mercado mayorista. El actual mercado de energía, basado en costos auditados, dificulta la adopción de nuevas tecnologías (cuyas estructuras de costos son principalmente costos de oportunidad) y no es capaz de reconocer apropiadamente el valor de tecnologías flexibles para el sistema.
El mercado de servicios complementarios (SSCC) solamente compensa costos directos de provisión, lo cual no genera incentivos para que tecnologías eficientes participen de dichos servicios. Finalmente, en el mercado de potencia, aún con las últimas modificaciones reglamentarias que contienen elementos para reducir la incertidumbre −pero que todavía se encuentran en Contraloría−, persistirán interrogantes y desafíos pendientes, en particular de forma posterior al período transitorio.
Resulta esencial contar con certezas y señales claras que permitan incentivar inversiones que garanticen la operación segura, confiable y eficiente del SEN, y promuevan la competencia, evitando obstáculos para su descarbonización o incluso mayores costos de suministro. En el cortísimo plazo, una herramienta disponible para mejorar señales de inversión es el uso de licitaciones por servicios de almacenamiento. No obstante, estas tienen como gran desafío los detalles respecto de su diseño.
En el corto plazo, alternativas de mejora incluyen modificaciones al mercado de SSCC, la evaluación de nuevos productos y, particularmente, la actualización de herramientas y modelos de operación y formación de precios utilizados por el Coordinador Eléctrico Nacional.
Por último, en el largo plazo es necesario una reforma integral al diseño del mercado eléctrico del SEN, como diversos estudios en la actualidad ya lo están planteando.