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Medidas de corto plazo rumbo a la descarbonización de la matriz energética

Jun 29, 2021

En el marco del reciente evento de innovación en energía CEM12/MI6, un equipo de Irena (Agencia Internacional de Energías Renovables) abordó los principales componentes necesarios para lograr mantener bajo 1,5°C el aumento de temperatura de la tierra al 2050. Estos componentes incluyen desafíos como aumentar globalmente en 10 veces la capacidad de energía solar y […]

En el marco del reciente evento de innovación en energía CEM12/MI6, un equipo de Irena (Agencia Internacional de Energías Renovables) abordó los principales componentes necesarios para lograr mantener bajo 1,5°C el aumento de temperatura de la tierra al 2050. Estos componentes incluyen desafíos como aumentar globalmente en 10 veces la capacidad de energía solar y eólica, lograr que un 50% del consumo final de energía sea eléctrico (hoy es alrededor del 23%) y, donde esto no es posible, implementar portadores de energía limpia, como el hidrógeno verde.

En Chile las ambiciones no son muy distintas. En junio de 2019, nuestro país anunció, sobre la base del Acuerdo de París, que se comprometía a alcanzar la emisión cero de huella de Carbono para el año 2050, para lo cual se trabaja en distintas líneas estratégicas: la eficiencia energética, con medidas de etiquetado, estándares de construcción y otras iniciativas similares; la mayor penetración de la electrificación en el transporte y calefacción; el plan de retiro de centrales a carbón; y el posicionamiento de Chile como productor líder de hidrógeno verde.

Algunas de las iniciativas anteriores requieren de un horizonte de implementación no menores en términos de años para su desarrollo y/o masificación. Sin embargo, hay ciertas acciones que abordan desafíos de más corto plazo, que son de impacto considerable, y requieren esfuerzos menores y que no debiesen ser desatendidas por abocarse de lleno al desarrollo de iniciativas de más largo aliento. A continuación, se mencionan algunas acciones de esta índole, que tienen potencial de ser costo/efectivas en un plazo acotado y no se contraponen en absoluto a la agenda de mediano/largo plazo.

En el ámbito de diseño de mercado tenemos el impuesto verde que también afecta al sector eléctrico, que además de requerir ser fijado de acuerdo con las externalidades que producen las emisiones de fuentes fijas, en lo inmediato debiese excluir a las centrales renovables del mecanismo de compensación del diferencial del impuesto verde y el costo marginal. Chile es uno de los pocos países de la OCDE (si es que no el único) en donde las centrales basadas en fuentes renovables deben contribuir al impuesto por generación de emisiones contaminantes en base al mecanismo de compensación.  Esta corrección sería una señal en la dirección correcta para los inversionistas renovables, en cuanto reconoce a la generación renovable efectivamente como tal sin ningún tipo de “letra chica”.

En el ámbito operacional, hay también acciones que podrían tener un horizonte de implementación más acotado. Los sistemas de desconexión automática de carga (EDAG) así como otros dispositivos de electrónica de potencia, por ejemplo, contribuirían a evitar los vertimientos de energía y los desacoples de precios en las zonas que se vislumbre congestión inmediata de acuerdo con las proyecciones de distintos agentes. Esta tecnología, de la cual ya tenemos experiencia de éxito en Chile, si bien requiere de análisis técnico-económicos y que haya una colaboración entre empresas generadoras, el Coordinador y la Autoridad, podría ser implementada en un horizonte de corto plazo y ver sus resultados con prontitud. No obstante, se requiere un marco regulatorio claro que dé los lineamientos necesarios para que los interesados en promover ese tipo de tecnologías tomen las acciones necesarias.

Asimismo, la incorporación masiva de sistemas de almacenamiento, como las baterías, por ejemplo, es una acción que puede ser implementada en el mediano plazo a la que hay que enfocarse con mayor ahínco porque le otorga flexibilidad al sistema y facilita el recambio de generación contaminante, en el marco de la descarbonización, por generación renovable no convencional en base 24 horas, manteniendo la seguridad y confiabilidad del sistema.

Por último, se debe perfeccionar la norma técnica de gas inflexible de manera que las centrales a gas utilicen los costos variables genuinamente contemplados en su esquema de costos, y así no generar distorsiones en la competencia y reducir los espacios para que las generadoras renovables puedan inyectar energía al sistema o que el precio spot de la electricidad se vea afectado artificialmente.

En definitiva, quizás como pocas veces hemos visto con anterioridad en el mercado eléctrico, tenemos clara convergencia a que el futuro de nuestra matriz energético debe estar delineada con los principios de la sustentabilidad y las energías limpias, pero claramente existen distintos caminos, énfasis y enfoques para lograrlo. En particular, en el corto/mediano plazo en el cual se debieran tomar acciones que permitan allanar el camino de las políticas de largo plazo como expansión de la transmisión, política de hidrógeno verde y electro movilidad, entre otras.

César Vázquez, gerente comercial de Aela Energía

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