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Eficiencia energética: una real oportunidad

Ago 11, 2023

En un mundo donde la reducción de costos y la necesidad de innovar a nivel tecnológico son esenciales para fortalecer la competitividad, la eficiencia energética emerge como un factor clave para las empresas. Más allá de cumplir con las regulaciones, el uso racional y eficiente de los recursos es la forma más segura, sustentable y […]

En un mundo donde la reducción de costos y la necesidad de innovar a nivel tecnológico son esenciales para fortalecer la competitividad, la eficiencia energética emerge como un factor clave para las empresas. Más allá de cumplir con las regulaciones, el uso racional y eficiente de los recursos es la forma más segura, sustentable y económica de cubrir las necesidades energéticas, y esto resulta fundamental en la industria, que en la última década ha debido adaptarse a las contingencias geopolíticas y de los mercados internacionales, las fuertes alzas de precio de la energía y el problema de la falta de suministros energéticos.

En ese contexto, la implementación de la Ley de Eficiencia Energética ha concretado un nuevo hito con la reciente incorporación de nuevas empresas al listado oficial de Consumidores con Capacidad de Gestión de la Energía (CCGE), hecho que brinda una oportunidad única para que estas organizaciones lideren el camino hacia una economía más sostenible, resiliente y competitiva.

Al respecto, la eficiencia energética se presenta como una herramienta esencial en la búsqueda de soluciones a los desafíos ambientales y económicos que enfrentamos en la actualidad. Esto, considerando que el 78% de las emisiones provienen del consumo de energía en el país y, de ellas, un 14% tiene como origen la industria. Y en esa línea, la Ley N° 21.305 no solo establece requisitos obligatorios para la medición, reporte y mejora de la gestión energética de las empresas, sino que también fomenta el uso responsable de estos recursos energéticos.

Una de las mayores ventajas de priorizar las acciones de eficiencia energética es la reducción de consumos energéticos. Esto no solamente se traduce en ahorros directos en los costos operativos, sino que además libera recursos financieros que pueden ser reinvertidos en innovación y crecimiento.

Asimismo, abarca un compromiso profundo con la sostenibilidad ambiental, ya que, al reducir la demanda de energía, las empresas disminuyen su huella de carbono y contribuyen en el combate contra el cambio climático.

Desde nuestra experiencia, en Emoac, en la implementación de sistemas inteligentes de administración de energía, hemos cuantificado que las empresas que adoptan sistemas de eficiencia energética observan un ahorro cercano al 5% tan solo en el inicio de las primeras acciones y medidas generales. Una vez que las compañías avanzan en análisis más detallados y suman tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial, se puede alcanzar una reducción de hasta 10% en los costos asociados a consumo energético.

Por ello, la activación de los CCGE debe ser vista como oportunidad de ir más allá que simplemente cumplir con la normativa o asumir un rol declarativo sobre la sostenibilidad. Integrar la eficiencia energética en las operaciones abre la opción de fortalecer las capacidades de gestión, impulsar la innovación, reducir los costos, mejorar el rendimiento económico, fortalecer la competitividad y contribuir de forma tangible a las metas medioambientales.

Vannia Toro, gerente general de Emoac

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