(El Mercurio) Un revés sufrió ayer la española Gas Natural Fenosa -controladora en Chile del grupo CGE- en Colombia. Lo anterior, porque el gobierno de ese país intervino la distribuidora de electricidad Electricaribe, que el grupo controla en un 85%.
Según informaron medios internacionales, la compañía está inmersa en una grave crisis financiera por impagos tanto de particulares como de instituciones públicas -que la empresa cifra en 1.259 millones de euros (equivalente a US$ 1.351 millones)-, y también por fraude, lo que está repercutiendo negativamente en la prestación de servicio a sus clientes. Todo lo anterior, consigna ABC, ante la pasividad de las autoridades locales y del gobierno de Juan Manuel Santos, según ha denunciado persistentemente Gas Natural Fenosa.
Según anunció Germán Arce, ministro de Minas y Energía de Colombia, «la toma de posesión de Electricaribe es la mejor alternativa para garantizar el servicio de energía para familias e industrias».
Según señala El Mundo, la toma de control se produce después de que ambas partes no llegaran a un acuerdo para viabilizar la operación de la empresa. A través del presidente de la española, Isidro Fainé, y su consejero delegado, Rafael Villaseca, el grupo había pedido una serie de garantías para inyectar 60 millones de euros a la empresa para seguir operando en el país, que consistían principalmente en medidas de lucha contra el fraude y los impagos. «Buscamos solucionar este problema histórico de la mano de Gas Natural Fenosa, accionista mayoritario de Electricaribe, pero no logramos en esta ronda de negociaciones un acuerdo para la capitalización de la empresa. Sin el financiamiento del plan de inversiones requerido, la única opción para proteger a las familias del Atlántico, Bolívar, La Guajira, Magdalena, Córdoba, César y Sucre es la toma de posesión», dijo el ministro colombiano.
A través de Gas Natural Fenosa, Electricaribe distribuye electricidad a 2,5 millones de personas que viven en el norte del país, frente a la costa del mar Caribe. Esta sería una de las regiones más pobres de Colombia, con una tasa de impagos cercana al 80%. Esto obedecería a los bajos índices de desarrollo y a una poderosa industria del fraude dedicada a hacer enganches a la red, señalan en El Mundo.
Aún resta un espacio de negociación de seis meses entre las partes. Aunque si no se llega a acuerdo, Gas Natural Fenosa podría hacer una denuncia ante la corte internacional de arbitraje del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi).