(El Mercurio) Hasta ayer, cien países habían ratificado el Acuerdo de París contra el cambio climático, horas antes de que hoy se inicie en la ciudad de Marrakech, en Marruecos, la cumbre de Naciones Unidas denominada COP22.
La secretaria ejecutiva de esta Convención Marco, la mexicana Patricia Espinosa, subrayó que otras naciones se sumarán a este pacto próximamente.
La diplomática destacó la rápida entrada en vigor de este tratado internacional, cuando han pasado menos de once meses desde su adopción el 12 de diciembre de 2015.
Para hacerse efectivo, el Acuerdo de París necesitaba ser ratificado por al menos 55 países, responsables del 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, una meta que se alcanzó el pasado 5 de octubre.
Espinosa añadió que se espera un «gran trabajo» en la cumbre de Marrakech, que se celebrará entre hoy y el viernes 18 de noviembre. La ocasión constituye, según la diplomática, una oportunidad para que los países desarrollados presenten una hoja de ruta para movilizar los 100.000 millones de dólares anuales destinados a financiar proyectos sostenibles, en los países en vías de desarrollo.
Energía limpia
Además, en esta cumbre se tratarán de concretar los proyectos que buscan financiar la mitigación de los gases contaminantes.
Por su parte, el presidente de la COP22, el marroquí Salahedin Mezuar, dijo que la cumbre es «un punto de inflexión» en el accionar a favor del clima, y su objetivo es cambiar el paradigma de desarrollo mundial hacia una economía baja en carbono.
«Los países insulares y los más vulnerables al cambio climático, esperan de esta cumbre acciones concretas y que los países confirmen sus compromisos», apuntó Mezuar.
El Acuerdo de París tiene como fin último que la temperatura del planeta no suba más de dos grados a finales de este siglo, respecto a 1890, y aúna las promesas nacionales de reducción de emisiones de unos 200 países, las que se irán revisando al alza cada cinco años para alcanzar este objetivo.
No obstante, la Organización Meteorológica Mundial alertó que en 2016 se ha batido un nuevo récord en la concentración atmosférica de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, lo que supone, según los expertos, que el mundo está lejos de lograr los objetivos del Acuerdo de París.