Estrategia Más de US3 mil millones totalizan a junio los 100 principales proyectos de inversión públicos y privados, según un catastro de la Unidad de Inteligencia en Proyectos y Negocios (UNIP). La entidad detalla que en su portafolio total se incluyen unas 1.000 iniciativas –que superan US millón– las que suman sobre los US30 mil millones, destacando que sólo en los últimos tres meses se dispararon en 12%.
Al respecto, David Geller, director de Estudios y Proyectos de UNIP, explicó que “este explosivo incremento en la cartera de iniciativas refleja la buena marcha de la economía y el cumplimiento de las metas de crecimiento establecidas por el actual Gobierno, que abarca a todos los sectores de la actividad industrial, pero que es muy visible en minería, energía e infraestructura, con 42%, 28% y 16%, respectivamente, de participación en la inversión global. El sector inmobiliario-comercial, también presenta una gran actividad, con una participación de 10% del total”.
Respecto a la inversión por regiones, ésta es liderada por Antofagasta (18%) y Atacama (20%), destacando que por primera vez la segunda supera a la primera, que es conocida como “la capital de la minería en Chile”. Posteriormente, figuran la Región Metropolitana (14%), Valparaíso (11%), Biobío (7%), O’Higgins y Coquimbo, con 4% cada una.
La estatal Codelco encabeza el portafolio de inversión, con más de US.200 millones, mediante el proyecto Nueva Andina Fase II, que consiste en la expansión de la capacidad de tratamiento de la División en 150.000 toneladas por día (tpd) de mineral, pasando desde las 94.000 tpd alcanzadas con el PDA Fase I a 244.000 tpd nominales. Lo anterior se traduce, para los primeros 30 años de operación, en una producción adicional de 393.000 toneladas anuales de cobre fino, lo que llevaría a producir alrededor de 643.000 toneladas de cobre fino al año.
El primer proyecto no minero del ranking, es la controvertida central carbonera Castilla –con un monto cercano a los US.000 millones, de la brasileña MPX– el cual se emplazará en la Región de Atacama, aportará 2.100 MW al Sistema Interconectado Central, pero ha sido duramente criticado por las implicancias que su operación tendría para el medio ambiente.
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