(Diario Financiero) Las intenciones de las empresas chinas en sus esfuerzos por adquirir activos son honestas, afirmó el gerente de uno de los mayores bancos de inversión de China, pero las sospechas políticas siguen siendo el mayor obstáculo para conseguir que las ofertas se concreten.
Esas tensiones podrían reducirse si las compañías chinas exploraran un rango más amplio para sus blancos de adquisiciones, alejándose de los recursos naturales y se expandieran a zonas menos sensibles, advierten los investigadores, lo que podrían alimentar un flujo de ofertas capaz de convertir a China continental en el mayor inversor directo del mundo para 2017.
La mayor preocupación frente a las empresas estatales chinas que buscan invertir en los sectores de energía y recursos en el extranjero es que estén comprometidas con los objetivos políticos del gobierno central. El presidente de China International Capital Corp, Jin Liqun, dijo esta semana en un foro en Beijing que “cuando China quiere invertir en el extranjero en petróleo y gas, ¿acaso no tenemos objetivos políticos?, por supuesto que sí, porque queremos tener suministro de energía seguro y garantizado”, dijo Jin, quien fue el jefe del Consejo de Supervisión de China Investment Corp, el fondo de riqueza soberana chino. Sin embargo, afirmó, “está sobre la mesa, nuestro trato es justo, porque es de beneficio mutuo. Estos son objetivos honestos. Hacemos todo según la ley, de su país y del mío”.
Varias empresas chinas se han encontrado con contratiempos cuando intentan invertir en países desarrollados, como Estados Unidos, debido a preocupaciones de seguridad nacional.
China National Offshore Oil Corp vio su planeada compra de Unocal rechazada por los reguladores de EEUU en 2005, y el fabricante de equipos de telecomunicaciones Huawei Technologies se vio obligado a abandonar su plan para comprar activos de la compañía estadounidense 3Leaf Systems en 2011.
Fuente / Diario Financiero