La Asamblea Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dio a conocer de manera oficial que Chile será el anfitrión de la próxima cumbre, a realizarse en marzo de 2025. La sexagésima quinta edición tendrá lugar en Santiago y Punta Arenas, donde se realizarán actividades temáticas pero enmarcadas en el evento.
En la sesión de clausura y habiéndose acordado los temas relacionados al funcionamiento del Banco, Chile expuso un video en el que invita a las otras naciones miembros a asistir y realizar el encuentro.
Además, se destacan los tres ejes con los que el país se presenta ante el mundo: el primero es la sustentabilidad, que atraviesa todas las actividades, desde las productivas hasta las culturales, pasando por inversiones con mirada sostenible hasta el rol de las personas y comunidades en el desarrollo económico. El segundo, la democracia, que habla de la estabilidad institucional y la fortaleza de nuestras normas, ofreciendo un escenario claro y confiable para los ciudadanos y los socios. Y, el tercer eje que aborda la diversidad con la que cuenta nuestro país, no solo en términos geográficos sino también demográficos.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, afirmó que «hemos propuesto que se efectúe en Santiago con actividades también en Punta Arenas, ciudad que está concentrando una parte importante de las nuevas oportunidades de desarrollo de energías sustentables de hidrógeno verde, es un lugar donde los temas de capital natural se juntan con el desarrollo productivo. Así que creemos que va a ser una innovación importante para las características de estas reuniones».
Para Chile ser anfitrión de esta Asamblea es una oportunidad para fortalecer la cooperación entre naciones y encontrar soluciones conjuntas a los problemas que, en ocasiones, son comunes en la región. Asimismo, el objetivo de realizar parte del evento en Punta Arenas es destacar la gestión pública que se está llevando adelante en materia de transformación productiva y territorial para enfrentar el cambio climático, así como las oportunidades de inversión sostenibles de la región de Magallanes y el aprovechamiento de nuevas tecnologías para enfrentar los desafíos emergentes.
Finalmente, el jefe de la billetera fiscal destacó los alcances que la realización de la Asamblea Anual significará para nuestro país: “En estos momentos en que particularmente el BID y otros bancos de desarrollo están atentos a los proyectos de desarrollo sustentable y en el aporte que América Latina puede hacer en la implementación de las metas de reducción de emisiones de carbono, es una oportunidad de poder mostrar a nuestro país: podremos dialogar con potenciales inversionistas, podremos vincular a empresas locales de distinto tamaño con posibles socios financistas y podremos profundizar sobre la discusión de temas de política económica y de desarrollo económico en Chile», cerró.