El gobierno argentino ordenó ayer reducir el consumo eléctrico a las empresas en, al menos, 1.200 MW, para poder enfrentar una grave estrechez energética, y cortó también el suministro de gas a las industrias e incluso a las estaciones de servicio que venden Gas Natural Comprimido (GNC), en medio de una de las peores crisis energéticas que vive el vecino país.
Esto, porque la nación trasandina es afectada desde el jueves pasado por una intensa onda polar, la más dura de los últimos 45 años, lo que eleva el consumo de electricidad y de gas para calefacción. Tanto el jueves como ayer viernes, el nivel de consumo de energía en Argentina llegó a niveles nunca vistos.
Pero, además, se suman problemas en la oferta de energía por la salida del sistema de algunas centrales generadoras y las ya sabidas restricciones en el suministro gasífero.
Y la crisis podría rebotar hacia Chile. La situación vuelve a poner la duda sobre el nivel de las exportaciones de gas hacia nuestro país, las que hace bastante tiempo llegan sólo en niveles suficientes para abastecer el consumo de gas domiciliario y nada para las industrias y la generación eléctrica.
Por ahora, el fin de semana ayuda a descomprimir la situación en Argentina, por la salida de operación de varias industrias, reduciendo el consumo eléctrico. Pero de mantenerse las temperaturas bajas y si no cede la onda polar, este lunes puede ser crítico. Y ahí sí que los envíos a Chile corren serio peligro.
En caso de un corte total, Metrogas podría resistir hasta cuatro días entregando un servicio normal a sus clientes.
Si los cortes se prolongan por un lapso mayor, la distribuidora de gas debe echar a andar su sistema de respaldo, el que alcanza solamente para el 50% del consumo, es decir, sólo para las casas, las duchas y cocinas, y nada para calefacción.
Fuente / El Mercurio