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Centros de eficiencia energética abogan por mayor financiamiento

Sep 24, 2014

Entre las demandas figura un aumento en las líneas de financiamiento, unificar los datos de la industria y que las entidades no operen como islas.

(Diario Financiero) Cinco son las demandas puntuales que tienen los centros universitarios de eficiencia energética o de recursos energéticos del país: mayor financiamiento para los actores del sistema, unificar los datos que existen y que están disponibles en los diferentes sectores, particularmente en el industrial; conseguir desarrollos innovadores; masificar las iniciativas para que se puedan replicar en distintas ciudades, y que se intercambie información entre los propios centros para que no continúen trabajando en compartimentos estancos, como si fueran islas.

Si bien, la mayoría de los directores de los centros coincide en que son nichos con amplio potencial de explotación y con altos niveles de especialización, también plantean que hay desafíos que se deben abordar con urgencia, más aún, teniendo en consideración que la eficiencia energética es un tema país y que el actual gobierno quiere poner en marcha lo que ha llamado Planificación Participativa para la Política Energética -2050-.

Para Humberto Vidal, integrante del consejo consultivo de dicho programa estatal y director del Centro de Estudio de los Recursos Energéticos de la Universidad de Magallanes, esta política debiera ser un incentivo para el desarrollo de proyectos con uso eficiente de los recursos energéticos. “El papel que los centros tienen que cumplir es importante dentro de la gran tarea que se viene, en términos de visualizar la eficiencia energética como un eje estratégico. La responsabilidad de los centros de estudios es asesorar a los sectores que tengan que comenzar a cumplir con ciertas cuotas que se exigirán en determinados sectores”.

Según Claudio Huepe, coordinador del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad Diego Portales (UDP), otro desafío es que estos nichos de investigación y desarrollo hagan aportes relevantes dentro de las necesidades nacionales. “Esto implica enfocarse en los sectores fundamentales del consumo energético y también articular sus actividades de investigación con los requerimientos de la industria y el sector público”.

Proyectos

Pese a que los centros de energía tienen orientaciones diferentes, la mayoría se dedica al desarrollo de proyectos energéticos (gasificación de biomasa, recuperación de la energía, calor residual, por ejemplo), ya sea a nivel de investigación aplicada, tecnológica; asistencia técnica; gestión; educación, y capacitación. Otros realizan estudios interdisciplinarios con una fuerte inclinación hacia las políticas públicas.

Por ejemplo, el Centro de Innovación Energética (CIE) de la Universidad Técnica Federico Santa María, -con una inversión global para este 2014 de 
US$ 240.000-, está desarrollando un proyecto de apoyo a la agricultura, mediante la utilización de la energía solar y térmica enfocada en el deshidratado con aire caliente solar. La idea, comenta Jaime Espinoza, director del centro, es “lograr productos con sello verde, sin aporte de combustibles en su proceso de secado y evitar las enormes cantidades de productos que se pierden cuando superan su proceso de maduración”.

En tanto, el Centro de Estudio de los Recursos Energéticos de la Universidad de Magallanes – desde 2012 hasta diciembre de este año y con una inversión de $ 106.919 millones-, realiza un proyecto de construcción e instalación de gasificadores de biomasa para comunidades aisladas. Además, desde agosto de 2014 y hasta febrero de 2015, -con un capital de $ 75.000 millones y a solicitud del ministerio de Energía,- trabajará en un proyecto de matriz energética para 2050.

En el caso del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable de la UDP, está desarrollando un estudio multidisciplinario sobre el rol de la información y de la participación ciudadana en las políticas de eficiencia energética. “Estamos tratando de ver cuáles son los mejores mecanismos de información, de qué manera la participación de la gente influye en el logro de los objetivos, para mejorar los resultados de las políticas de eficiencia energética”, dice Claudio Huepe.

Programas y proyectos de la Achee

Natalia Arancibia, directora ejecutiva de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE), comenta que la entidad -que cuenta con un presupuesto de $ 4.575 millones para este ejercicio-, está desarrollando programas que incluyen la formación de capacidades, promoción del diseño y realización de auditorías energéticas. A esto se suma la implementación y certificación de sistemas de gestión de la energía; evaluación, introducción y fomento de tecnologías eficientes energéticamente en los diferentes sectores de consumo, como por ejemplo, la industria y la minería.

Arancibia indica que los centros de las universidades están apoyando la incorporación de eficiencia energética, a través de la formación de capacidades y el desarrollo de actividades de investigación, y están enfocadas en responder a las necesidades propias de un sector y de una zona climática, lo que, dice, permite ampliar la cartera de soluciones para reducir los consumos energéticos existentes.

Agrega que desde 2011, la AChEE «está impulsando, a través de su área de educación y capacitación, el desarrollo de iniciativas que permitan esta investigación y la difusión de sus resultados».

Para la directora de la Agencia, estos estudios han permitido definir normativas, desarrollar pruebas pilotos y aplicar protocolos que miden el impacto de las tecnologías que se han ido incorporando en los diferentes procesos, entre otros.

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