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Centrales nucleares desmanteladas generan laguna energética en Alemania

Dic 12, 2011

Esto pone a ese estado alemán en el centro de una prueba a nivel del continente en materia de producción y mercados de energía conforme los gobiernos buscan alternativas a la energía nuclear.

(Bloomberg News)La fundición de aluminio de Matthias Schuele se encuentra a 30 minutos en auto de un reactor nuclear que suministró energía durante más de tres décadas hasta que la canciller alemana lo apagó en marzo.

Transcurridos nueve meses, sus hornos son abastecidos por electricidad generada en Austria en tanto el gobierno de Merkel se pelea con empresas de servicios públicos como EON AG respecto de cómo agregar 20 gigavatios provenientes de plantas de combustibles fósiles y granjas eólicas frente a la costa, y 3.600 kilómetros de nuevos cables de alta tensión con suficiente rapidez como para mantener sus luces encendidas.

“No me imagino cómo van a instalar turbinas eólicas al ritmo que hace falta aquí”, dijo Schuele, de 44 años, cuya empresa familiar produce partes de refrigerantes de motores para los camiones MAN SE y revestimientos para los motores eléctricos en los autos de Bayerische Motorenwerke AG en el estado del sudoeste alemán de Baden-Wuerttemberg. “No veo cómo terminará todo esto”.

La situación de Schuele es compartida por 470.000 empresas familiares y corporaciones globales encabezadas por Daimler AG, Porsche SE y Robert Bosch GmbH en todo Baden-Wuerttemberg, cuya producción económica supera a Bélgica y Luxemburgo juntos. Esto pone a ese estado alemán en el centro de una prueba a nivel del continente en materia de producción y mercados de energía conforme los gobiernos buscan alternativas a la energía nuclear luego de la fusión del reactor de Fukushima en Japón en el mes de marzo.

“La transformación de la energía alemana es un reto enorme que requerirá inversiones en generación combinada de electricidad y calor con energías renovables y gas, nuevas líneas de electricidad y sistemas de almacenamiento de energía”, dijo Claudia Kemfert, experta sénior en el área de energía del instituto económico DIW de Berlín. “Si Alemania tiene éxito, podría ser un modelo para las economías del mundo entero. Si fracasa, será un desastre –para los políticos, la sociedad y la economía de Alemania”.

PROGRESO LENTO
Hasta ahora, el progreso ha sido lento. Desde que se adoptó la decisión de abandonar más de 25% de la capacidad nuclear de Alemania, las empresas de servicios públicos EON, RWE AG, Vattenfall AB y EnBW Energie Baden-Wuerttemberg AG no se han puesto de acuerdo para construir ni una sola central de carbón o gas que reemplace los 21,5 gigavatios de los reactores que se cerrarán en 2022, los cuales proveían 23% de la electricidad de Alemania el año pasado.

La mitad de los proyectos destinados a ampliar la red nacional de líneas de transmisión, subestaciones y torres de conducción están postergados, lo cual lleva la red al “borde de su capacidad”, según el regulador Bundesnetzagentur con sede en Bonn.

En líneas generales, los operadores de la red necesitan gastar un total de 10.000 millones de euros para agregar líneas de electricidad y evitar déficits con un telón de fondo de precios de la energía en baja en tanto la crisis de la deuda soberana erosiona la demanda. El último apagón generalizado en Europa fue en noviembre de 2006 cuando una línea de alto voltaje que se desconectó en el norte de Alemania dejó sin electricidad a 15 millones de personas en siete países desde Austria hasta Portugal.

Fuente /Bloomberg News

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