Alcanzar la meta de carbono neutralidad en Chile a 2050 significaría oportunidades de inversión en el país entre US$27 mil millones y US$48 mil millones, de acuerdo con las estimaciones dadas a conocer por el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, durante la actualización de Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), donde participó junto a la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt y al ministro de Ciencia, Andrés Couve.
De acuerdo con lo explicado por Jobet, las medidas en el sector energético para alcanzar la carbono neutralidad están priorizadas según su costo eficiencia y agrupadas en seis ejes de acción, los cuales son: “industria y minería sostenible (25%), producción y consumo de hidrógeno (21)%, edificación sostenible de viviendas y edificios públicos-comerciales (17%), electromovilidad principalmente de sistemas públicos (17%), retiro de centrales a carbón (13%) la cual es una de las principales medidas habilitantes, y otras medidas de eficiencia energética (7%)”.
La autoridad afirmó que alcanzar esta meta de Carbono Neutralidad “significaría oportunidades de inversión de entre US$27.300 y US$48.600 millones al 2050”.
Actualización
A través de una videoconferencia, el Gobierno entregó oficialmente la actualización de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, transformándose en el primer país latinoamericano y uno de los primeros países del mundo en hacerlo.
“Este documento es una obligación establecida por el Acuerdo de París, y contiene los compromisos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al 2030 y enfrentar los impactos del cambio climático”, informó el Ministerio de Medio Ambiente.
Schmidt sostuvo que “cuando superemos la crisis, entraremos en una etapa de reactivación que debe ser sustentable, donde los planes de recuperación deben considerar como factor fundamental la crisis climática y su impacto social sobre las personas y el territorio. Este es un momento clave, por eso presentamos nuestra nueva NDC, con metas y compromisos ambiciosos que permitan enfocar nuestros planes de recuperación con un objetivo claro: avanzar a paso firme en la transformación hacia una economía baja en emisiones y resiliente al clima, con grandes ventajas sociales, ambientales y económicas para mejorar la calidad de vida de las personas”.
La secretaria de Estado señaló que esta nueva NDC “establece metas ambiciosas en cuatro pilares: mitigación, adaptación, integración y, por primera vez, un pilar social que permea los otros tres para encauzar nuestro desarrollo hacia uno bajo en emisiones y resiliente al clima, con foco en el impacto sobre la vida de las personas en sus territorios”.
Por su lado, el ministro Couve destacó que por primera vez la comunidad científica nacional participó activamente para aportar con evidencia en la actualización de la NDC, lo que se materializó “a través del Comité Científico COP25, organizado por el MinCiencia, donde más de 600 científicos nacionales organizados en siete mesas de trabajo”.
Principales ejes
La actualización de la NDC de Chile, de forma inédita, considera un Pilar Social de Transición Justa – Desarrollo Sostenible como componente estructurante en los compromisos del país para enfrentar el cambio climático y dar cumplimiento a lo establecido en el Acuerdo de París y avanzar, en simultáneo, en la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecida por la ONU.
Es así que las medidas contenidas en la NDC deberán considerar variables como la seguridad hídrica, la equidad e igualdad de género o la transición justa, resguardando los derechos de los más vulnerables en el proceso de descarbonización de la matriz energética.
Los otros componentes de la NDC son: mitigación; adaptación; integración; y medios de implementación (desarrollo de capacidades, transferencia tecnológica y financiamiento). Cada uno cuenta con metas específicas.
En mitigación, Chile se compromete a un presupuesto de emisiones de GEI que no superará las 1.100 MtCO2eq, entre el 2020 y 2030, con un máximo de emisiones (peak) de GEI al 2025, y a alcanzar un nivel de emisiones de GEI de 95 MtCO2eq al 2030. Además, propone una reducción de al menos un 25% de las emisiones totales de carbono negro al 2030, con respecto al 2016.
En adaptación, se realizan varios compromisos, entre los que destacan el aumento de información y mecanismos de gestión respecto de los impactos del cambio climático en recursos hídricos. Para ello, por ejemplo, al 2025 se habrá implementado un indicador, a nivel nacional y a escala de cuenca hidrográfica, que permita hacer seguimiento de la brecha y riesgo hídrico y avanzar en alcanzar la seguridad hídrica del país.
Asimismo, al 2030 se habrán elaborado planes estratégicos para las 101 cuencas del país; y el 100% de las empresas sanitarias tendrán implementado un plan para la gestión de riesgo de desastres, incluyendo aquellos derivados del cambio climático.
En el componente de integración, por ejemplo, Chile establece que al 2021 se contará con el Plan Nacional de Restauración a Escala de Paisajes, que considerará la incorporación, a procesos de restauración, de 1.000.000 hectáreas de paisajes al 2030, priorizando en aquellos con mayor vulnerabilidad social, económica y ambiental.
Respecto a los medios de implementación, durante este año comenzará la implementación de la Estrategia Financiera frente al Cambio Climático (EFCC).
Cabe destacar que la actualización de la NDC surgió luego de un amplio y transversal proceso participativo (sociedad civil, comunidad científica, mundo público y privado). Se hizo una participación para desarrollar la primera propuesta y, luego de desarrollada, se inició el proceso de participación ciudadana, en donde se recibieron 1.573 observaciones, muchas de ellas recogidas en el proyecto definitivo.
El Comité Científico de la COP25, a través de sus siete mesas, también realizó importantes aportes para el desarrollo y perfeccionamiento de la NDC definitiva.