(El Mercurio) Los productores de etanol están recortando la producción tras estar presionados por la mayor caída en los precios de la gasolina desde 2008.
Valero Energy Corp. y Green Plains Renewable Energy Inc., que representan alrededor del 15% de la capacidad de Estados Unidos, han reducido sus operaciones dado que los márgenes se redujeron. En un molino típico en Illinois, que obtiene el etanol del maíz, los márgenes de beneficios han desaparecido casi totalmente luego de alcanzar US$ 1,33 el galón hace un año, de acuerdo con AgTrader Talk, una empresa de consultoría con sede en Clive, Iowa.
La gasolina y el crudo cayeron más de 50% desde sus máximos en junio lo que ayudó a que la producción mundial de petróleo superara la demanda. Si bien eso fue bueno para los consumidores, generando ahorros de US$ 750 en cada hogar estadounidense, esto hizo descender el costo del etanol un 42% debido a que el precio está vinculado a la gasolina. Al mismo tiempo, el maíz, principal materia prima del biocombustibles, cayó solo 19%.
La producción de etanol en Estados Unidos cayó 4,6% a una tasa anualizada de 14.500 millones de galones en la semana terminada el 20 de febrero, desde un récord de 15.200 millones en diciembre, según la Administración de Información Energética (EIA, por su sigla en inglés).
Valero dijo el 29 de enero que desaceleró las tasas de proyección en 2,6% en el primer trimestre, citando los precios más bajos de la gasolina y etanol y los costos del maíz «relativamente estables». El máximo responsable ejecutivo de Green Plains, Todd Becker, dijo el 5 de febrero que ha recortado las tasas de producción «un poco también».
Pero parecen probables más recortes. Los inventarios estadounidenses totalizan 21 millones de barriles, el nivel más alto desde 2012, según la EIA, el brazo estadístico del Departamento de Energía. El suministro se reducirá a medida que las plantas con mayores costos se desaceleren, de acuerdo con el máximo responsable ejecutivo de Archer-Daniels-Midland Co., Juan Luciano.
Una ley de energía de 2007 requiere que las refinerías utilicen biocombustibles.