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Brasil reanuda obras de hidroeléctrica de Jirau

Abr 13, 2011

EFE Parte de los casi 22 mil obreros que construyen la hidroeléctrica de Jirau, la mayor obra civil brasileña en la actualidad, retornó a los trabajos esta semana después de una serie de protestas y de ataques vandálicos que obligaron a la constructora a paralizar las actividades por casi un mes, confirmaron ayer fuentes del […]

EFE Parte de los casi 22 mil obreros que construyen la hidroeléctrica de Jirau, la mayor obra civil brasileña en la actualidad, retornó a los trabajos esta semana después de una serie de protestas y de ataques vandálicos que obligaron a la constructora a paralizar las actividades por casi un mes, confirmaron ayer fuentes del sector.

Una pequeña parte de los trabajadores regresó al lugar de las obras el lunes y un número mayor se presentó este martes, dijeron portavoces de la constructora Camargo Correa, responsable de la que será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, que se construye en el estado amazónico de Rondonia.

Las obras estaban paralizadas desde el 15 de marzo cuando un grupo de operarios, supuestamente en protesta por el arresto abusivo de un colega y de las malas condiciones de trabajo, incendió los 70 alojamientos de los obreros y 43 autobuses.

Jirau compone junto con la de Santo Antonio, también en construcción, el llamado Complejo Hidroeléctrico del Río Madeira, ubicado en las proximidades de la frontera de Brasil con Bolivia, y tendrá una capacidad instalada para generar 3.450 megavatios de energía.

Ambientalistas alertaron del impacto ambiental que ese complejo tendrá en territorio boliviano. Sin embargo, recientemente el ministro consejero de la Embajada de Brasil en Bolivia, Carlos França, dijo que los efectos de la construcción de las represas serán mitigados para no afectar a la biodiversidad y el equilibrio ecológico en la región amazónica.

PROTESTAS OBRERAS PARALIZAN PROYECTOS

Con demandas sencillas como más días libres, el pago de horas extras o sanitarios para las mujeres, los empleados de la construcción civil en Brasil se han puesto en pie de guerra con huelgas que amenazan la ejecución de las grandes obras con las que el Gobierno busca apuntalar el crecimiento del país.

Al calor de los incidentes en Jirau, se organizó de forma espontánea una huelga que incendió los ánimos de los empleados de la construcción de otras obras en distintos puntos del país y también incluidas en el Plan de Aceleración de Crecimiento (PAC), un multimillonario programa estatal.

“Las reivindicaciones son variadas, mejores condiciones de alojamiento, de alimentación, pago de horas extras”, dijo a Efe Joao Carlos Gonçalves, secretario general de Força Sindical, el segundo sindicato del país.

Gonçalves cifró en 170 mil el número de personas empleadas en las obras afectadas por las movilizaciones que, además de la citada Jirau, han salpicado a la vecina hidroeléctrica de Santo Antonio (15 mil trabajadores).

Fuente / EFE

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