La Corporación Nacional Forestal (Conaf) está impulsando el aprovechamiento de los desechos forestales para fines energéticos.
Es así como destinó 65 hectáreas de un bosque de pino insigne del Centro Experimental Forestal Tanumé, en la Región de O’Higgins, para procesar -luego de comercializar su madera- los rastrojos, mediante la utilización de una tecnología aportada por la empresa compradora Biomasa Chile.
El proyecto está orientado a entregar una nueva alternativa de ingresos a los pequeños y medianos propietarios forestales.
Además, el aprovechamiento de los desechos forestales en la Región de O’Higgins, como asimismo en otras zonas del país, viene a contribuir a la descontaminación ambiental, cuyos altos índices han motivado a las autoridades a regular el uso de la leña y las quemas agrícolas y forestales.
Frente a este escenario, los dueños de predios cuentan ahora con esta otra opción de negocios, destinando los desechos -una vez comercializada la madera- a la bioenergía forestal.
“Con este proyecto -comentó el director ejecutivo de Conaf, Aarón Cavieres- queremos dar una señal a los pequeños y medianos propietarios en cuanto a que disponen en sus predios de otra fuente de ingresos, y que hasta ahora no se está aprovechando. La bioenergía forestal tiene un gran potencial de crecimiento. Hay mercado para ello y puede ser bastante rentable si se asocian y negocian en grupo el precio de venta”.