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Berlín siente el impacto del apagón nuclear

Mar 27, 2012

A un año de que la mitad de las plantas nucleares del país se apagaran tras catástrofe múltiple en Japón.

(Diario Financiero) Aquellos en la primera línea para eliminar gradualmente la energía nuclear de Alemania hablan sobre las dificultades que tienen a diario para mantener las luces encendidas.

Un año después de que la mitad de las plantas nucleares del país se apagaran, el gobierno argumenta que la conversión a electricidad, a partir de fuentes renovables durante la próxima década, está en camino. Pero muchos expertos dicen que la transición está mostrando ser complicada.

“Logramos pasar el invierno”, dijo Volker Weinreich, jefe del centro de control norte para Tennet, el grupo holandés que maneja una de las cuatro redes regionales de alto voltaje de Alemania. “Pero tuvimos suerte y están alcanzando los límites de lo que es lograble”.

Weinreich y sus colegas tuvieron que intervenir 1.024 veces en 2011 para sortear cuellos de botella o mantener el voltaje en los cables de Tennet, que van desde el Mar del Norte hasta los Alpes. Eso fue casi cuatro veces la cantidad de intervenciones del año anterior.

Mientras el reto a largo plazo es todavía encontrar un reemplazo sustentable para 20 gigawatts de capacidad generadora nuclear, el problema más inmediato ha demostrado ser la fragilidad de la red eléctrica alemana.

“Pasamos la temporada de frío con un ojo negro”, dijo Jürgen Hambrecht, que asesoró a Angela Merkel como miembro de la comisión de ética sobre energía de la canciller. “Aún tenemos metas muy ambiciosas… pero en todos lados estamos cortos de implementación, sobre medidas concretas”.

Ya que ocho de las 17 estaciones de energía nuclear de Alemana fueron cerradas inmediatamente después del desastre nuclear de marzo pasado en Japón, a las líneas energéticas de la nación les ha costado ingeniárselas con demandas súbitas. A inicios de febrero un apagón estuvo peligrosamente cerca.

La mayoría de las plantas nucleares que fueron cerradas estaban en el sur, lo que significó que los centros industriales en torno a Stuttgart y Munich comenzaron a sacar cantidades sin precedentes de energía de las estaciones del norte a gas y carbón, y de turbinas de viento, un alza de norte a sur para lo que las redes de alto voltaje no fueron diseñadas.

Como Berlín terminó el año pasado sus planes de eliminar gradualmente la energía nuclear para 2022, no 2036 como era la meta anterior, Tennet y sus operadores socios Amprion, 50 Hertz y EnBW identificaron a Hamburgo y a Stuttgart como puntos débiles, cuando la calefacción de hogares y para la cocina se sumó a la demanda de las empresas.

A inicios de febrero el miedo de las empresas por apagones nacionales llegó hasta un nivel europeo, cuando los altos precios en Francia vieron a los traders de energía exportar grandes cantidades de electricidad alemana, justo cuando el clima más frío golpeó las entregas de gas desde Rusia.

Las soluciones, que incluyen construir más plantas a gas en el sur y disponer de líneas energéticas extras para llevar la electricidad desde el norte, no se cuestionan, pero su implementación está en duda.

Los inversionistas son reacios a construir plantas de gas, temiendo que puedan funcionar sólo ocasionalmente, para suplir al viento, porque las energía renovable es privilegiada por ley. Las líneas eléctricas extras, cuyos costos elevarían los precios 8%, de acuerdo a una agencia gubernamental, están sin avanzar en la etapa de planificación.

Fuente / Diario Financiero

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