(Pulso) El suministro ha sido una de las mayores complejidades para el precio del petróleo. Tanto el WTI como el Brent han recorrido un camino bajista a medida que Estados Unidos y los países petroleros de medio oriente se han rehusado a reducir la producción.
Así, en lo que va del año, el WTI ha perdido un 16,36% de su valor hasta los US$44,18. El Brent, en tanto, ha caído un 14,01% hasta US$47,5.
Considerando que los stocks continuarán aumentando, empujados principalmente por una mayor eficiencia en la producción en Estados Unidos, los impactos por el tipo de cambio y las preocupaciones respecto al crecimiento en China, llevaron a Barclays a reducir sus estimaciones para el precio del crudo.
Así, proyectan que el Brent promediará en el segundo semestre los US$52 el barril y en US$63 para 2016, lo que implica una disminución de US$5 respecto a la estimación anterior.
No obstante, las perspectivas del banco de inversión para 2016 son alcistas, tanto para Brent como para el WTI. En el caso del primero, de hecho, espera que para el cuarto trimestre del próximo año alcance los US$70, para el segundo en tanto llegaría a los US$66.
Las razones, detalla el informe, radican en que no es sostenible mantener los niveles de producción de EEUU, además de un retraso en la contribución de suministro desde Irán.
“Esperamos que con el Brent cotizando a US$65 el suministro de los países no OPEP decline en torno a un 4% a 5% con miras a 2018”, destaca el reporte.
Además, puntualiza que en el caso de WTI, “si los precios continúan en US$45, “para los productores será un desafío, especialmente para aquellos productores en extensiones de petróleo en formaciones compactas ver el tipo de deflación adicional de costos necesaria para empezar nuevas perforaciones”.
Por último, agrega que la diferencia entra la oferta y la demanda del crudo debiese reducirse en el cuarto trimestre, a niveles no vistos desde 2013.