(Pulso) Un ahorro país por US$305 millones generó la reducción de 34% en el índice que mide las interrupciones que se producen en el territorio nacional, y que hasta el tercer trimestre alcanzó las 11 horas promedio por hogar.
En el desglose, la mayor parte de la baja respondió a una disminución de 48% en las causas de fuerza mayor, al no registrarse siniestros de envergadura. Mientras que las razones internas (en la casa) y externas registran bajas menores, de 10% y 33%, respectivamente.
“Este índice está compuesto por distintos factores, algunos con la propia empresa de distribución y las que generan y transmiten la electricidad, junto con factores de fuerza mayor (…) Este año, por lo pronto, el factor de fuerza mayor no ha sido muy relevante, y por lo tanto hemos podido configurar estas 11 horas (de interrupción)”, dijo el ministro de Energía, Andrés Rebolledo.
En concreto, y haciendo el análisis por segmento, la transmisión y generación explican 1,58 horas de corte a octubre, lo que se traduce en una mejora de 34% respecto al año anterior y a 10% en relación a su mejor registro histórico. Mientras que la distribución mejora 10% respecto al año anterior y 7% frente a su mejor registro histórico.
Por regiones, las que presentaron mejor desempeño fueron las de Magallanes, con 3,89 horas por hogar; la Región Metropolitana (6,27 horas); y Valparaíso (7,00 horas), mientras que las regiones donde hubo la mayor cantidad de horas promedio sin luz fueron las del Maule (17,86 horas); Los Ríos (18,36 horas); y la peor del país fue la Araucanía, con 25,50 horas sin suministro.
De cara a fin de año, el ministro se mostró optimista frente a las cifras, a pesar de los efectos en el suministro que han tenido los sucesivos incendios en la zona central. “De todas maneras vamos a estar por debajo del año pasado, ya que este indicador ya es un 34% más bajo que 2015. Nos quedan un par de meses, pero esperamos mantener este estándar”, dijo.
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