La Tercera Atentamente monitorea el gobierno la compleja situación financiera por la que atraviesa Campanario Generación y que ha llevado a que la firma acumule facturas impagas por compras de energía con al menos cinco generadoras del sistema.
Según señalan en el gobierno, si Campanario no logra en el corto plazo atraer capitales frescos para mantener su operación, la autoridad estudia la posibilidad de licitar nuevamente los contratos de suministro que la firma mantiene con las distribuidoras CGE y Saesa y que vencen a partir de 2022.
Campanario, ligada al fondo de inversiones Southern Cross -de los empresarios Raúl Sotomayor y Norberto Morita-, tiene impagas facturas por compra de energía en mayo y junio, con deudas que en el sistema estiman en unos US$ 40 millones. La situación se podría extender también a julio.
Campanario se adjudicó en 2008 contratos de suministro por 1.750 GWh al año, a precios entre US$ 100 y US$ 110 por megawatt, los que ha debido cubrir comprando energía en el mercado spot a precios sustantivamente más altos, lo que ha provocado un déficit financiero. De hecho, en los últimos 12 meses, los costos marginales de generación se incrementaron de 29%, a US$ 196 por Mw.
Fuentes de gobierno señalan que, en caso de que la generadora declare su quiebra -un caso extremo, dicen- o que se acoja a un convenio judicial preventivo, el resto de los actores del mercado deberá hacerse cargo temporalmente de suministrar dicha energía -a prorrata-, pero que la «salida lógica» para esto será una nueva licitación, a la que concurrirían actores que tengan costos de generación menores. Aquí, quienes correrían con ventaja serían hidroeléctricas de tamaño mediano.
También se estaría barajando la posibilidad de que dos o más generadoras asuman los contratos en lo inmediato, aunque esto las obligaría a hacerse cargo también de las deudas.
El valor de los contratos, dependiendo de factores de costo, se ubicaría entre los US$ 100 millones y US$ 200 millones.
En el gobierno advierten que las deudas de Campanario no sólo afectan a las generadoras, sino que también al sector bancario.
La situación ha llevado a que la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) revise el resto de los contratos de suministro servidos por otras generadoras de tamaño mediano, a fin de detectar con anterioridad si hay más empresas con problemas financieros.
Fuente / La Tercera