La Asociación Nacional de Empresas ESCOs (Anesco Chile) una vez más relevó el rol de la eficiencia energética (EE) en Chile, y esta vez lo hizo a través de la entrega de una lista de sugerencias para avanzar en materia de gestión de la energía tanto en el sector público como privado. En ese marco, la entidad gremial celebró el día internacional de la EE dictando el primer curso de la RED ESCO Latam, junto a Olade y la Global Esco Network.
Desde la perspectiva del gremio, el contexto actual de demanda energética exige soluciones concretas y urgentes, no solo por el cuidado ambiental, sino por la sostenibilidad de todos los sectores productivos, incluido el Estado, lo cual a juicio del organismo requiere mayor sintonía e integración de varios actores. “Nuestra asociación gremial posee una historia de logros y avances, pero que deben multiplicarse para conciliar objetivos país en términos económicos como la productividad y el empleo, con el cuidado del medio ambiente, el agua y reducir emisiones contaminantes. Buenas iniciativas como el programa de edificios públicos debieran reanudarse”, expresó la gerente de Anesco Chile, Mónica Gazmuri.
Según un informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA) y el acuerdo alcanzado en la COP28, es necesario duplicar la EE en el planeta a 2030 para mantener la meta de no superar el 1,5° de temperatura. En ese contexto, desde Anesco recalcan que la eficiencia energética permite no solo implementar un proyecto costo efectivo que reduce gastos de energía y/o de operación, sino que es responsable de un 50% de la carbono-neutralidad, y según indica también la IEA, podría reducir un tercio de los gastos energéticos en el mundo.
Roxana Silva, presidenta de Anesco Chile, afirmó que los desafíos en Chile no son tan distintos. “Los usuarios de energía de todo tamaño requieren soluciones rápidas y seguras para cumplir con las leyes vigentes, a la vez de poder modernizar sus instalaciones y enfrentar las alzas de tarifas eléctricas”, sostuvo.
Asimismo, desde la asociación resaltan algunas cifras que ponen en contexto las oportunidades de la EE, como valiosa herramienta. Al considerar el consumo de energía anual en Chile a 2020, de 329.293 GWh/año, y la meta considerada en la ley de EE, de reducción de la intensidad energética país de 10% a 2030, proyectan que la energía consumida sería de 30.000 GWh/año, lo que equivale a la disminución de emisión de gases efecto invernadero (GEI) de 14 millones de toneladas CO2/año. Eso equivaldría a un ahorro en el gasto anual por energía no consumida de 3.000 millones US$/año; lo que a su vez se podría equiparar a varios proyectos como: 15 centrales tipo Cerro Dominador, dos líneas de Metro promedio; la construcción de seis hospitales públicos o 70.000 viviendas sociales.
Propuestas
En ese contexto, Anesco Chile elaboró el documento “Propuestas para masificar la eficiencia energética en el país”, que corresponde a un levantamiento de experiencias desde los socios para mejorar y destrabar las barreras aún existentes para la EE y el modelo ESCO en el sector público como privado. Así, el texto contiene una lista de sugerencia que en los próximos días se entregarán a diferentes actores, como la división de Sostenibilidad Energética del Ministerio de Energía, entre otros.
El texto hace referencia a las oportunidades que ofrece la EE y el modelo ESCO, además de datos específicos y de modificación o soluciones simples a integrar en procedimientos, reglamentos o programas vigentes y que podrán posibilitar la mejora continua en cada entidad, en cuanto a gestión de la energía.
Por su parte, el director de Anesco, Hernán Urrutia, advirtió, que el crecimiento económico siempre viene aparejado de mayor consumo eléctrico. «Por lo tanto, es pertinente hoy tomar decisiones para crecer de forma eficiente y no producir un nuevo acople entre las curvas del PIB y el consumo energético”, recalcó.