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La electromovilidad podría ser la palabra del año en español

La electromovilidad podría ser la palabra del año en español

(Diario El Sur) Por séptimo año consecutivo, la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) elegirá de entre los más de 250 términos a los que ha dedicado algunas de sus recomendaciones diarias sobre el uso del idioma, la palabra del año.

Antes de la elección definitiva, que se realizará el domingo 29 de diciembre, el organismo promovido por la Agencia efe y BBVA, dio a conocer una lista con las doce candidatas del 2019.

Estas son electromovilidad, desglobalización, neonegacionismo, exhumación, DANA, huachicolero, influente, emoji, albañila, cúbit y superdesempate.

El coordinador general de la Fundación Fundéu, Javier Lascuráin, explicó que en la selección de estas candidatas, el equipo «valora el interés lingüístico, la presencia en los medios y la trascendencia de los fenómenos en los que aparecen esas voces».

Ello porque las preclasificadas deben responder a ciertos criterios. Por un lado, que sean términos que hayan estado, en mayor o menor medida, presentes en el debate social y en los medios de comunicación; y por otro que, por su formación, significado o dudas de uso, ofrezcan interés desde el punto de vista lingüístico; y hayan sido, por tanto objeto de alguna de las recomendaciones de la Fundación.

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Movilidad eléctrica y cambio climático

Movilidad eléctrica y cambio climático

A nivel mundial, el sector transporte contribuye con un 23% de las emisiones de dióxido de carbono asociadas al rubro energía. En Chile esta cifra es de 21%, lo que incluye transporte terrestre, aéreo y marítimo a nivel nacional. Una forma de contrarrestar este importante efecto para el calentamiento del planeta es la electromovilidad, pero para que su impacto sea realmente positivo debe implementarse simultáneamente junto a otros factores tecnológicos y sociales.

Un vehículo eléctrico puro tiene cero emisiones directas de dióxido de carbono, además de no generar contaminantes dañinos para la salud y reducir la contaminación acústica significativamente. Los vehículos modernos con motor de combustión interna cumplen con exigentes estándares de emisión, llegando a niveles muy bajos de contaminación local, pero no reducen la cantidad de dióxido de carbono. Por esta razón, desde un punto de vista de cambio climático, migrar desde los motores de combustión interna a eléctricos es una alternativa muy conveniente.

Sin embargo, para que la comparación entre ambos sistemas sea justa, es necesario considerar todo el ciclo de vida de ambas alternativas. Esto incluye la huella de carbono asociada al proceso de fabricación de todos los componentes de un vehículo, la generación de electricidad, la utilización de energía durante toda su vida útil y la disposición final de todas sus piezas. Al hacer este ejercicio se obtiene como resultado que un vehículo eléctrico con baterías de ion litio tiene una huella de carbono un tercio más pequeña que un vehículo convencional moderno, con una matriz de generación como la de Alemania.

Además, la matriz de generación será cada vez más basada en energías renovables y los procesos de fabricación de baterías y componentes se harán más eficientes a medida que la tecnología se masifique, al igual que su reciclaje.

Los vehículos del futuro cercano no solo serán eléctricos, sino que también compartidos y autónomos. Se espera que esto reduzca de manera significativa la demanda por viajes, lo que evitará la cantidad de CO2 que estos viajes habrían generado. Adicionalmente, se espera que el uso de vehículos eléctricos pequeños de 2 o 3 ruedas invadan la micromovilidad en zonas urbanas, donde residirá el 90% de la población, desplazando de las calles a los vehículos tradicionales de hoy.

Electromovilidad: Desafíos técnicos en infraestructura

Electromovilidad: Desafíos técnicos en infraestructura

La electromovilidad tiene el objetivo de reemplazar el uso del transporte con combustibles fósiles, por tecnologías más eficientes y limpias. Diversos países ya han tomado la decisión de sumarse a esta tendencia y Chile no está ajeno a aquello. Considerando que ya está resuelto el tema de por qué se requiere la electromovilidad, se deben estimar los impactos en la red eléctrica de distribución y en la matriz eléctrica nacional, además de ver su impacto en la economía, infraestructura, recaudación tributaria y aspectos tarifarios de las redes.

¿Quiénes serían los comercializadores, quiénes podrían desarrollar las estaciones de carga, existirían concesionarios y/o propietarios de las redes? Las respuestas deben adecuarse a los cambios tecnológicos que podrían surgir como definición de combustibles diferentes.

Según el grado de penetración de la electromovilidad en el país, en el transporte público y privado, se deberá analizar si la infraestructura eléctrica actual es adecuada o se tendrán que tender redes de distribución adicionales paralelas en las ciudades, y ver cómo se financiarían. Hay que definir los conceptos y normalización de “estaciones de carga” tanto para transporte público (centralizado) y de servicio público (centralizado y distribuido) como para empresas y domicilios. La SEC ya está trabajando en ello.

Por otra parte el impacto en la red de distribución durante la carga de los vehículos, principalmente de noche, requerirá de la capacidad de redes y energía suficiente para operar con simultaneidad. Dependerá del grado de participación de la electromovilidad, su implementación en el tiempo y de la combinación que podría existir con la generación distribuida domiciliaria con almacenamiento, de su escala y de las micro redes aisladas. Además, los empalmes domiciliarios actuales podrían no permitir recargar los vehículos en tiempos adecuados y simultáneos.

Con todo, no se visualiza un efecto importante en el impacto en la Matriz Eléctrica Nacional, aunque dependerá del grado de masificación de los vehículos eléctricos y los tiempos de implementación. La incorporación será paulatina y el crecimiento de la generación dará cuenta del aumento de la demanda y podrá suplir esas necesidades. Por su parte, la generación distribuida a nivel ciudad con almacenamiento (conectada o aislada de la red) y su grado de implementación, reduciría los requerimientos de energía desde la red.

 

ABB y Fórmula E se asocian para impulsar electromovilidad sustentable

ABB y la Fórmula E, realizaron una sociedad que pretende defender la electromovilidad en un futuro sostenible. La empresa tecnológica será el patrocinador oficial de la primera serie internacional de vehículos deportivos FIA completamente eléctricos del mundo. La alianza potenciará una plataforma competitiva para desarrollar y probar tecnologías de electrificación y digitalización relevantes para la movilidad eléctrica, unida al impulso tecnológico en electrificación y solución de carga de vehículos.

«Estamos muy entusiasmados de asociarnos con la Fórmula E para escribir el futuro de la movilidad eléctrica», dijo el CEO de ABB, Ulrich Spiesshofer. «Hoy, dos pioneros se están uniendo. ABB y la Fórmula E son la combinación natural a la vanguardia de las últimas tecnologías de electrificación y digitales. Juntos, escribiremos la siguiente fase de esta emocionante actividad deportiva y fomentaremos equipos de alto rendimiento».

ABB es una empresa internacional que ofrece soluciones de carga para automóviles eléctricos, autobuses eléctricos e híbridos, así como soluciones de electrificación para buques y ferrocarriles. Ingresó al mercado de carga-EV en 2010 y hoy cuenta con una base mundial de rápido crecimiento de más de 6.000 cargadores rápidos.

Por su parte, Alejandro Agag, fundador y CEO de Fórmula E, señaló que «este es un día histórico para la Fórmula E y me siento honrado de dar la bienvenida al líder mundial en tecnología ABB como socio principal, con sus antecedentes y experiencia en el campo de la electrificación y tecnologías digitales. Nuestras dos compañías son sinónimo de superar los límites de lo que es posible. Juntos, como socios, mostraremos la tecnología de vanguardia a escala mundial a los aficionados que siguen el Campeonato ABB FIA Fórmula E».

Campeonato ABB FIA de Fórmula E

El Campeonato ABB FIA de Fórmula E, es la serie de carreras de calle eléctricas de la FIA y la primera categoría de monoplazas totalmente eléctrica del mundo del automovilismo. Actualmente, corre en Nueva York, Hong Kong, París y Zurich.

En la cuarta edición de la serie, 10 equipos y 20 conductores competirán en 11 ciudades de los cinco continentes en la lucha para coronarse campeón de la ABB Fórmula E. La carrera de 2018, inició en Marrakech (Marruecos) el 13 de enero, continuará en Santiago (Chile) el 3 de febrero, y finalizará en el mes de julio.

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