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El potencial geotérmico de la Región Metropolitana

El potencial geotérmico de la Región Metropolitana

La energía geotérmica es continua y estable cuando es bien gestionada, ya que no depende del clima, de la hora del día o la estación del año, a diferencia de las otras energías renovables.

Por su ubicación, Chile cuenta con importantes recursos geotérmicos, los que se evidencian en la gran cantidad de volcanes y fuentes termales existentes, estimando el potencial en hasta 16.000 MW eléctricos, sin embargo, la energía geotérmica no ha despegado aún en el país, principalmente por el alto riesgo financiero de la etapa de exploración. En necesario perforar pozos a grandes profundidades para encontrar la fuente geotérmica, los que pueden costar varios millones de dólares, con el riesgo de no encontrar el potencial suficiente para generar electricidad en el pozo.

En ese sentido, el Ministerio de Energía ha estado trabajando, desde la promulgación de la Ley de Geotermia el año 2000, en mejorar las condiciones para el desarrollo de estas iniciativas.

En la actualidad se está trabajando, con ayuda de cooperación internacional del BID y el Banco Mundial, en mejorar el sistema de concesiones, en un mecanismo de mitigación del riesgo geotérmico, asistencia técnica para el desarrollo sostenible de la geotermia, además de la mesa público-privada de geotermia y los procesos de consulta indígena en diversas zonas de concesión, entre otras acciones.

Hoy en Chile contamos con 10 concesiones de exploración y 12 de exploración vigentes, además de 15 nuevas solicitudes de concesión. Este año entró en operación la central geotérmica Cerro Pabellón en la región de Antofagasta, con 48 MW de potencia, siendo la primera de su tipo en el país.

En la Región Metropolitana, donde generamos solo el 17% de la electricidad que consumimos, hemos apostado por la energía hidráulica y solar llegando hoy al 50% de la capacidad instalada con fuentes limpias de energía. Sin embargo, el potencial geotérmico de las zonas cordilleranas, donde hoy contamos con dos concesiones de exploración, es una alternativa de futuro que debemos explorar.

Los usos directos de la geotermia para climatización y otros también se comienzan a vislumbrar como alternativas. Recientemente en un colegio de Calera de Tango se realizó el lanzamiento del primer centro de difusión de la geotermia de baja entalpía, financiado por el Fondo de Protección Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, y formulada por los vecinos de la comuna en el marco de la Estrategia Energética Local desarrollada por el Ministerio de Energía.

Hay que tenerlo claro: la geotermia es el futuro.

Las ERNC y la capacitación de profesionales y técnicos

Las ERNC y la capacitación de profesionales y técnicos

En julio se dieron a conocer los resultados de un estudio realizado por el Observatorio Laboral de Antofagasta −iniciativa desarrollada por la Universidad Católica del Norte (UCN), el Sence y la Sofofa− el cual arrojó que el sector energético duplicó la generación de nuevos puestos de trabajo, esto, según el estudio, se debe a la estrategia de diversificación de las fuentes energéticas existentes en la zona, especialmente las no convencionales, lo cual tendrían un impacto en la actividad económica y en particular en el ámbito laboral, en especial a través de los nuevos proyectos que están en desarrollo.

Al conocer estos resultados, recuerdo de inmediato el inicio del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y mis primeros meses como Seremi, cuando revisé la cartera de proyectos y me encontré que existían cerca de 50 iniciativas en distintos estado de desarrollo, de los cuales dos se encontraban en construcción. En este sentido una de las primeras tareas que realicé fue visitar las obras de estas nuevas plantas, donde nos encontramos que los trabajadores de estas iniciativas eran profesionales y técnicos húngaros, alemanes y españoles. Esto por cierto llamó poderosamente nuestra atención y consultamos con los dueños las razones del por qué no habían chilenos trabajando en estas faenas y la respuesta fue simple: ¡No existe mano de obra calificada!

Al darnos cuenta de esta realidad, nos pusimos como meta solucionar esta carencia y junto al Comité de Desarrollo Productivo Regional conformamos la Mesa del Clúster Solar de Antofagasta. Para abordar esta brecha existente concretamos algunas alianzas estratégicas con instituciones claves como el Centro de Desarrollo Energético de la Universidad de Antofagasta (CDEA) y la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, para en conjunto con estos destacados organismos comenzar a capacitar tanto a técnicos como a profesionales en instalación, mantención y operación de plantas de energías renovables no convencionales.

Todo esto lo hicimos rápidamente, pues no podíamos desperdiciar tiempo considerando que hoy en la región existe una cartera de proyecto de 111 iniciativas de generación de energía y transmisión (en distintas etapas de desarrollo) y lideramos a nivel nacional la inversión superando los US$30.000 millones. Si se concretan estas iniciativas se necesitarán más de 4.000 nuevos puestos de trabajos, que podrían cubrir parte del desempleo y entregar dinamismo a la economía regional.

En este contexto hace un mes, junto al Comité de Desarrollo Productivo Regional de la Región de Antofagasta con el apoyo del CDEA y la CDT, dimos inicio a la tercera versión del programa de formación de Capital Humano en el área solar, en el cual participan 120 alumnos que recibirán competencias en instalación, operación y mantenimiento de paneles fotovoltaicos de gran escala y de escala residencial, pues esto es lo que necesita la región y el sector; formación de capital humano, para que nunca más existiendo puestos de trabajos, nuestra gente no pueda optar a ellos por falta de competencias.

La energía solar como motor de desarrollo en la RM

La energía solar como motor de desarrollo en la RM

Es conocido por todos la importancia que implica para el desarrollo de nuestra matriz energética el recuperar como país nuestra vocación renovable. Así lo plantea la Agenda de Energía en su pilar que promueve el “desarrollo de nuestros recursos energéticos propios”, y también la propuesta de “Hoja de Ruta” para 2050, que es la base para el desarrollo de la Política Energética de largo plazo del país y que actualmente se encuentra en periodo de consulta pública.

Dicho documento indica como desafío contar con un 60% de energías renovables a 2035 y un 70% a 2050, además de convertir al sector energía en un motor de desarrollo regional. Nos preguntamos entonces ¿Cómo la Región Metropolitana podría aportar en el cumplimiento de estas metas para alcanzar ese desarrollo energético?

Hoy sabemos que la zona norte de la Región Metropolitana presenta condiciones de radiación solar similares a la que encontramos en Iquique, con valores aproximados de 5,8 kWhr/m2 día. Estas excelentes características, sumadas a las holguras que se presentan aún en algunas líneas de transmisión de la zona, generan condiciones favorables para que la energía solar fotovoltaica juegue un rol fundamental en la matriz de generación regional.

El proyecto “Quilapilún” ubicado en la Provincia de Chacabuco, Comuna de Colina, es el primer parque solar fotovoltaico en construcción de la Región Metropolitana, por un total de 104 MW. Por otra parte, recientemente fue aprobado ambientalmente el parque solar fotovoltaico “Cerro Blanco” por otros 20 MW en la Comuna de Til Til y se encuentran en etapa de evaluación ambiental otros tres parques solares fotovoltaicos, por un total de 366 MW, todos ellos ubicados en la Comuna de Til Til.

De materializarse el desarrollo de estos proyectos tendríamos en la Región Metropolitana un total de 490 MW de capacidad instalada en proyectos solares y se totalizarían inversiones por 967 millones de dólares. Por otra parte existen a la fecha catorce pequeños medios de generación distribuida (PMGD) de proyectos de energía solar fotovoltaica en las comunas de Melipilla, Lampa, Quilicura y Pudahuel, por un total de 38,92 MW.

A estos proyectos se suma el Programa de Techos Solares Públicos, cuyo objetivo es contribuir a la maduración del mercado fotovoltaico para autoconsumo, y que en la Región Metropolitana se está implementando en edificios importantes para la comunidad como son el Teletón y el Centro Cultural Gabriela Mistral.

Destacamos de esta manera el aporte de la energía solar fotovoltaica a nivel regional y su rol en el desarrollo y cumplimiento de las metas planteadas por nuestra “Hoja de Ruta” y nuestra futura política energética. El uso de la energía solar para el desarrollo energético de la Región Metropolitana inició su camino y llego para quedarse.

La proyección energética de la Región del Biobío

La proyección energética de la Región del Biobío

Chile tiene el costo de energía más alto de Latinoamérica y actualmente consumimos solo 3,6 MWh al año, lejos de los 8,3 MWh al año, que tienen como promedio los países de la OCDE. Es decir, a medida que el país vaya creciendo, desarrollándose y dejando atrás la pobreza, requerirá más electricidad, por lo que necesitaremos contar con más centrales de generación.
En tal sentido, el trabajo que realice cada región es fundamental para generar la electricidad que el país necesitará. De esta forma la Región del Biobío ha venido trabajando intensamente, debido a sus propias necesidades como zona altamente industrial.
Es así como en 1999 generó 6.678 GWH, mientras que en 2014 tal cifra alcanzó los 15.211 GWH, incrementando su producción energética en un 228% en 15 años, alcanzando la mayor capacidad instalada del país con 4.256 MW.
A futuro en esta región se contempla la instalación de 57 proyectos energéticos, los cuales ya tienen su Resolución de Calificación Ambiental aprobada y que suman 3.809
MW, siendo el 26% de ellos a partir de Energías Renovables No Convencionales (ERNC).
De los proyectos ERNC ambientalmente aprobados, destacan los eólicos con un 67% y que suman 1.700 MW de potencia los cuales estarán ubicados principalmente en las Provincias de Arauco y Biobío; le sigue las centrales térmicas a biomasa forestal y agrícola, las que representarán el 20% del total de las ERNC proyectadas para la región.
Cabe destacar que el total de proyectos contemplados pueden realizar una inversión cercana a los 6.600 millones de dólares, lo que conllevaría la creación de alrededor de 13.290 puestos de trabajo en la etapa de construcción, con un pick de 20.700 empleos, los que se producirían a medida que avance cada proyecto. Paraluego, en el periodo de operación, tener 2.500 nuevos puestos de trabajo estables.
Otro impacto de lo anterior es la necesaria competencia que se alcanzará una vez que los proyectos entren en operación, permitiendo desplazar a las unidades de costos medios de operación más altos, así como la diversidad de actores en el mercado, y la tan anhelada matriz energética diversificada.
En definitiva, la energía es importante y una forma de alcanzar el desarrollo y mejorar nuestra calidad de vida, por lo que el desarrollo de nuevos proyectos energéticos es una buena noticia, siempre y cuando estos respeten el medio ambiente y, sobre todo, a las comunidades de su entorno más cercano.