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Emergencias y el desafío de las distribuidoras eléctricas

Chile enfrenta un nuevo escenario en materia de cambio climático y desastres naturales. Solo un dato que habla por sí solo: casi la mitad de los desastres naturales relevantes que han azotado al país desde 1960 a la fecha, han ocurrido en los últimos tres años, según datos del Ministerio del Interior.

En este contexto me parece responsable advertir que tendremos más episodios de esta naturaleza, cuya magnitud y habitualidad aumentará por factores que no podemos controlar y que están asociados, con seguridad, al cambio climático. Sin ir más lejos, los expertos afirman que la próxima temporada de incendios forestales en la zona centro sur de Chile podría ser similar a la que vivimos el año pasado.

En este sentido, es importante recordar la multicausalidad de estos eventos, los que de manera abrumadora se generan por actos humanos intencionales, siendo las fallas en el tendido eléctrico solo una hipótesis de mínima ocurrencia, dentro de muchas otras estadísticamente mucho más probables. De hecho, históricamente la incidencia eléctrica en incendios forestales no ha superado el 2% de las múltiples posibilidades, las que van desde actividades forestales y agrícolas, pasando por el descuido de las personas, para terminar en los varios incendios intencionales que son denunciados e investigados por la justicia. Por otra parte, más allá de las causas, es importante tener presente que la extensión de estos eventos está relacionada directa e íntimamente con las condiciones climáticas de propagación, como las altas temperaturas, condiciones de humedad, el viento y la distribución del material combustible.

Aun así, este nuevo escenario climático impone un desafío enorme, también, para las empresas de servicio público, como son las distribuidoras eléctricas. Es por eso que estamos adaptando y mejorando nuestros procesos, intensificando los planes permanentes de poda para despejar las zonas de vegetación cercanas a las líneas, incorporando nueva tecnología −como uso de drones, nuevos equipos de protección o líneas recubiertas, por nombrar las más significativas− junto con potenciar nuestras acciones de relacionamiento con la comunidad. De igual manera, hemos ampliado nuestros trabajos conjuntos y mesas de trabajo con diversas autoridades y organismos.

Es prioritario que, como país, estemos mejor preparados frente a estos eventos, lo que involucra el compromiso de actores públicos y privados, como también de la comunidad. Desde el Estado, se requiere de un cambio regulatorio que ponga la calidad de servicio como el foco principal para el desarrollo de esta industria en el futuro; superando así un modelo que funcionó bien por 30 años, pero que hoy resulta insuficiente frente a los estándares que exige la sociedad. También los ciudadanos debemos adquirir mayor conciencia sobre el manejo del fuego, asumiendo nuestras propias obligaciones y responsabilidades, las que van desde el respeto a la normativa eléctrica en materia de plantación de árboles en zonas cercanas a las líneas, hasta el corte de pastizales de sus predios. En cuanto a las distribuidoras eléctricas, estamos haciendo un gran esfuerzo para cumplir con nuestro servicio de manera eficiente y segura, al mismo tiempo que seguimos mejorando nuestros procesos en las tareas de prevención y colaboración en el manejo de estas emergencias.

Un año de grandes avances

Un año de grandes avances

El 2015, fue probablemente uno de los más intensos de la historia reciente del sector eléctrico chileno. Los desafíos eran inmensos, especialmente aquellos relacionados con la normalización de los precios de compra de energía en el sistema de licitaciones y las necesarias mejoras físicas y regulatorias del sistema de transmisión chileno.

Comenzamos este nuevo año con las conclusiones y prioridades de la agenda energética discutida y dada a conocer durante el año pasado, y que se anclaba en tres pilares básicos: más competencia y mejores precios en energía; una nueva regulación de la transmisión y la interconexión de los sistemas, y finalmente una mejora sustantiva en la manera de relacionarnos con las comunidades y el territorio.

Con satisfacción podemos decir que los cambios que en conjunto con el gobierno impulsamos al sistema de licitaciones de suministro eléctrico, unido a otros elementos propicios en la estructura de costos de la provisión de energía, nos permitió lograr adjudicaciones de contratos en condiciones de gran competencia y a precios históricos, inferiores a los US$80 por MWh, lo que representa una disminución cercana al 40% desde los casi US$130 por MWh a los que adjudicamos contratos en 2013.

En transmisión, finalmente se aprobó la interconexión de los dos principales sistemas eléctricos del país, el SIC y el SING y a su vez se inició la discusión de un proyecto de ley de Transmisión que en lo esencial apunta en la dirección correcta, a efectos de permitir que la columna vertebral de todo sistema eléctrico logre desarrollarse en condiciones de seguridad, suficiencia y mirada de largo plazo, de manera que la transmisión sea un elemento que apoye el desarrollo competitivo del sector, en lugar de ser un cuello de botella permanente.

En la relación con nuestros clientes, hemos venido desarrollando un constructivo trabajo con las autoridades sectoriales para colaborar en formas de interacción más fluidas y claras con los usuarios finales. Destacamos en este punto los progresos en la claridad de las boletas de servicio y la permanente coordinación para mejorar los índices de calidad de nuestro servicio. Podemos decir con satisfacción que el 2015 fue un año de grandes avances y estamos seguros que el 2016 será aún mejor.

Por supuesto, queda mucho por hacer. Los contratos resultantes de las licitaciones deben ser coronados con proyectos que logren ejecutarse a tiempo y de manera impecable, en todos los ámbitos. La normativa sobre transmisión aún debe culminar su trámite legislativo, y la relación con clientes y comunidades es un desafío permanente, en el que la única receta posible es estar más cerca, escuchar con más atención y desarrollar todas nuestras actividades sabiendo que el objetivo último del sector es el bien común del país, la satisfacción de las necesidades de las personas y el desarrollo de nuestra economía.

Empresas remarcan necesidad de destrabar proyectos energéticos

(El Mercurio) Solo un día falta para conocer la agenda energética que elaboró el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Mañana a las diez y media de la mañana se presentarán en La Moneda las proposiciones en un documento de 25 páginas, y un anexo de igual extensión.

La agenda apunta a trazar un camino para resolver problemas que enfrenta el país en materia energética y que ya están minando la competitividad de las industrias a raíz de factores como son los altos precios que se pagan en Chile por la electricidad y la falta de proyectos nuevos por trabas, como la judicialización de las iniciativas, entre otros obstáculos.

Ayer, en el marco del XIII Encuentro Energético ElecGas 2014, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, señaló que la agenda «nos va a dejar con mucho trabajo que hacer, que hemos tratado de definir con el mayor grado de acción, pero por sobre todo la agenda va a ser un largo camino que vamos a tener que caminar juntos». El encuentro congregó a los ejecutivos de las empresas más importantes del sector, quienes se refirieron a los desafíos que enfrenta hoy la industria energética.

Uno de los temas recurrentes en las exposiciones de los gerentes fue la escasa competencia en el rubro; y la falta de un orden territorial para la instalación de infraestructura energética. Este último punto ha elevado la incertidumbre por la falta de definición de zonas aptas para instalar proyectos de generación eléctrica.

 Ministro de Energía: «Sector está entrampado, sobre todo por el descuido por la competencia y el rol social de la empresa»

La agenda energética no será la «varita mágica» que solucionará los problemas del sector, dijo el ministro de Energía, Máximo Pacheco, ante ejecutivos del sector presentes en Elecgas. «Va a ser un largo camino que tendremos que caminar juntos», dijo, y recordó que mañana el Gobierno anunciará las medidas de corto, mediano y largo plazo que componen la agenda del rubro y que tienen como objetivo sacar a la industria del estancamiento que ha vivido en los últimos años.

«Tenemos que hablar con honestidad de cómo fue que llegamos a este entrampamiento en el sector, con nefastas consecuencias en cuanto a precio, suficiencia energética y sustentabilidad. Muchas personas creen que justamente se debe a diversos factores, entre los que destacan como principales el descuido por la competencia y por el rol social de la empresa», enfatizó Pacheco.

«A veces, la competencia asusta, pero no conozco a ningún deportista que haya desarrollado su musculatura mirando a otros levantar pesas. La única forma es hacer uno mismo el ejercicio», sostuvo. Y agregó que su principal preocupación radica en el alto precio que tiene la electricidad en el país. «Necesitamos mayor dinamismo inversor, mayor competencia y una mejor gestión social y ambiental», dijo. Su prioridad como ministro es ser puente para recuperar el diálogo entre las partes involucradas en la industria. Esto, según dijo, porque está consciente de que los principales reclamos de esta se originan en la falta de certeza que existe para los inversionistas y en la falta de confianza. «Nos propusimos, como ministerio, servir de puente, y a la vez sacar a algunos de sus trincheras, ya sean ideológicas, políticas o de otro tipo», adelantó.

Castillo: judicialización prueba la falta de relación con comunidades

Para el director ejecutivo de Empresas Eléctricas AG, Rodrigo Castillo, la falta de oferta creciente de generación debería ser un tema primordial en la agenda energética.

A su vez, destacó la necesidad de relacionarse mejor con las comunidades, de avanzar en temas de ordenamiento y justicia territorial. «En un negocio como el nuestro, la responsabilidad básica de las industrias es relacionarnos tempranamente con las comunidades, y que nuestros proyectos en la forma en que son presentados, sean de valor compartido con ellos. Ese es un aspecto que no hemos logrado solucionar suficientemente en el último tiempo y la prueba de ello es el nivel de conflicto y judicialización de los proyectos», enfatizó.

Por último, dijo que es relevante la promoción de la eficiencia energética y el desarrollo más agresivo de ERNC, lo que podría llevarse a cabo con un rediseño del sistema de licitaciones, pero no solo en su calidad de principal elemento de compra de energía para los clientes regulados, sino también como herramienta de política pública para el fomento de la competencia y desarrollo tecnológico.

Endesa: cuando no se traba la inversión, el sector es competitivo

«Cuando no hay trabas a la inversión, el sector es muy competitivo», advirtió ayer José Venegas, gerente regional de gestión de energía y comercialización de Endesa (en la foto). Explicó que antes de la judicialización de los proyectos, la competencia en el sector era intensa.

«Los bajos precios de las primeras licitaciones mostraron la confianza de los agentes en el desarrollo de nuevos proyectos y en un sistema en el que prevalecía fuertemente la generación hidráulica», sostuvo.

El ejecutivo dijo ayer en ElecGas que se debe hacer un esfuerzo por diseñar bases de licitaciones que se hagan cargo de la incertidumbre. Entre estas, deberían aumentar los plazos para que los nuevos agentes puedan ofertar, ofrecer precios reales y evitar subsidiar a algunos agentes o a ciertas materias primas. Según Venegas, los precios regulados hoy difieren de las señales del mercado, que todos los agentes están llevando a los clientes libres o grandes consumidores. «Las discriminaciones terminan siendo una traba a la inversión futura», explicó.

El ejecutivo ve como complejo reducir los proyectos hidráulicos, que son los que permiten precios más bajos de la energía. Si bien reconoció que las ERNC están elevando su competitividad, advirtió que no sustentan por sí solas las curvas de carga de consumo.

Codelco: Proyectos mineros no soportan precios de energía como los adjudicados

El gerente de energía y recursos hídricos de Codelco, Andrés Alonso, aseguró que los proyectos mineros no soportan precios de energía como los adjudicados en las últimas licitaciones de las distribuidoras.

El ejecutivo comentó que 12% de los costos operacionales de la cuprera estatal -el mayor consumidor de energía en el país- se explica por este factor. Por esta necesidad, explicó, crearon el proyecto Luz Minera, una central a gas de ciclo combinado desarrollada con tecnología de última generación que se ubicará en el parque industrial de Mejillones. Advirtió que desarrollaron esta central porque un proyecto minero no puede enfrentarse a un precio tan alto como el que ofrecen las empresas distribuidoras y tampoco puede quedarse sin suministro.

Alonso sostuvo que si hubiese procesos de licitación competitivos, donde pudiesen entrar varios operadores, los consumidores podrían ahorrar grandes montos de dinero. Agregó que hoy las mineras deben asumir la transferencia de costos marginales del sistema ante períodos de mantenimiento, el traspaso de costos del sistema eléctrico, contratos de largo plazo y cambios de ley, entre otros.

Transelec resalta el rol de la transmisión

Dos temas ve como prioritarios en materia de transmisión el vicepresidente de desarrollo de negocios de Transelec, Eric Ahumada.

El ejecutivo resaltó que es necesario contar con un sistema eléctrico con holgura que tenga ramales por todo el país. A su juicio, éste es uno de los ingredientes necesarios para facilitar el incremento de la competencia de la industria. También solicitó elevar los niveles de seguridad en el suministro eléctrico. «Estas dos cosas juntas generan condiciones que contribuyen a tener una matriz diversificada, reducen el costo de energía a largo plazo y promueven la competencia», explicó el ejecutivo.

Ahumada también planteó que se incorpore en la agenda energética la necesidad de establecer un ordenamiento territorial que permita crear una franja para que puedan pasar por ellas líneas de transmisión a futuro.

A su vez, manifestó que en la compañía ven como primordial revisar los peajes que se pagan por transmisión y los planes de expansión de los sistemas troncales. «El problema grave está en solucionar los problemas de generación, pero esperamos que después de ello la transmisión no sea un cuello de botella (para el transporte de energía)», advirtió. Dijo que hay consenso sobre la necesidad de avanzar en transmisión, pero que aún no se llevan a la práctica los proyectos necesarios.

Para planificar nuevas iniciativas de generación, enfatizó, se requiere tener certeza de dónde, cuánta capacidad, qué tecnologías y cuándo entrarán en operación dichos proyectos. También indicó que el sector debe mejorar el acceso a los sistemas de transmisión de las ERNC, los procesos de mitigación de los impactos ambientales y sociales, entre otros aspectos.