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¿Qué viene para las energías renovables?

¿Qué viene para las energías renovables?

Ya es por todos conocidos la fuerte e intensa penetración que han tenido las ERNC en nuestro país y en poco tiempo se han convertido en una “energía real”, tangible; sus electrones son tan ciertos como los de cualquier otra tecnología y su participación en la matriz, con el actual modelo, debiera rondar a su factor de planta.

Por la naturaleza del servicio, el comportamiento que se espera ahora, es una concentración del mercado, dejando 3 o 4 empresas de energía renovables; viniendo un mercado secundario en la búsqueda de los mejores proyectos, con los mejores contratos y supuestos más asertivos. Un escenario que no debería darse, y que constituirá un fracaso, es que las empresas ERNC se volvieran insolventes y que sus activos fueran administrados por los financistas.

Por ello, en los próximos años, se viene un momento intenso de compra/venta de proyectos y los “grandes deben salir a comprar” y los ERNC mostrar su mejor cara, dejando de manifiesto todos los mitos que han debido derrotar.

El interés existe y existirá, porque, como indican los estudios y planteamientos de SERC (U de Chile y otras universidades) y la Agenda Energética, Chile debe convertirse en un polo solar de la región (Recurso solar y litio). Es nuestro nuevo “salitre” y debemos convertirnos en exportadores de soluciones de tecnología solar & eólica.

Lo que debe fortalecerse

  • Modificaciones al actual modelo de despacho

El actual modelo marginalista, con los parámetros y variables incluidos en él, le sigue afectando (por su bajo factor de planta). Es necesario que las ERNC actúen “a contra embalse”, revisar el modelo de despacho&precios e incorporar señales más allá de las actualmente consideradas. Concesiones que se han hecho con otras tecnologías convencionales.

  • Modificaciones a la actual regulación

Es necesario revisar la periodicidad y plazos de todos los cálculos tarifarios que actualmente se hacen. En efecto, obedecen a herramientas que han sido superadas y la repuesta que hoy necesitan los proyectos de inversión de ERNC sugieren una respuesta mucho más ágil. Se debe seguir bajando las barreras de entrada y el acceso a la red debe superarse de una vez por todas.

  • Interconexión Interregional

La interconexión regional que se dará en el futuro es una oportunidad para las ERNC y en un sistema enmallado, la intermitencia no es un problema. Por eso, la apuesta de los grandes es ahora, después será más caro.

ERNC y energía en base a Gas Natural: la pareja ideal

ERNC y energía en base a Gas Natural: la pareja ideal

La conferencia en París del cambio climático (COP 21) estableció metas muy exigentes para poder frenar el avance del calentamiento global en no más allá de 2 °C para 2020.

En este sentido se está vislumbrando que es posible obtener el compromiso de al menos el 55% de los países productores de Gases Efecto Invernadero (GEI) antes de fines de 2017, lo cual sería una noticia muy positiva para nuestro planeta. Incluso, algunos expertos apuntan a que si se logra el compromiso de las grandes potencias antes de 2018 (Rusia, China, USA, India, Japón), se puede pensar en valores de hasta 1,5°C.

Sin embargo, para poder cumplir este compromiso, todas estas naciones deben apuntar a mitigar en la medida de lo posible su emisión de GEI.

Hablando de generación de energía, el complemento de las ERNC con la generación de base a gas natural hoy se muestra como el mix más amigable con el medio ambiente, disponible hasta el momento.

Para llegar a esta conclusión del mix de energía se deben considerar varios factores. El primero tiene que ver con que todavía las ERNC no pueden asegurar el suministro continuo y seguro de energía eléctrica durante las 24 horas los 365 días del año. En segundo lugar, se debe considerar el factor económico, el cual está directamente relacionado con el valor de las tarifas eléctricas que estamos dispuestos a pagar. El último punto a considerar es encontrar el tipo de generación que sea complementaria a las ERNC y que a su vez asegure el suministro continuo, independiente de las condiciones del medio, y con el menor impacto al medio ambiente.

Actualmente se cuenta con tecnología de punta para la mitigación de las emisiones gaseosas, logrando niveles que pueden llegar al 99%. En resumen, se puede lograr un mix de energía muy amigable con el medio ambiente y a precios asequibles.

Por otro lado, en Latinoamérica tenemos la ventaja de poder “mirar por el espejo retrovisor” y aprender de las experiencias que se han tenido en la UE y USA con el mix energético y aplicarlo en nuestros países. Y es que no hay duda: la energía eléctrica es hoy una necesidad fundamental para el desarrollo de grandes ciudades e industrias, insertas en un mundo cada vez más interconectado.

Ante este panorama, hoy es imprescindible poder avanzar en estos nuevos modelos energéticos, para asegurar un suministro de energía limpio y confiable para nuestro país, pensando en el cuidado del planeta y en el futuro de las nuevas generaciones.

Por un Chile alineado con el desarrollo sustentable

Por un Chile alineado con el desarrollo sustentable

Nuestro planeta está viviendo un proceso de cambio que resulta de las emisiones originadas por el hombre y pide a gritos una toma de conciencia real que conduzca hacia acciones de mitigación concretas y pronto.

El globo se está calentando cada año, las especies se extinguen, los glaciares se derriten y el nivel del mar sube. En Chile, el año pasado se inundó el desierto de Atacama, al mismo tiempo que incendios forestales afectaban la Araucanía y altas marejadas llegaban a la zona central. Nada es coincidencia, y el común denominador es el ya conocido Cambio Climático.

Hay que hacer cambios y hay que hacerlos ahora. Esta convicción es la que logra generar instancias como la COP 21, celebrada en diciembre de 2015 en Paris, donde los países se reunieron para comprometer aportes (INDC) que buscarán disminuir las emisiones de carbono en el planeta.

En esta línea, las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) asumen un rol protagónico, al ser un aporte limpio para la generación eléctrica, además de lo competitivas que han demostrado ser. Solo basta recordar los precios logrados en la última licitación de suministro para distribuidoras (USD$ 79,3) donde el 100% fue adjudicado a proyectos ERNC. Proyectos amigables con el medio ambiente, económicos y, además, rápidos de construir.

Uno de los pilares principales que sostienen el compromiso de Chile ante la COP 21 está construido en base a la mitigación de emisiones del sector de generación eléctrica. Si bien celebramos ese compromiso, estimamos que la aplicación de los impuestos verdes, incorporados dentro de la Reforma Tributaria impulsada por el actual Gobierno, merece ser trabajada de manera más coherente.

Si bien todo impulso que apoye la mitigación al cambio climático será siempre respaldado por Acera, creemos necesario revisar la incidencia, efectividad y monto de los impuestos verdes. Ellos son un primer paso para aminorar las emisiones de CO2 y desincentivar el uso de energías contaminantes en Chile y por ello creemos que ese es también uno de los puntos claves a trabajar para lograr efectivamente un cambio de la matriz energética.

Es necesario un precio del CO2 que “mueva la aguja” y que su costo sea efectivamente soportado por quienes son responsables de la generación en base a combustibles fósiles contaminantes. Esta es la única manera para que se desincentive el uso de esos combustibles y evolucionemos por la senda del desarrollo sustentable.

La energía solar como motor de desarrollo en la RM

La energía solar como motor de desarrollo en la RM

Es conocido por todos la importancia que implica para el desarrollo de nuestra matriz energética el recuperar como país nuestra vocación renovable. Así lo plantea la Agenda de Energía en su pilar que promueve el “desarrollo de nuestros recursos energéticos propios”, y también la propuesta de “Hoja de Ruta” para 2050, que es la base para el desarrollo de la Política Energética de largo plazo del país y que actualmente se encuentra en periodo de consulta pública.

Dicho documento indica como desafío contar con un 60% de energías renovables a 2035 y un 70% a 2050, además de convertir al sector energía en un motor de desarrollo regional. Nos preguntamos entonces ¿Cómo la Región Metropolitana podría aportar en el cumplimiento de estas metas para alcanzar ese desarrollo energético?

Hoy sabemos que la zona norte de la Región Metropolitana presenta condiciones de radiación solar similares a la que encontramos en Iquique, con valores aproximados de 5,8 kWhr/m2 día. Estas excelentes características, sumadas a las holguras que se presentan aún en algunas líneas de transmisión de la zona, generan condiciones favorables para que la energía solar fotovoltaica juegue un rol fundamental en la matriz de generación regional.

El proyecto “Quilapilún” ubicado en la Provincia de Chacabuco, Comuna de Colina, es el primer parque solar fotovoltaico en construcción de la Región Metropolitana, por un total de 104 MW. Por otra parte, recientemente fue aprobado ambientalmente el parque solar fotovoltaico “Cerro Blanco” por otros 20 MW en la Comuna de Til Til y se encuentran en etapa de evaluación ambiental otros tres parques solares fotovoltaicos, por un total de 366 MW, todos ellos ubicados en la Comuna de Til Til.

De materializarse el desarrollo de estos proyectos tendríamos en la Región Metropolitana un total de 490 MW de capacidad instalada en proyectos solares y se totalizarían inversiones por 967 millones de dólares. Por otra parte existen a la fecha catorce pequeños medios de generación distribuida (PMGD) de proyectos de energía solar fotovoltaica en las comunas de Melipilla, Lampa, Quilicura y Pudahuel, por un total de 38,92 MW.

A estos proyectos se suma el Programa de Techos Solares Públicos, cuyo objetivo es contribuir a la maduración del mercado fotovoltaico para autoconsumo, y que en la Región Metropolitana se está implementando en edificios importantes para la comunidad como son el Teletón y el Centro Cultural Gabriela Mistral.

Destacamos de esta manera el aporte de la energía solar fotovoltaica a nivel regional y su rol en el desarrollo y cumplimiento de las metas planteadas por nuestra “Hoja de Ruta” y nuestra futura política energética. El uso de la energía solar para el desarrollo energético de la Región Metropolitana inició su camino y llego para quedarse.

La proyección energética de la Región del Biobío

La proyección energética de la Región del Biobío

Chile tiene el costo de energía más alto de Latinoamérica y actualmente consumimos solo 3,6 MWh al año, lejos de los 8,3 MWh al año, que tienen como promedio los países de la OCDE. Es decir, a medida que el país vaya creciendo, desarrollándose y dejando atrás la pobreza, requerirá más electricidad, por lo que necesitaremos contar con más centrales de generación.
En tal sentido, el trabajo que realice cada región es fundamental para generar la electricidad que el país necesitará. De esta forma la Región del Biobío ha venido trabajando intensamente, debido a sus propias necesidades como zona altamente industrial.
Es así como en 1999 generó 6.678 GWH, mientras que en 2014 tal cifra alcanzó los 15.211 GWH, incrementando su producción energética en un 228% en 15 años, alcanzando la mayor capacidad instalada del país con 4.256 MW.
A futuro en esta región se contempla la instalación de 57 proyectos energéticos, los cuales ya tienen su Resolución de Calificación Ambiental aprobada y que suman 3.809
MW, siendo el 26% de ellos a partir de Energías Renovables No Convencionales (ERNC).
De los proyectos ERNC ambientalmente aprobados, destacan los eólicos con un 67% y que suman 1.700 MW de potencia los cuales estarán ubicados principalmente en las Provincias de Arauco y Biobío; le sigue las centrales térmicas a biomasa forestal y agrícola, las que representarán el 20% del total de las ERNC proyectadas para la región.
Cabe destacar que el total de proyectos contemplados pueden realizar una inversión cercana a los 6.600 millones de dólares, lo que conllevaría la creación de alrededor de 13.290 puestos de trabajo en la etapa de construcción, con un pick de 20.700 empleos, los que se producirían a medida que avance cada proyecto. Paraluego, en el periodo de operación, tener 2.500 nuevos puestos de trabajo estables.
Otro impacto de lo anterior es la necesaria competencia que se alcanzará una vez que los proyectos entren en operación, permitiendo desplazar a las unidades de costos medios de operación más altos, así como la diversidad de actores en el mercado, y la tan anhelada matriz energética diversificada.
En definitiva, la energía es importante y una forma de alcanzar el desarrollo y mejorar nuestra calidad de vida, por lo que el desarrollo de nuevos proyectos energéticos es una buena noticia, siempre y cuando estos respeten el medio ambiente y, sobre todo, a las comunidades de su entorno más cercano.