Q
Claudio Seebach es designado nuevo vicepresidente ejecutivo de Generadoras de Chile

Claudio Seebach es designado nuevo vicepresidente ejecutivo de Generadoras de Chile

Hace unos momentos el Directorio de la Asociación de  Generadoras A.G. aprobó la designación de Claudio Seebach como nuevo vicepresidente ejecutivo, quien asumirá a partir de 1 de junio.

Seebach es Ingeniero Civil Eléctrico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Master of Science in Management Science and Engineering de la Universidad de Stanford. Entre 2010 y 2014, se desempeñó como Jefe de la División de Coordinación Interministerial del Ministerio de la Secretaria General de la Presidencia. Asimismo, entre 2005 y 2010 fue Director Ejecutivo del Centro de Políticas Públicas de la Pontifica Universidad Católica de Chile y, anteriormente, fue asesor en el BancoEstado y Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Telecomunicaciones, analista en Pensylvania Power & Light Global LLC y Director Nacional de Un Techo para Chile.

Al respecto, el presidente de Generadoras de Chile, José Antonio Valdés, destacó la  trayectoria de  Seebach señalando que “estamos seguros que su experiencia contribuirá a fortalecer la posición de nuestro gremio y permitirá seguir aportando en el cumplimiento de los desafíos del sector, superando aquellas barreras que dificultan el desarrollo y construcción de proyectos de generación eléctrica tan necesarios para el desarrollo del país».

Cabe señalar que Seebach reemplaza en el cargo a René Muga, ejecutivo que recaló en Barrick como director de Asuntos Corporativos de Pascua Lama.

 

 

La conexión de centrales de generación a los sistemas interconectados

Resulta muy grato constatar la gran dinámica que ha tomado el mercado eléctrico nacional en los últimos años. En particular el desarrollo de diversos proyectos de las denominadas energías renovables. Teniendo en mente principalmente a los nuevos entrantes, se ha comentado en diversos ámbitos la complejidad del mercado eléctrico chileno a nivel de su reglamentación, tanto tarifaria como técnica, pudiendo verse incluso como una barrera de entrada. En esta línea se puede constatar un aspecto técnico que se está transformando en un gran desafío para el desarrollo de nuevos proyectos, como es la propia conexión de una nueva instalación a los sistemas eléctricos chilenos, desafío incluso para aquellos actores ya presentes en el mercado.

Es así como, a la complejidad propia de una interconexión eléctrica, se suman una serie de requerimientos normativos establecidos a través de un marco legal extenso, el que incluso posee una dinámica de perfeccionamiento continuo que introduce incerteza a los diseños.

Estos requerimientos de conexión consideran, entre otros, la regulación de actividades de declaración de información técnica, entrega de información de respaldo al cumplimiento de exigencias de diseño, estudios de seguridad para verificar el desempeño apropiado del sistema interconectado ante la conexión de la nueva instalación, integración de la instalación al sistema de supervisión global del respectivo sistema interconectado, pruebas in situ para verificar parámetros relevantes a la operación coordinada o a la futura participación de la instalación en la prestación de servicios complementarios.

Si bien este catastro resumido de actividades puede dar la impresión de una tarea simple, la sola consideración de más de medio centenar de documentos asociados a un solo proyecto permite graficar la complejidad de las tareas asociadas. Así, quien esté interesado en conectar una nueva instalación no solo deberá tomar en consideración los artículos o requerimientos establecidos en cada documento, sino que además deberá ser capaz de organizarlos e integrarlos en una estructura compatible con las actividades propias del proyecto y su desarrollo temporal.

De no tomarse las precauciones pertinentes, las empresas no solo podrían evidenciar cambios imprevistos en su proyecto, retrasos en la puesta en servicio, o incluso restricciones operacionales en la operación; todo lo cual indudablemente redundará en costos adicionales a los inicialmente previstos o mermas en la operación comercial.

Resulta evidente que en este tema son las propias empresas interesadas en interconectar instalaciones, quienes deberán velar por una temprana organización de los procesos asociados con la etapas de diseño, ingeniería, provisión de equipos, construcción y puesta en servicio; procurando incorporar rigurosamente los requerimientos establecidos y prever la flexibilidad suficiente a dichos procesos tal que les permita adaptar el desarrollo del proyecto ante eventuales cambios.