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Los beneficios y desafíos de una mayor electrificación en Chile

Los beneficios y desafíos de una mayor electrificación en Chile

Las fuentes de energía que la sociedad utiliza condicionan su desarrollo y bienestar. En Chile, el consumo final de energía se distribuye hoy por energético en un 57% de derivados del petróleo (principalmente diésel y bencinas), 22% de electricidad, un 13% de leña, y el restante 8% de gas natural, carbón y otros, de acuerdo al Balance Nacional de Energía (BNE) 2015.

Por otra parte, mirado desde los sectores, el uso de energía eléctrica es relativamente bajo en transporte, donde solo representa un 2% del consumo total de energía, mientras que en el sector residencial un 21%, y en el industrial y minero un 33%. La transición hacia una matriz cada vez más eléctrica es una realidad y estas cifras dan cuenta de que hay un espacio importante para crecer.

El mundo avanza con fuerza hacia una mayor electrificación en distintos ámbitos lo que traerá consigo múltiples oportunidades en materia de eficiencia energética, mitigación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y mejoras en la calidad del aire, al desplazar otras fuentes energéticas menos eficientes y de mayores emisiones.

Al mismo tiempo, como país hemos estado recuperando nuestra vocación renovable, sumando a la histórica hidroeléctricidad las nuevas tecnologías como la geotermia y sobre todo de manera masiva las fuentes solar y eólica, de manera rápida, efectiva y sin subsidios. Todo esto plantea el desafío para el futuro Gobierno y los organismos reguladores de asegurar un diseño de mercado que fomente el desarrollo de un sistema eléctrico flexible que permita aprovechar al máximo la enorme riqueza de fuentes renovables variables y al mismo tiempo asegurar confiabilidad y seguridad a mínimo costo.

Junto con lo anterior, el nuevo Gobierno deberá promover el desarrollo de un sistema eléctrico más resiliente que sea capaz de sostener con creciente calidad una mayor electrificación de la sociedad, ello considerando que en los próximos 10 años experimentaremos un aumento significativo del transporte, calefacción y procesos industriales eléctricos, entre otros usos, lo que requerirá de las necesarias adaptaciones tanto técnicas como regulatorias.

Así uno de los grandes desafíos que tendrá el próximo Gobierno es preservar las virtudes y avances de nuestro desarrollo energético y promover la adecuada adopción de estas innovaciones que ya están ocurriendo y que implican un esfuerzo multisectorial, donde el bienestar económico, social y ambiental de la sociedad está de por medio.

Esperamos con interés ver, desde las diferentes candidaturas presidenciales, la inclusión de propuestas programáticas que incorporen la idea de que estos temas involucran no solo al Ministerio de Energía, sino también a los sectores de Transporte, Salud, Vivienda, Medio Ambiente, como también a la academia, comunidades, empresas, y gremios empresariales.

El esfuerzo para lograr sortear con éxito este desafío es importante y dependerá de la capacidad de continuar trabajando sobre una visión compartida de la energía que queremos y la necesaria voluntad política para concretar estos objetivos.

Primer parque eólico flotante marítimo del mundo ya está operativo en Escocia: ¿Es posible uno así en Chile?

Primer parque eólico flotante marítimo del mundo ya está operativo en Escocia: ¿Es posible uno así en Chile?

(Emol) El primer parque eólico flotante marítimo del mundo comenzó a funcionar esta semana en Escocia. Una nueva revolución para las energías renovables y, sobre todo, para la eólica, la cual tuvo un aumento mundial en su capacidad de casi 13% en 2016 y se espera que la cifra siga subiendo para este año.

De hecho, al viajar por Chile ya no es extraño encontrarse con grandes parques eólicos, los cuales han ido aumentando en número y tamaño, de la mano con la promesa del actual Gobierno de lograr que el 70% de la energía del país se produzca de manera «limpia» para el 2050.

¿Es posible un parque eólico flotante en Chile? «Perfectamente posible», manifestó a Emol el vicepresidente ejecutivo de Generadoras de Chile, Claudio Seebach. Pero, recalcó, «tendría que tener sentido económico para hacerse porque los costos de un parque flotante son mayores a los terrestres».

En ese sentido, el ingeniero eléctrico explicó que todo depende del lugar en el que se haga un parque de dicho tipo ya que hay que considerar los costos de inversión en la transmisión de la energía hacia las zonas en donde sería consumida.

«Para que esto pueda darse en Chile, tienen que darse algunas condiciones especiales», señaló Seebach y luego explicó: «Primero, se tiene que dar las condiciones de que haya abundancia del recurso. Si bien tenemos harto viento en general y en nuestro mar también, hay una condición distinta a lo que se da en los mares del norte y de la misma Escocia».

«Lo que sucede es que en el fondo, nuestro Océano Pacífico no es tan pacífico, por ello un sistema como este es un desafío muy grande en cuanto al desarrollo tecnológico y técnico que requiere», dijo argumentando el tema de la profundidad de las costas chilenas y el tema del fuerte oleaje.

Además, respecto al tema de la transmisión, que podría significar altos costos, Seebach recalcó que «tenemos viento en la zona de Bío Bío, de Calama, Araucanía, eso es lo más cercano a la demanda, porque lo otro sería en Chiloé y Patagonia y eso requeriría enormes vías para llevar la electricidad».

De esta forma, el líder del gremio eléctrico señaló que esta expansión marina de la energía eólica es «una súper noticia y posibilidad para el mundo entero, en donde, para Chile, todo estará dado por el mercado y la competitividad entre los recursos renovables».

«Además, como tenemos tanto espacio en tierra firme, no necesariamente esto tenga tanta ventaja. En ese sentido, los grandes desafíos estarán en donde se podría ubicar algo así y que tenga consistencia con la demanda, las condiciones particulares de nuestro océano y cuán lejos va a estar de dónde se usará», finalizó.