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Nuevas licitaciones de suministro para clientes regulados

Nuevas licitaciones de suministro para clientes regulados

En 2015, la Ley 20.805 denominada ley corta II, vino a perfeccionar los procesos de licitaciones para contratar suministro eléctrico para clientes regulados. Esto, con el objetivo de protegerlos de las variaciones de precios que suponía la metodología de precio de nudo de corto plazo y la poca competitividad de los procesos anteriores a esa fecha. Con dicha norma se avanzó a una metodología bien estructurada que como consecuencia de lograr sus objetivos encontró un camino para expandir y diversificar la matriz eléctrica por medio de la competencia de nuevos actores y tecnologías en generación, al mismo tiempo, consiguió reducir los costos de operación del sistema (CMg). En consecuencia, sin buscarlo, la Ley 20.805 y las licitaciones de suministro lograron que nuestro mercado libre de energía se volviera muy competitivo.

En el natural proceso de aprendizaje que ocurre en el tiempo nos dimos cuenta de algunos puntos que podrían ser mejorados. Si bien los contratos de suministro de largo plazo son una buena herramienta para conseguir expandir el parque generador, esto supone un riesgo intrínseco de fijar un precio por un largo plazo. La única certidumbre que tenemos respecto de los precios a largo plazo es que, en algún momento del período considerado, alguien no estará feliz con dichos valores. Además, no tiene mucho sentido adjudicar ese tipo de contratos si no es efectivamente para soportar la construcción de nuevas instalaciones. ¿qué valor le agrega al sistema estabilizar por décadas los flujos financieros a proyectos que ya están operativos?

En esa línea, cabe cuestionarnos, ¿podemos movilizar a los privados a tomar estos riesgos de forma que el Estado no se vea expuesto innecesariamente a llevarse las críticas futuras ante fijaciones de precio de largo plazo? O tal vez más importante, ¿qué cambio o qué debe suceder para llevarnos a la conclusión de que hoy la situación podría ser diferente a la situación previa de la ley 20.805? Esta última interrogante la trataremos en profundidad en una próxima columna.

Para responder la primera de las dos preguntas del párrafo anterior, el proyecto de ley de portabilidad reconoce parte de estas preocupaciones al establecer herramientas para que el regulador pueda realizar compras de corto, mediano y largo plazo. Estas herramientas pretenden entregar flexibilidad a sus decisiones y capacidad de generar portfolios de energía de forma similar a los que realiza una comercializadora. Al respecto, se propone que los contratos de largo plazo sean utilizados con el único objetivo de expandir la oferta y que cuenten con cláusulas de consumo mínimo asegurado, de forma de conseguir las condiciones más competitivas posibles una vez que el estado deba recurrir forzosamente a utilizar esta herramienta.

Asimismo, se debe promover herramientas para simplificar los modelos de financiamiento a través de la banca, para fomentar que la oferta aumente a través de mecanismos privados, ya sea mediante garantías rotativas con contratos de suministro eléctrico de menor plazo, colaterales estatales o, en general, esquemas que faciliten el financiamiento.

Por último, para dar consistencia, se debe definir una banda de CMg estructurales aceptables y acompañar la proyección de los mismos periódicamente por parte del regulador, de manera tal de poder cuantificar si el mercado está logrando los objetivos de expansión con suficiente celeridad, o no, y en caso contrario se gatillaría la necesidad de contratación vía licitaciones de largo plazo por parte del Estado, como último recurso para lograr la expansión de la oferta.

Para implementar dichas propuestas, será necesario realizar el seguimiento a indicadores clave, los cuales permitirán entender qué está ocurriendo en caso que la expansión no esté avanzando en la velocidad deseada, de modo de trabajar en la reducción de las barreras para que efectivamente el aumento de oferta ocurra por las vías esperadas.

Finalmente, una vez que el beneficio de la expansión de la oferta y su consecuente reducción o mantención de costos sistémicos es para todos, en caso de que la energía contratada exceda la necesidad del mercado regulado definido en el proyecto de ley, el excelente puede ser subastado al mercado en contratos de corto plazo y el beneficio o costo excedentario de la operación debiera ser estampillado. A fin de cuentas, la consecuencia de CMg bajos son contratos de suministro competitivos para todos quienes participamos del mercado libre de energía.

Debemos salir de la adolescencia y entrar en la adultez, el mercado libre debe ser el motor de la expansión, no puede seguir apalancándose en las sobras contractuales del mercado regulado.

Perú: sector eléctrico estudia reforma que incluye licitaciones de suministro con bloques horario

Perú: sector eléctrico estudia reforma que incluye licitaciones de suministro con bloques horario

Una serie de modificaciones se discuten en el sector eléctrico peruano para adaptarse a los principales aspectos de la transición energética, en un proceso donde el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), encargado de regular a las empresas de la industria del país vecino.

El organismo elaboró una propuesta de reforma, que fue presentada Ministerio de Energía y Minas un conjunto de propuestas de corto plazo para los segmentos de generación, transmisión y distribución eléctrica, centrada en la competitividad, lo cual fue visto en un webinar.

En la exposición participó el gerente de Regulación de Tarifas de Osinergmin, Luis Grajeda, docente en Economía de la Energía y Regulación de Sistemas Eléctricos, Carlos Battle y el gerente de Generación y Trasmisión de Osinergmin, Severo Buenayala.

Entre las propuestas se destaca la modificación de las licitaciones de suministro para clientes regulados y así permitir las compras de potencia y energía en forma separada y por bloques horarios.

Problemática

Según Carlos Battle, uno de los principales problemas es la existencia de un mercado incompleto. Hay problemas para encontrar coberturas de muy largo plazo. «En un contexto como el actual, en el que hay mucha incertidumbre sobre las tecnologías a futuro, el hecho de que no haya posibilidad de cerrar contratos a largo plazo es un reto que la regulación debe abarcar. Hasta en Europa se están desarrollando mecanismos de contratación y garantías en el corto y mediano plazo», comentó.

También explicó que «una gran pregunta es sobre el mercado, que tiene un costo marginal cercano a cero muy a menudo. Eso genera que el precio de la energía sea mucho menor comparado con el precio de la potencia y la capacidad. Por otra parte, es necesario mantener la eficiencia de los precios a corto plazo, existe una necesidad que los consumidores y generadores vean esto para que la gestión de embalses y combustibles sea eficiente también. Otro aspecto importante es la necesidad de replantear la gobernación institucional, quien tiene que hacer la planificación de las redes y como hacerla, es un aspecto muy relevante».

Las señales de precio nodales permiten dar localización a futuras inversiones, debe complementarse con las tarifas de red que permitan mandar señales adecuadas de localización y conseguir una buena planificación del espacio de la red y generación. Es necesario conseguir que los mercados de corto plazo sean transparentes y conocer como pueden cambiar los precios a futuro en función de la disponibilidad de recursos

Propuesta

Entre las medidas planteadas, Osinergmin propone que se promueva la competencia en la actividad de generación, permitiendo que las centrales eólicas y solares compitan en las licitaciones para el suministro de electricidad a los usuarios regulados (compuesto principalmente por usuarios domiciliarios y pequeños comercios). Esto conllevará a reducciones significativas en los precios para los usuarios de electricidad en el mediano plazo, debido a los menores precios que se está presentando en estas nuevas tecnologías.

La propuesta contempla tener una mayor flexibilidad en los procesos de licitaciones de suministro para los usuarios regulados, de tal manera que los contratos no sean solo para largo plazo (10 años), sino a plazos menores (5 a 1 año) a fin de recoger las señales de precio del corto plazo, tal como está sucediendo actualmente con los usuarios libres.

El sistema eléctrico peruano actualmente tiene una capacidad instalada de 13.278 MW, con una generación de 49.186 GWh en 2020, y una demanda máxima de 7.125 MW. En transmisión totaliza 29.031 kilómetros de líneas, de las cuales 44% son de 220 kV. Su matriz de generación es 60% hidroeléctrica y 35% térmica.

Vea acá las propuestas de Reforma Eléctrica en Perú

Licitaciones de suministro se tomaron debate en primer seminario sobre portabilidad eléctrica

Licitaciones de suministro se tomaron debate en primer seminario sobre portabilidad eléctrica

Las licitaciones de suministro fue uno de los principales ejes de debate que se produjeron en la primera jornada del seminario online «Reforma a la distribución: Portabilidad eléctrica», organizado por el Ministerio de Energía y la Comisión Nacional de Energía, con la colaboración el capítulo chileno del Consejo Internacional de Grandes Redes Eléctricas (Cigre Chile), donde se analizó el proyecto de ley de portabilidad que crea la figura del comercializador en este segmento de la industria.

José Venegas, secretario ejecutivo de la CNE, explicó que dentro de esta iniciativa se considera otorgarle una mayor flexibilidad a la gestión de las licitaciones de suministro eléctrico para así acoger los cambios que ocurren en el mercado, armando un «portafolio óptimo» de contratos, que le otorgue también una mayor rapidez a estos procesos, con modalidades de corto, mediano y largo plazo, además de monitorear y velar por el cumplimiento de los contratos, pudiendo informar a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), en caso de que esto no se produzca.

Según la autoridad, el principal desafío en esta materia es cómo compatibilizar las licitaciones con la apertura a la comercialización en el segmento, además de que los beneficios por la mayor competencia lleguen a todos los clientes, especialmente a los más pequeños, así como hacer convivir un mercado de contratos de largo plazo con un mercado de comercializadores que habitualmente son con contratos de corto plazo.

Venegas explicó que el proyecto de ley contempla incorporar tres tipos de energía a las licitaciones: base, para asegurarla a los clientes pequeños; variable, para los consumidores medianos que hayan optado por el régimen regulado, y de déficit, para ajustar la oferta contratada a las situaciones de déficit de energía.

En este contexto, se busca que los contratos por energía base y variable incorporen el take or pay, lo cual significa que la energía contratada se pague sí o sí, aunque no se consuma, junto a un despacho por orden de mérito. Venegas reconoció que este punto generar varias interrogantes, pues «es una condición novedosa».

La autoridad dijo que además se espera realizar una transición para ver las zonas y las cantidad de energía que pasen al nuevo esquema, a fin de mantener las certezas con los contratos de energía que ya estén licitados, por lo que se buscar contar con una marcha blanca por comunas que -por ejemplo- tengan mayores niveles de contaminación o aquellas que tengan un mayor impacto por el retiro de las centrales a carbón.

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Discusión

Tras la presentación del secretario ejecutivo de la CNE, Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera), planteó que los cambios en las licitaciones con diferentes duraciones de contratos va en la línea correcta, aunque advirtió que podría estar complementado con elementos para no discriminar a los generadores de menor tamaño, como Pequeños Medios de Generación (PMG y PMGD).

Para Rodrigo Solís, director de Estudios de Generadoras de Chile, el proyecto de ley «requiere de mayores especificaciones respecto a principios y criterios que la CNE y el Ministerio deben aplicar para que se abran espacios a la comercialización y identifiquen las necesidades de licitación futura y sus condiciones».

Sobre la incorporación del take or pay también deben ser «precisamente definidos», para que no sean un costo para los usuarios y para las generadoras que participen en estos procesos.

Al respecto, Venegas dijo que se plasmarán los detalles en torno a estos cambios en las licitaciones, sobre la base del principio de flexibilidad.

CNE no prevé necesidad de realizar licitaciones de suministro hasta 2025

CNE no prevé necesidad de realizar licitaciones de suministro hasta 2025

La Comisión Nacional de Energía (CNE), a través de la resolución N°263, aprobó el informe preliminar de licitaciones de suministro eléctrico 2020, donde se plantea que no existe la necesidad de realizar este proceso hasta 2025, lo que debería ser retomado desde 2026, ya que para ese periodo se proyectan déficits de energía que no están cubiertos por contratos existentes entre generadoras y distribuidoras.

En el documento se recopilaron los datos sobre las necesidades de suministro de las empresas distribuidoras, donde se indica que para este año no habría déficit de energía, el cual llegaría a -349 GWh en 2025, por lo que se sostiene que «no es necesario realizar nuevas licitaciones de corto plazo, ya que los excedentes de energía superan con creces a los déficits que se presentan durante dicho período».

Para el largo plazo, el informe señala que el déficit de energía sería de -2.698 GWh en 2026, a partir de lo cual comenzará a incrementarse, razón por la cual se estima que a partir de ese año «se requiere de procesos licitatorios que solventen esas necesidades de suministro».

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Proyecciones

Respecto a la situación esperada de la oferta potencial de electricidad, el informe muestra el margen de energía disponible, que resulta entre la energía contratada y la energía disponible estimada anual, para el periodo 2020-2033, precisando que para este año se llegaría a 10.049 GWh, llegando a 92.622 GWh.

«Es posible observar, comparando la Energía Disponible Estimada con la Energía Contratada, que de manera agregada existe un margen razonable de energía disponible por parte del Sistema Eléctrico Nacional para abastecer a sus compromisos de suministro y a la demanda que pudiera necesitar futuros contratos de suministro. El resultado positivo de este margen refleja la suficiencia del sistema frente a la energía contratada», sostiene el documento.

Demanda

El informe consideró las proyecciones de la demanda eléctrica entre 2020 y 2040, incorporando la información respecto de los potenciales traspasos de clientes libres que opten por el régimen de clientes regulados y viceversa, así como las proyecciones de efectos de medidas de eficiencia energética, generación residencial y la electromovilidad, entre otros aspectos.

Considerando estos factores, la demanda proyectada de clientes regulados registraría una caída de -5,4% para este año, para posteriormente recuperarse en 2021 a un 4,5% y caer nuevamente a -1,1% en 2022.

Vea acá el Informe Preliminar de Licitaciones 2020

Licitaciones de suministro eléctrico: Un proceso exitoso que no se detiene

Licitaciones de suministro eléctrico: Un proceso exitoso que no se detiene

Este 11 de octubre se presentarán las ofertas de una tercera licitación de suministro eléctrico para clientes regulados dentro del nuevo marco que estableció la Ley 20.805, que perfeccionó el proceso de subastas de energía en Chile.

A casi tres años de la publicación de la ley, existe consenso en el éxito de sus resultados, con un evidente aumento de la competencia, la incorporación masiva de energía limpia al sistema y una disminución significativa de los precios de la energía que ya se ha empezado a hacer efectiva. De hecho, las innovaciones que introdujimos en la Ley 20.805 han promovido la entrada de nuevos actores al mercado, permitiendo la incorporación de distintos proyectos y tecnologías de generación, y, en consecuencia, han aumentado la competencia en el proceso de licitación, impactando de manera muy favorable sus resultados, lo que nos ha llevado a cumplir sobradamente la meta que nos propusimos en la Agenda de Energía de reducir los precios.

Vale recordar que, tras los cambios regulatorios que efectuamos el año 2015, el primer proceso, que demandó un total de 1.200 GWh/año, tuvo como resultado ofertas de 30 proponentes, todos ERNC, adjudicando en octubre de 2015 a un precio promedio de 79,3 US$/MWh, monto 40% menor que el de la licitación de 2013 (129US$/MWh). En la segunda subasta, adjudicada en agosto de 2016, recibimos 84 ofertas por 85.000 GWh/año, casi siete veces más de la energía licitada y adjudicamos a un precio promedio de 47,6 US$/MWh. La próxima subasta (Licitación 2017/01) considera un bloque de suministro de 2.200 GWh/año en total, para iniciar suministro en enero de 2024 por un periodo de 20 años.

Las principales innovaciones que tendrá la próxima Licitación son el diseño de los bloques trimestrales, el mecanismo de adjudicación en dos etapas y el aumento de los montos de las garantías que deben acompañar los proponentes. Asimismo, el proceso exige a las empresas oferentes un Informe de Calificación de Riesgo con seguimiento y un respaldo físico de la oferta. Estos cambios apuntan a mantener un mercado competitivo y a asegurarnos de la seriedad de las ofertas que se presenten.

Destacable ha sido el rol que ha tenido la Comisión Nacional de Energía en el buen desarrollo de estos procesos. Además de las responsabilidades que le confiere la ley en cuanto a diseñar, coordinar y dirigir estas subastas, hemos efectuado una permanente evaluación de sus resultados, un seguimiento a la implementación de los proyectos asociados a cada oferta adjudicada y en cada nuevo proceso hemos introducido mejoras para asegurar mayor competencia y menores precios para millones de clientes.

En suma, tenemos fundadas razones para afirmar que las licitaciones de suministro eléctrico para clientes regulados, bajo el marco de la nueva ley, constituyen un proceso exitoso, que sigue en marcha y nos permite mirar con optimismo el futuro del sector, como un aporte central para la mayor productividad de nuestra economía.