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Expertos cuestionan cambio climático y abogan por energía barata

(La Tercera) La reciente entrada en marcha de dos centrales a carbón podría reducir los costos de la energía en el Sistema Interconectado Central (SIC) en unos US$ 1.000 millones este año, han afirmado últimamente expertos y generadoras del país. El ingreso en operaciones de las centrales Santa María (Colbún, 342 MW de potencia) y Bocamina II (Endesa, 350 MW) reemplaza generación a diésel, más cara, y tiende a reducir los costos marginales del sistema. El ingreso de la central Campiche (Gener, 270 MW) acentuaría ese abaratamiento, al situarse este tipo de plantas entre aquellas con menores costos de generación.

Sin embargo, esa tendencia tendrá corta vida. Debido a la falta de nuevos proyectos de generación a carbón, la situación no se extenderá más allá de 2013, dijo hace poco el gerente general de la Asociación de Generadoras, René Muga.

En contraposición a lo que ocurre en el resto del mundo, donde hoy están en construcción 1.231 plantas a carbón -lo cual, se estima, aumentará su consumo en 65% en los próximos 25 años, superando al petróleo en la matriz global-, para los próximos cuatro años no está considerado añadir nueva capacidad térmica a carbón al SIC. Esto, a partir de consideraciones de tipo ambiental.

“Lamentablemente, por este mito de que el hombre está causando el calentamiento global, en Chile nos estamos privando de utilizar las alternativas más económicas para generar energía eléctrica”, dice María Isabel González, gerenta general de la consultora Eléctrica.

La astrónoma de la U. de Chile, María Teresa Ruiz, generó diversas reacciones al cuestionar en una entrevista con La Tercera el apego a la ciencia de las alarmas por el cambio climático y la noción de que el hombre puede revertirlo.

“El tema ambiental se ha escapado del área científica y se ha ido al área irracional del cerebro”, dijo.

Entre los expertos energéticos, las críticas de Ruiz -Premio Nacional de Ciencias en 1997- encontraron respaldo, mientras que hubo cuestionamientos entre algunos investigadores ambientales (ver recuadro).

“Para un país como Chile o cualquier otro, es ridículo gastar enormes cantidades en energías alternativas e impedir el desarrollo de sus economías, en lugar de hacer uso de las energías más baratas”, explica Richard Lindzen, un físico atmosférico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
La ciencia

Lindzen fue uno de los autores del capítulo sobre los procesos físicos del clima y retroalimentación, del tercer informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU.

Desde París, el académico explica que la temperatura global efectivamente se ha elevado, “quizás en tres cuartos de grado centígrado entre 1800 y la actualidad”, con oscilaciones frecuentes que no exceden las dos décimas de grado.

Sin embargo, nota que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera no tiene correlato con ese aumento, razón por la cual “las emisiones del hombre no son responsables del calentamiento”.

Lindzen acusa que la alarma por el alza de la temperatura obedece a que los modelos informáticos que predicen un calentamiento global catastrófico exageran la sensibilidad del clima al “modesto efecto del CO2”.

Efectivamente, cuando éste asciende a la atmósfera, en un inicio absorbe la radiación de calor que emana desde la Tierra al espacio, calentándola (se supone que, antes de que el gas llegara a la atmósfera, la radiación solar hacia el planeta y la radiación de calor desde éste estaban en equilibrio).

Ese calentamiento, a su vez, genera cambios en las sustancias irradiadas o “retroalimentación”. Cuando ésta es positiva, los modelos muestran una mayor reducción de la radiación desde la Tierra, conduciendo a todavía más calentamiento.

El valor que comúnmente se le pone a esa retroalimentación positiva conduce a la noción de que “una duplicación del CO2 en la atmósfera genera un alza de la temperatura de entre 1,5° y 4,5° Celsius”, explica Roberto Rondanelli, académico del Departamento de Geofísica de la U. de Chile.

Lo que causa alarma es que “actualmente hay una concentración de 400 moléculas de CO2 por millón de moléculas de aire (o parpes por millón, ppm), cuando 150 años atrás había 280 ppm”, agrega Rondanelli, de cuyo doctorado en el MIT Lindzen fue tutor. “Es decir, estamos muy cerca de duplicar ese nivel”.

Sin embargo, “la información que nos dan los satélites es que la retroalimentación debiera ser negativa, que es un artefacto de los modelos”, dice Lindzen.

La implicancia de esto es que “sin retroalimentación positiva, la duplicación del CO2 sólo produce un calentamiento de 1°”, dice.

Añade que sólo las retroalimentaciones positivas a partir de las nubes y el vapor del agua pueden llevar a calentamientos alarmantes. Pero el valor de la retroalimentación tampoco es constante, ya que las propiedades radiactivas de las nubes dependen de aerosoles, rayos cósmicos y otras cosas.

“Por eso no creo que vaya a haber mucho calentamiento debido al CO2, y sin un calentamiento global significativo es imposible adosarles una catástrofe”, indica.

Carbón, hidro o nuclear

“Seguir creyendo en el calentamiento global es seguir alimentando una industria de US$ 6.000 millones”, dice Art Robinson, académico del Instituto de Ciencia y Medicina de Oregon, refiriéndose a la cantidad de “contribuciones que hace la gente a las causas ambientalistas, promovidas por gente que siempre tiene cómo hacer que el público le tema a algo”.

Robinson encabeza el Petition Project, que a fines de los 90 aunó a más de 31.000 académicos -entre ellos, Lindzen- para solicitarle al gobierno estadounidense no suscribir los protocolos de Kioto.

“Simplemente no hay evidencia creíble de que el calentamiento es nocivo”, dice al teléfono. “En cambio, hay abundante literatura que señala que la mayor concentración de CO2 favorece el crecimiento vegetal y, con eso, el animal. Acá mismo, en Oregon, los pastizales solían ser mucho menores”.

Por eso, agrega, “no tiene ningún sentido que un país como Chile, que emite el 0,12% del CO2 global, se haga parte de las limitaciones que establecen estos acuerdos internacionales”.

“Este es un tema extremadamente ideologizado”, comenta Francisco Aguirre, de Electroconsultores.

Opina que esto se da también en la discusión sobre la combinación de fuentes energéticas que Chile debe tener, y que derivó en que “sancionamos a priori, por ignorancia, la energía nuclear, que, dada la matriz de demanda de Chile, le viene muy bien”.

“En este entorno lo único útil es actuar pragmáticamente”, dice Robinson, “y, para empezar, las llamadas energías renovables no son prácticas: el viento no siempre sopla y el sol no siempre brilla”.

“Las energías eólica y solar no tienen la factibilidad de satisfacer toda la demanda; cuando mucho son complementos”, dice Aguirre.

“Lo que debe guiarnos es el costo y preocuparnos por la norma chilena de emisiones locales”, acota González.

Si esa es la guía, los expertos creen que el carbón y las centrales hidroeléctricas de pasada son lo que más conviene.

“De todas maneras, la hidroeléctrica es más barata que el carbón”, dice Aguirre.

“Si se consideran la construcción de las centrales y su depreciación, más los costos variables y fijos de cada una, la producción de un MWh en una hidro cuesta US$ 53 y, quemando carbón, US$ 86”.

El carbón, en todo caso, proveería un respaldo potente: “Si tenemos una sequía como la de los últimos cuatro años nos quedamos sin generación. Necesitamos las termoeléctricas”, dice González.

Fuente / La Tercera

Algueras de Coronel molestas con autoridades que exculparon a termoeléctricas

(Biobiochile.cl) Marisol Ortega, representante del sindicato de algueras, contó que en la reunión, Sernapesca, la Armada e incluso la ministra del Medio Ambiente, dijeron a la comisión que la varazón de mariscos es normal y que lo atribuyeron a un fenómeno natural, esto basado en los estudios que realizó la Universidad de Concepción, los que habrían sido pagados por Endesa.

La cita no dejó satisfechos a los sindicatos de pescadores y mariscadores, quienes mantienen su firme postura de que son las termoeléctricas ubicadas en la zona, en especial Bocamina II, las culpables de la mortandad de millones de especies marinas.

Ante este escenario, Marisol Ortega indicó que esperan llevar el problema a tribunales internacionales, ya que el Gobierno de Chile no está dando respuestas concretas a la problemática.

El senador Alejandro Navarro entregará a la fiscal Ana María Aldana antecedentes respecto al hallazgo de toneladas de langostinos al interior de la Termoeléctrica Santa María de Colbún, lo que -según dijo- podría llegar a ser peor que la situación de Endesa.

Las algueras además encararon a la autoridad para que aclaren si Endesa tiene el permiso necesario para capturar especies marinas, tal como ellas y los pescadores.

Fuente / Biobiochile.cl

Costo de la energía alcanza su menor nivel desde 2007

(Pulso) A pesar de que el nivel de lluvias en el país no ha sido el suficiente como para reactivar la generación hidroeléctrica en la zona central -que es la más barata y eficiente-, el sistema eléctrico muestra costos que no se veían desde hace seis años.

Entre enero y marzo de este año en el Sistema Interconectado Central (SIC), de acuerdo con datos del CDEC-SIC para la barra Quillota 220kV, el costo marginal alcanzó un promedio de US09,5 por MWh, cifra que se ubica entre las más bajas de los últimos años y que representa, a su vez, una reducción de 45% en relación con los US99 por MWh que se tenían en igual período de 2012.

Estos valores no se observaban desde 2007, en pleno estallido de la crisis del gas y son un reflejo de los cambios que ha sufrido en el último año la matriz eléctrica chilena, en el que la generación a carbón va asumiendo un rol cada vez más relevante en el SIC. Esto, porque la generación a carbón, si bien es más cara que la hidroeléctrica, es mucho más barata que el diésel y también más conveniente que el gas.

De esta manera, la capacidad a carbón ha permitido desplazar alguna generación a diésel en los últimos meses, lo que ha arrastrado a la baja los costos marginales en el SIC.

Durante el año pasado y comienzos de 2013 se incorporaron las centrales Campiche (AES Gener, 270 MW), Santa María (Colbún, 342 MW) y Bocamina II de Endesa, que aporta 350 MW desde su puesta en funcionamiento.

¿Es sostenible este nivel de precios en el SIC? Según expertos, hay que resolver primero algunos baches como, por ejemplo, la transmisión eléctrica, que es lo que más complica hoy al sistema.

Francisco Aguirre, socio de Electroconsultores, dice que el problema hoy en el Sistema Interconectado Central no es la capacidad instalada (que dobla la demanda), por lo que no hay ninguna duda respecto del abastecimiento. El problema es cómo transmitir esa energía hasta los puntos de consumo.

Aguirre ejemplifica con lo que ocurre en la bahía de Coronel, que es donde se encuentran Bocamina y Santa María. Allí, cuenta, los problemas de capacidad de transmisión impiden que toda la energía viaje hasta Santiago, porque las líneas no tienen la holgura suficiente para apurar el despacho.

En relación con las tarifas, lo que ocurra durante el resto de año dependerá de los niveles de lluvia, que podrían hacer caer aún más los costos.

Tanto, que, según el reporte de marzo de la consultora Valgesta, no deberían superar, en promedio, los US00 por MWh en el SIC durante el resto del 2013.

«De acuerdo a la situación actual en el SIC, se pronostican costos marginales a la baja para los próximos meses, dado a una mayor disponibilidad hidrológica y precios de los combustibles fósiles más estables (…). Diversos análisis meteorológicos han señalado un cambio de fenómeno climático que ha provocado que la hidrología de este año sea de transición», explica el reporte.

Fuente / Pulso

Gobierno reduce en 13% proyección de costos de energía para 2013-2017

(La Tercera) Una mirada optimista sobre la evolución del costo que tendrá la energía tiene el gobierno para los próximos cuatro años. Así se desprende de las estimaciones del costo marginal (valor que refleja lo que pagan las empresas) realizadas por la Comisión Nacional de Energía (CNE) en su informe preliminar de precio nudo.

La entidad prevé que el costo marginal entre 2013 y 2017 se ubicaría en torno a un promedio de US$ 78,2 por megawatt hora. El nivel es 13,6% más bajo respecto del informe dado a conocer en noviembre, cuando estimó que este se ubicaría en US$ 90,68 por megawatt hora.

Además, la proyección del gobierno es 58% más baja respecto del valor promedio que tuvieron los costos marginales durante el año pasado, los cuales se ubicaron en US$ 188 por MWh y también están por debajo de los US$ 168 por MWh que promediaron el mes pasado.

Para este año, la CNE estimó que los costos marginales se ubicarían entre US$ 129 y US$ 109 por MWh entre abril y agosto, mientras que a partir de septiembre descenderían a unos US$ 75 por MWh, para llegar en diciembre a unos US$ 53 por MWh. Asimismo, la situación de precios bajos se extendería hasta 2015.

Esto precios son usados por la autoridad para las variaciones del precio nudo, que inciden en una parte menor de las cuentas de luz que pagan los hogares y comercios.

Gerentes del sector eléctrico aseguraron que las proyecciones de la autoridad no van en línea de la realidad que enfrenta el sector eléctrico chileno. Los ejecutivos aseguran que la situación del sistema hoy sigue siendo compleja porque aún no está claro que 2013 será un año con buena hidrología.

Explican, que desde mediados de marzo, los costos marginales han marcado sobre los US$ 200 por MWh en varias horas del día, mientras que la generación hídrica sólo representa un 30% de la generación total del sistema.

Asimismo, afirman que la central a carbón Bocamina de Endesa, que produce con bajos costos, se encuentra paralizada hace varios días, y Bocamina II está operando con restricciones. Además, la central térmica Nueva Renca de AES Gener -que es capaz de sostener el consumo de la Región Metropolitana- se encuentra con problemas por la rotura de un tubo de una caldera.

Plan de obras

En el informe la CNE también se dan estimaciones sobre las centrales que deberían entrar a operar en los próximos años. Para 2013, se espera la incorporación de unos 589 megawatts, de los cuales 316 MW corresponden a la central hidroeléctrica Angostura de Colbún. El resto son unidades de menor tamaño en diversas tecnologías. Al 2015, las centrales que deberían entrar en operaciones totalizan 900 MW. Para los próximos 10 años, la CNE estimó que entrarán en operaciones 4.431 MW, entre ellos las ampliaciones de los ciclos combinados de Taltal, Quintero y Candelaria, el proyecto Alto Maipo, la segunda unidad de la carbonera Santa María en Coronel y a partir de 2021 y hasta 2023, tres de las cinco centrales del complejo HidroAysén.

Respecto de la demanda por energía, la CNE señaló que en promedio crecerá 5,6% en 2013. Hasta el 2017, la demanda crecería en torno al 6%, mientras que para finales de la década se acercará el 5%.

Fuente / La Tercera

En alerta el sector eléctrico: vienen cuatro años sin nuevas centrales de gran tamaño

En alerta el sector eléctrico: vienen cuatro años sin nuevas centrales de gran tamaño

(Pulso) El sector eléctrico vivirá este 2013 un período de tranquilidad, pues existen proyecciones alentadoras para las tarifas y, sobre todo, para la seguridad de suministro. Todo, si es que se cumplen los pronósticos sobre una recuperación de las lluvias durante el invierno y también porque la entrada de nueva capacidad a carbón ha ayudado a reducir los costos del sistema en los últimos meses.

Todos estos elementos llevan a algunos expertos a estimar un costo marginal por debajo de los US00 por MWh e incluso a la mitad de eso, si es que las lluvias del invierno son fuertes. Una reducción drástica, pues durante el año pasado los costos superaron, durante varios días, los US00 el MWh.

Pero este positivo escenario 2013 podría estropearse en el mediano plazo, sobre todo porque no se ven grandes proyectos entrando al sistema, por lo menos hasta 2017. Las proyecciones para el mediano plazo consideran, además de las estimaciones climáticas, dos factores clave para cualquier negocio: la demanda y la oferta, en este caso, de electricidad. Respecto de la primera variable, se estima un crecimiento promedio de 6% anual, en línea con la expansión del producto. Pero el problema viene del lado de la oferta: en el Sistema Interconectado Central,el parque de generación prácticamente no crecerá y no sólo ahora, sino que por los próximos cuatro años.

¿La razón? Salvo la hidroeléctrica Angostura (Colbún, 316 MW), que está pronto a entrar en operaciones, no hay ningún otro proyecto de magnitud en construcción o incluso en etapas avanzadas de desarrollo.

Ingresos
Esto contrasta con los casi 1.000 MW a carbón que ingresaron entre 2012 y comienzos de 2013, con las centrales Santa María, Campiche y Bocamina II, de Colbún, AES Gener y de Endesa, respectivamente.

La situación preocupa al sector eléctrico, pues se plantea que esta situación no variará en el mediano plazo, pues los privados están siendo más cauto con el desarrollo de nuevos proyectos, tanto por la incertidumbre jurídica como porque se está a la espera de que se aprueben los cambios normativos actualmente en discusión en el Congreso.

Actualmente, el parque de generación en el SIC alcanza una capacidad instalada de 13.545 MW (información a octubre del año pasado), para satisfacer una demanda que durante los primeros meses de 2013, según datos de la consultora Valgesta, llega a 7.211 MW. Es decir, capacidad hay. El problema es cuán eficiente es el parque que no se está utilizando, y cuál sería el efecto en tarifas en caso de que haya que comenzar a echar a andar estas unidades.

El socio de Electroconsultores, Francisco Aguirre, plantea que la demanda actual está creciendo a tasas que implican necesariamente que se ejecuten inversiones anuales en máquinas eficientes, «capaces de producir aproximadamente lo mismo que cualquiera de los proyectos recientemente incorporados luego de largos retrasos».

Sin nuevas centrales
Según el experto, el riesgo que tiene la falta de oferta futura es que se disparen las tarifas, pues el sistema se verá obligado a funcionar con centrales diésel, que son caras e ineficientes y que encarecen la producción eléctrica.

«La única forma de compensar la falta de oferta es con inversiones ineficientes como son los motores diésel -el norte chico está lleno de motores y muy pocas maquinas eficientes- que son caras», señala Aguirre.

El tema es que sí hay proyectos. Al menos, el sistema de Evaluación de Impacto Ambiental ha visado o mantiene en tramitación iniciativas de inversión por casi 10.000 MW en centrales con una potencia superior a los 300 MW, entre convencionales y ERNC y que todavía no parten su construcción u otros que, derechamente, ya no van.

En este grupo se ubica Castilla (2.354 MW). Otros que están en la incertidumbre son Hidroaysén (2.750 MW), Río Cuervo (640 MW), y Alto Maipo, el que, según su propietaria, AES Gener, iba a comenzar a fines del año pasado, pero aún no hay una comunicación oficial sobre si eso ocurrió, o no, y en caso contrario, cuándo sucederá.

Fuente / Pulso