
Energía: desde los Ministerios a la CNE
Desde 1990 a la fecha varios personajes políticos y técnicos han tenido la responsabilidad de encabezar Energía, ya sea desde un Ministerio exclusivo, al alero de otra Secretaría o simplemente desde la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Quiénes son las personas que históricamente han, junto al Presidente de la República, tomado las decisiones en materia energética? Varios personajes, algunos más públicos que otros, han encabezado la cartera de Energía, ya sea a través del Ministerio de Energía, en algunos años al alero del Ministerio de Economía y en otros períodos al de Minería; o, simplemente, haciendo los esfuerzos desde la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Los Ministerios
Con la llegada de Patricio Aylwin a la Presidencia, también arribó al Ministerio de Energía Jaime Tohá, quien en estricto rigor llegó como ministro presidente de la CNE, cargo que desempeñó durante todo el mandato del líder democratacristiano. Alejandro Jadresic, actual decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, tiene una nutrida experiencia en energía. Antes de encabezar la Escuela de Negocios de la prestigiosa universidad, el experto fue presidente del Panel de Expertos, organismo que tiene como fin principal dirimir cualquier discrepancia que se instala en el mercado de la electricidad en el país. Y anterior a eso, Jadresic dedicó gran parte del tiempo a la consultoría en estos temas, experiencia que en gran medida fue adquirida en los años que ocupó el cargo de ministro de Energía, responsabilidad ordenada por el Presidente Frei, que desempeñó desde 1994 y hasta 1997.
El mandato de Jadresic en Energía es clave puesto que fue en su período cuando se dan los primeros pasos hacia la materialización de la interconexión gasífera con Argentina, enlace que permitió la llegada de gas natural al país.
Un breve paso por la cartera tuvo Alvaro García Hurtado, quien durante 1998, y no habiendo cumplido un año en el cargo, debió renunciar al gabinete por motivos políticos. Tal vez el hecho de mayor significación en ese tiempo fue que el virtual Ministerio de Energía pasó por primera vez al alero de Economía, transformando automáticamente al secretario de esa cartera en titular de Energía. En su reemplazo asumió Jorge Leiva, secretario que entre agosto y noviembre desempeñó funciones en Economía y Energía hasta que por orden del Primer Mandatario, Energía vuelve a ser exclusiva, manteniéndose Leiva como ministro de Economía. A la cabeza de Energía, Frei nombró a Oscar Landerretche, quien tuvo la misión de llegar hasta el final del mandato, en 2000, liderando las políticas energéticas del país.
Si hay algo por lo cual Landerretche será recordado en su paso por el Ministerio de Energía es por haber sido el titular de la cartera en uno de los momentos más complicados en la historia energética de Chile, luego que entre 1998 y 1999 se desarrollara una extrema sequía que influyó negativamente en el nivel de los embalses del país, en ese momento dependiente en un alto porcentaje de la hidroelectricidad. Esto gatilló que las autoridades tomaran la decisión política de realizar cortes programados de suministro eléctrico en el Sistema Interconectado Central (SIC).
La llegada de Ricardo Lagos Escobar a la primera magistratura del país trajo consigo también un cambio en el diseño de los ministerios. Y es que nuevamente Energía dejó de ser exclusivo, conformándose un tri Ministerio al sumársele Economía y Minería. El primero en asumir el desafío de encabezar estas tres importantes carteras fue José de Gregorio (2000-2001), personero que luego dio paso a Jorge Rodríguez Grossi, un hombre ligado al sector eléctrico gracias a su paso por la Gerencia General de la compañía Guacolda.
El Presidente Lagos, consciente que este Ministerio agrupaba demasiadas responsabilidades y carteras estratégicas, decidió luego separar Minería nombrando a Alfonso Dulanto, y mantener a Jorge Rodríguez como ministro de Economía y Energía.
Recordado será Rodríguez Grossi a la cabeza de Energía porque, entre otras cosas, fue el artífice de una de las reformas más importantes en el sector en los últimos años, realizando cambios en la normativa eléctrica vigente. Su esfuerzo por presentar los proyectos Ley Corta I y Ley Corta II, que se promulgaron en 2004 y 2005 respectivamente, son parte de la historia de la energía en Chile, ya que ambas normativas sentaron las bases para la inversión en generación y en transmisión, entre otros sectores.
La primera Presidenta de Chile, Michelle Bachelet sorprendió al colocar a la periodista Karen Poniachik, quien venía del Comité Pro Inversiones Extranjeras, al mando de la importante secretaría de Minería. ¿Sorpresa?, sí; sin embargo, más sorprendente fue que Energía fue a parar al alero de Minería, convirtiéndose Poniachik en biministra.
La responsabilidad de Poniachik al mando de Minería y Energía era demasiada, principalmente porque se trata de sectores estratégicos para el país. Roces internos y algunos desencuentros en el manejo del tema técnico en Energía obligaron a Michelle Bachelet a limitar el trabajo de Poniachik sólo a Minería, nombrando de paso al coordinador de los asesores del Ministerio de Hacienda Marcelo Tokman como nuevo ministro presidente de la Comisión Nacional de Energía (CNE). El nombramiento de Tokman, con el tiempo se ha comprendido.
Y es que el economista le imprimió a la cartera un sello personal que apunta – junto a la política actual del gobierno- a preocuparse de resolver los problemas de corto plazo; pero más todavía, en sentar un escenario energético correcto al mediano y largo plazo.
La aprobación y posterior publicación del proyecto de ley impulsado en el Gobierno de Michelle Bachelet, con la aprobación de Marcelo Tokman, que crea el Ministerio de Energía permitió a Tokman convertirse en el primer ministro de Energía por ley y con dedicación exclusiva a la cartera, aunque paradójicamente asumió el cargo a principios de 2010, a días de dejar el Ministerio tras la victoria de Sebastián Piñera en la segunda vuelta de las
elecciones presidenciales que se llevaron a cabo en enero de ese mismo año.
Entre los principales aciertos del ex ministro Tokman están el haberle dado la figura al nuevo Ministerio y los organismos que debían quedar a su alero, haber avanzado sustancialmente en estudios que permitieran a futuro tomar dediciones fundamentadas en materia de núcleo electricidad, haber impulsado –aún más– las energías renovables en el país (de hecho es promotor de la Ley 20.257 que obliga a las empresas generadoras a documentar parte de nueva generación a base de ERNC) y de haber fortalecido las Políticas Públicas en energía.
Incluso antes de la salida de Tokman del Ministerio, el manto de incertidumbre que se venía gestando desde que Sebastián Piñera era candidato a la Presidencia, apuntaba a quién asumiría la responsabilidad de comandar esta nueva cartera. Y las alternativas no eran variadas, pero sí muchos apostaban por que el Presidente se la jugaría por colocar a quien lideró el tema energético al alero de los Grupos Tantauco: el académico y economista de la Universidad Católica, Ricardo Raineri. No pasaron dos meses para confirmarlo en el cargo, en una ceremonia realizada en el Museo de Historia de Chile días antes de la asunción del mando. El Presidente Piñera designó a Raineri como secretario de Estado, cargo desde el cual aparte del deber de abocarse por completo a resolver problemas graves que resultaron tras el terremoto de febrero de ese año, debía imprimirle a su gestión un tono de modernización inmerso en el tema de las Políticas Públicas en materia energética, apuntando a una matriz mucho más diversificada, a la completa solución de los problemas de comunicación entre los diferentes actores del sector y los avances en materia de núcleo electricidad, entre otros temas. Sin embargo, la crisis del gas en Magallanes de principios de año desencadenó el reemplazo de Raineri por Laurence Golborne, actual biministro de Energía y Minería y quien quedó a cargo ahora de la política energética del país. En el tiempo que lleva a cargo de la cartera, Golborne ha puesto énfasis en la necesidad de desarrollar avances en el estudio de la energía nuclear y su factibilidad en Chile.
CNE
Históricamente la Comisión Nacional de Energía (CNE) ha sido el organismo encargado de los temas regulatorios y de tarifas, en definitiva una labor técnica. Sin embargo, también ha sido una partición encargada de impulsar las políticas públicas en la materia.
Desde la década de 1990 hasta hoy, el organismo público ha visto una escasa rotación en el cargo de secretario ejecutivo. Con la llegada de Patricio Aylwin al Gobierno, asumió la responsabilidad el ingeniero civil de la Universidad de Chile Sergio Lorenzini, desempeñándose en el cargo hasta fines de 1991, tras lo cual lo sucede Angel Maulén, quien termina su período con el cambio de gobierno en 1994.
María Isabel González se desempeñó en la CNE en uno de los períodos más importantes en la historia de la energía chilena. Y es que la experta, que fue nombrada por el Presidente Eduardo Frei, y quien estuvo por más tiempo en la CNE, fue una de las artífices de la llegada del gas natural argentino a Chile, aunque también le tocó liderar el organismo en una de las peores sequías que el país recuerde. Se desempeñó en su cargo hasta 1999, cuando renuncia por un impasse con el ministro Oscar Landerretche. La sucede Christian Nicolai, quien ocupó el sillón de la CNE durante un año.
Tras un corto período de tiempo, vuelve una mujer a conducir la CNE. El Presidente de la República, Ricardo Lagos, le entrega en 2000 la responsabilidad a Vivianne Blanlot, quien se mantiene en el cargo hasta 2003, cuando renuncia por lo que consideró en su momento discrepancias con el ministro Jorge Rodríguez Grossi en materia normativa. Quien la sucede es un personero de absoluta confianza de Rodríguez: Luis Sánchez Castellón, abogado, que entre otros cargos fue director de Relaciones Políticas e Institucionales del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, director nacional del Servicio Nacional del Consumidor, jefe del Departamento Jurídico del Ministerio de Economía y subsecretario de esa cartera durante los dos últimos años del gobierno del Presidente Frei. Luis Sánchez Castellón, quien se mantuvo en la CNE hasta 2005, trabajó codo a codo con Rodríguez Grossi en las reformas a la normativa eléctrica, pero también su período está marcado por el inicio de los recortes de gas desde Argentina, obligándolo a viajar periódicamente a Buenos Aires a las reuniones del Comité Binacional Ad-Hoc.
Para nadie fue una sorpresa que Michelle Bachelet designara como secretario ejecutivo al ingeniero matemático de la Universidad de Chile y experto en temas de energía Pablo Serra, una persona a la que no se le podía discutir su experiencia técnica. Sin embargo, su escaso manejo político y errores sucesivos del equipo eléctrico en el cálculo del precio de nudo de octubre lo obligaron a renunciar a mediados de noviembre de 2006, asumiendo un mes después Rodrigo Iglesias, experto que ya había trabajado en la CNE durante nueve años – en los gobiernos de Frei y Lagos- y conocedor del organismo. Su última estación había sido la consultora privada Synex.
Tras cuatro años en el cargo y tras el cambio de Gobierno en 2010, Iglesias deja la Comisión para convertirse en miembro del Panel de Expertos eléctrico, cargo al que llegó tras sortear el complejo y completo proceso de selección.
En la CNE hubo un lapso de tiempo en el cual el cargo de secretario ejecutivo estuvo desierto. Algunos días después el Presidente Sebastián Piñera designó a Juan Manuel Contreras, un destacado ex ejecutivo de empresas del sector eléctrico, como secretario subrogante, aunque luego fue ratificado por el Primer Mandatario para liderar el organismo de regulación, desempeñándose en ese cargo hasta la actualidad.