julio 23, 2013 | Industria
(Xinhua) Las autoridades cubanas proyectan la instalación, en dos años, de seis plantas industriales que generarán electricidad mediante el empleo de biogás, como parte de una política dirigida a la promoción de fuentes renovables de energía y el respeto ambiental.
Según los cálculos, las seis plantas, que representan una inversión de alrededor de US millones, podrían aportar desde 100 hasta 500 kilowatts de electricidad cada una.
El director del Centro de Promoción y Desarrollo del Biogás, Roberto Sosa, señaló que el país se orienta a la producción «eficiente y sostenible» de carne de cerdo y a la utilización cada vez mayor de energía renovable en la esfera.
Agregó que también continúa la ejecución de proyectos destinados a la obtención de biogás a partir de biodigestores de cúpula fija y los que emplean tubulares de material sintético.
Estos beneficiarán la cocción de alimento por las familias de los productores de carne de cerdo en el sector cooperativo-campesino, fundamentalmente.
Sosa aseguró que el grueso de las instalaciones en la esfera tiene tratamiento de las aguas residuales para mitigar problemas de contaminación ambiental.
Subrayó que el biogás depura los residuales y reduce las emisiones de efecto invernadero, de ahí la importancia de esos programas, pues los problemas de la capa de ozono afectan a todos.
El biogás está compuesto en su mayor parte por metano, un Gas de Efecto Invernadero (GEI) que permanece en la atmósfera entre nueve y 15 años.
Se estima que en el mundo se emiten cada año unas 6.400 millones de toneladas de metano, un 15% de las emisiones globales de GEI.
Es una fuente de energía que se obtiene por medio de fermentación anaerobia, y es utilizada en países desarrollados como medio eficaz de descontaminación, protección del suelo y como una fuente alternativa de energía renovable.
En Cuba, el biogás es visto, además de como fuente renovable de energía, como un componente para la elaboración de bioabono en una agricultura orgánica y armónica con el medio ambiente.
Según expertos del Grupo cubano de Biogás (GB), la primera aplicación industrial del biogás en Cuba data de 1940, cuando se construyeron dos biodigestores para procesar los residuales de una fábrica de cervezas en La Habana.
El uso del biogás creció de forma acelerada a partir de 1980 y se construyeron biodigestores de las tecnologías de campana flotante y de cúpula fija, para la cocción de alimentos y el consecuente ahorro de combustibles.
En los años 1990 surgió el Movimiento Nacional de Biogás, gracias al cual el país cuenta hoy con unas 700 plantas en granjas estatales y en el sector campesino.
El propósito gubernamental es continuar la construcción de plantas de biogás de pequeña escala en granjas pecuarias estatales, casas de familias campesinas e instalar biodigestores para tratar los residuos porcinos.
También se han identificado potencialidades para usar el biogás en la cogeneración de energía eléctrica y energía térmica a partir de residuales de la industria azucarera y del café, entre otros.
Otra vía es captar el biogás que se produce en los rellenos sanitarios debido a la descomposición de la materia orgánica, experiencia que ya se aplica en la localidad habanera de Marianao.
Fuentes especializadas del GB aseveran que el potencial de Cuba supera los 400 millones de metros cúbicos anuales, y si se aprovechara de manera adecuada, se podría instalar una potencia de generación eléctrica de 85 megawatts y producir más de 700 gigawatts por hora al año.
Así se evitaría emitir más de tres millones de toneladas de dióxido de carbono y se ahorrarían unas 190.000 toneladas de petróleo.
Además, se obtendrían unas dos millones de toneladas de abono orgánico al año y se reduciría la carga contaminante.
Para las autoridades cubanas del ramo, el biogás es un combustible alternativo, una fuente de energía consustancial con el modelo energético eficiente, descentralizado, sostenible y solidario que desarrolla el país.
Fuente / Xinhua
junio 24, 2013 | Industria
(Xinhua) Cuba construirá en la occidental provincia de Matanzas la primera planta bioeléctrica de la isla, la cual tendrá tecnología china que empleará biomasa para la producción, informó hoy la prensa local.
Con una inversión de US0 millones, está previsto el inicio a fines de este año del montaje de la unidad, que generará unos 20 megawatts (MW) con los residuos de la molienda del central azucarero Jesús Rabí, del municipio de Calimete, unos 150 kilómetros al sureste de La Habana.
La generación eléctrica de la planta abastecerá las necesidades de la refinería de azúcar, y tributará el 70% del fluido al sistema electroenergético nacional, de acuerdo con una reseña del sitio digital del semanario «Girón».
La planta empleará como materia prima el bagazo, residuo de la caña de azúcar, aunque en el futuro podrá emplear otros residuos forestales como el marabú, un arbusto espinoso de la familia de las mimosáceas de rápida propagación y que forma tupidos bosques muy difíciles de erradicar.
El ingenio Jesús Rabí resultó escogido para ese proyecto por la disponibilidad de caña, lo que garantizará el bagazo necesario para la fabricación eléctrica, agregó la publicación.
En noviembre pasado, la compañía de capital británico Havana Energy Ltd y Zerus S.A., sociedad perteneciente al estatal Grupo Empresarial Azcuba, firmaron un acuerdo de inversión para construir una planta capaz de generar 30 MW de electricidad a partir del bagazo de la caña de azúcar y de la leña de marabú, este último un arbusto que puebla los campos de la isla.
Para erigir esta primera planta en áreas aledañas al central azucarero Ciro Redondo, en la central provincia de Ciego de Avila, ambas entidades constituyeron una empresa mixta, la cual se encargará de la construcción de otras cuatro instalaciones similares que se montarán en otras regiones del país.
La planta, que deberá comenzar a generar electricidad a inicios de 2015, se alimentará con el bagazo de la caña proveniente de una cercana fábrica de azúcar durante la temporada de zafra, y de leña de marabú durante el resto del año.
El gobierno cubano, que trata de disminuir la dependencia de la generación eléctrica mediante el petróleo, ha anunciado en los últimos años su interés en aumentar la producción de energía renovable a partir de fuentes como la biomasa forestal y de caña, la energía solar, la eólica y la hidráulica.
Actualmente, sólo el 3,8% de la energía generada en el país se obtiene de fuentes renovables, pero la isla aspira a incrementar esa cifra en 12% en los próximos ocho años, de acuerdo con datos oficiales.
En ese sentido, las autoridades evalúan ahora la instalación, en el centro y oriente de la isla y antes de 2020, de ocho nuevos parques eólicos capaces de generar en conjunto unos 280 MW.
El director de Generación de Emergencia y Fuentes Renovables, Aleisly Valdés, citado hace unas semanas por el diario «Juventud Rebelde», detalló que seis de los nuevos emplazamientos tendrán una potencia de 30 MW y los otros dos de 50 MW.
Seis de esos parques eólicos se ubicarán en la región oriental del país: tres en la localidad de Banes, en la provincia de Holguín; dos en Las Tunas, y uno en Camagüey.
Los otros dos se erigirán en el centro, uno en Ciego de Avila y el otro en Villa Clara.
El empleo de esos generadores movidos por la fuerza de los vientos también evitaría a la isla la emisión de 184.000 toneladas anuales de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero.
En la actualidad, Cuba tiene en activo tres parques eólicos ubicados en Holguín, Ciego de Avila y la Isla de la Juventud, que aportan en conjunto al Sistema Electroenergético Nacional unos 11,70 MW, y utilizan tecnología francesa, china y española.
A raíz de la crisis energética de 2004 y 2005, el gobierno cubano priorizó el uso y desarrollo de las fuentes renovables para la producción de electricidad y el ahorro de combustibles fósiles.
Fuente / Xinhua
junio 21, 2013 | Industria
(Xinhua) Cuba prepara sus primeros parques fotovoltaicos, que se construyen en el sureste y el extremo oriental de la isla para aportar en conjunto al Sistema Electroenergético Nacional una potencia de más de 5,0 megawatts (MW).
En estos momentos se encuentra en fase de terminación el montaje del parque solar fotovoltaico automático de Cantarrana, en la sureña provincia de Cienfuegos, a unos 256 kilómetros al este de La Habana, con una potencia final de generación de 2,6 MW.
Aunque aún no ha concluido su montaje, en abril último aportó el primer MW, correspondiente a la fase inicial de construcción del que será el parque de mayor envergadura entre los de su tipo erigidos en Cuba.
En octubre del pasado año comenzaron las obras del parque de 4,72 hectáreas y 14.100 paneles, de los cuales restan por montar menos de 600, según el cronograma de ejecución previsto para concluir a inicios de agosto.
Desde la entrada en generación de su primera fase en abril pasado, el parque fotovoltaico generó 354 MW, equivalentes a 98 toneladas de combustible y la no emisión a la atmósfera de 251,5 toneladas de dióxido de carbono por concepto de la quema de hidrocarburos.
Edificado a un costo de cuatro millones de pesos, por especialistas de las esferas de la construcción y la rama eléctrica, es capaz de resistir el embate de vientos ciclónicos de 200 kilómetros por hora, y está totalmente automatizado lo que permite su conexión al sistema eléctrico cuando hay un nivel de radiación suficiente para que comience a generar, y al anochecer se desconecta.
Otro parque fotovoltaico, el de Santa Teresa-Los Güiros se construye actualmente en un perímetro de cinco hectáreas en el sur de la ciudad de Guantánamo,capital de la provincia ubicada a unos 910 kilómetros al este de La Habana.
Este parque, que debe ser terminado en diciembre venidero, dispondrá de 10.800 paneles fotovoltaicos, celdas que producen electricidad a partir de la luz o radiación solar que incide sobre ellos.
Según el presidente de la filial provincial de la Sociedad Cubana para la promoción de las fuentes renovables de Energía, y el Respeto Ambiental (Cubasolar), Rafael Parúas, la radiación en la isla se estima en cinco kilowatts-hora por metro cuadrado, cifra que en la costa sur guantanamera es 25% mayor.
Esa capacidad permitió al territorio avanzar en el aprovechamiento de la energía luminosa desde los años 80, cuando se instalaron 32 colectores en círculos infantiles, y una década después se electrificaron 76 consultorios médicos de montañas con sistemas fotovoltaicos.
Con los programas impulsados por el gobierno cubano en comunidades intrincadas se beneficiaron con empleo de la llamada energía limpia 410 escuelas, 165 salas de televisión o video, 20 círculos sociales y más de 500 viviendas rurales.
Sin embargo, es la primera vez que se emprende la conformación de un parque fotovoltaico para conectarlo a la red nacional suministradora de electricidad.
Cuba expuso sus experiencias en el uso de las energías renovables durante la XII Conferencia Mundial de Energía Eólica, que se desarrolló hace dos semanas en La Habana, y en la que la isla evidenció mayores pasos de avance en el aprovechamiento de la fuerza de los vientos.
Durante la Conferencia, expertos cubanos presentaron el primer mapa eólico de la isla, que busca promover un mayor empleo de esa fuente renovable de energía, que no genera residuos contaminantes, ni contribuye al calentamiento global del planeta.
En la cita se informó que más de 3.600 familias que habitan en zonas rurales aisladas de Cuba reciben electricidad a partir de fuentes renovables, una alternativa impulsada para aminorar la dependencia del petróleo y proteger el ambiente.
El gobierno evalúa ahora la instalación, en el centro y oriente de la isla y antes de 2020, de ocho nuevos parques eólicos capaces de generar en conjunto unos 280 megawatts.
El director de Generación de Emergencia y Fuentes Renovables, Aleisly Valdés, citado hace unas semanas por el diario Juventud Rebelde, detalló que seis de los nuevos emplazamientos tendrán una potencia de 30 MW y los otros dos de 50 MW.
Seis de esos parques eólicos se ubicarán en la región oriental del país,repartidos en tres en la localidad de Banes, en la provincia de Holguín; dos en Las Tunas, y uno en Camagüey.
Los otros dos se erigirán en el centro, uno en Ciego de vila y el otro en Villa Clara. El empleo de esos generadores movidos por la fuerza de los vientos también evitaría a la isla la emisión de 184.000 toneladas anuales de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero.
En la actualidad, Cuba tiene en activo tres parques eólicos ubicados en Holguín, Ciego de Avila y la Isla de la Juventud que aportan en conjunto al Sistema Electroenergético Nacional unos 11,70 MW y utilizan tecnología francesa, china y española.
A raíz de la crisis energética de 2004 y 2005, el gobierno cubano priorizóel uso y desarrollo de las fuentes renovables para la producción de electricidad y el ahorro de combustibles fósiles.
Fuente / Xinhua
junio 17, 2013 | Industria
(EFE) Cuba realizará este año el montaje de su primera planta bioeléctrica para producir energía a partir de los residuos de la caña, una obra con tecnología y asesoramiento chino que costará unos US0 millones.
La planta generará 20 megawatts de energía y su construcción se iniciará a fines de año en una central azucarera de la provincia occidental de Matanzas, informó este domingo la agencia estatal Prensa Latina.
Como materia prima, utilizará el residuo de la caña de azúcar conocido como bagazo, y se prevé que en un futuro pueda emplear otros desechos forestales como el marabú o el serrín.
«Esta será la primera bioeléctrica de su tipo que operará en Cuba y especialistas que estarán encargados de su funcionamiento viajaron a China para la debida capacitación», indicó la fuente.
Prensa Latina destacó, asimismo, que en la región de Matanzas son incineradas grandes cantidades de residuos de cosecha por lo que aprovechar esos materiales para la producción de energías renovables «representará ventajas económicas y ecológicas».
El Gobierno cubano ha anunciado en los últimos años su interés en aumentar la producción de energía renovable a partir de fuentes como la biomasa forestal y de caña, la energía solar, eólica y la hidráulica.
Actualmente sólo el 3,8% de la energía generada en el país se obtiene de fuentes renovables, pero la isla aspira a incrementar esa cifra en 12% en los próximos ocho años, de acuerdo con datos oficiales.
Fuenten / EFE
junio 11, 2013 | Industria
(Xinhua) Las autoridades cubanas y la empresa española OEPS Electrics, de Barcelona, negocian la posible instalación en la isla de plantas para producir un nuevo tipo de bombilla con tecnología LED, cuya duración estimada está entre 80 y 100 años.
El Ministerio de Industria de la isla firmó con la empresa barcelonesa un memorando de entendimiento para iniciar conversaciones con vistas a transferir esa tecnología para el ensamblaje y posterior fabricación de bombillas de 6,5 watts y luminosidad comparable a lámparas incandescentes de 100 watts.
Esas bombillas ahorran 92% de consumo energético con respecto a los incandescentes y 68,42% respecto a las de bajo consumo, además de que emiten a la atmósfera 70% menos dióxido de carbono porque trabajan con muy pocos grados de temperatura.
Bombillas, tubos y otros productos de tecnología LED, con una alta durabilidad y además reparables, pueden ser producidos en Cuba, dijo en rueda de prensa el presidente de la empresa española, Benito Muros.
La propuesta es que las nuevas luminarias se fabriquen en plantas de La Habana y de Villa Clara, una ciudad ubicada 270 kilómetros al este de la capital cubana.
Muros y su compañía han desarrollado también una tecnología que permite sustituir las partes de las bombillas que puedan ser dañadas por una sobrecarga eléctrica o por algún otro factor externo, lo cual hace prácticamente irrompibles esos productos.
La futura cooperación con Cuba incluye continuar las investigaciones para darle también una alta durabilidad a electrodomésticos, como refrigeradores y lavadoras.
La compañía española cederá a la isla los derechos de la patente y la tecnología para que, cuando comience la producción, esos productos se puedan exportar en primer lugar hacia los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y después a otras naciones interesadas.
El empresario dijo que eligió Cuba para esta experiencia por su apego a la protección de las personas y el medio ambiente.
Para el diseño de la nueva tecnología, Muros se inspiró en una bombilla que desde hace 111 años se encuentra encendida en un parque de bomberos en Livermore, California, sin que haya sido apagada ni una sola vez.
El español es impulsor del denominado movimiento Sin Obsolescencia Programada, el cual busca la confección de equipos electrodomésticos de larga duración.
Según información publicada en la página de internet de la organización Veoverde, esa idea de acabar con la obsolescencia programada le ha generado un sinfín de problemas a Muros, quien incluso ha sido amenazado de muerte, amenazas que son investigadas por la Policía española.
La obsolescencia programada o planificada es un concepto desarrollado entre las décadas de 1920 y 1930 para la programación calculada del fin de la vida útil de un producto, de manera que sea obsoleto o inservible después de un tiempo fijado de antemano por el fabricante durante el diseño.
El empleo de la obsolescencia programada hace que en algún momento todos los productos fallen, lo cual obliga a los consumidores a comprar otros para reemplazarlos y comenzar de nuevo el ciclo de compraventa.
El objetivo claro de esa estrategia es el lucro económico y deja a un lado el cuidado y el respeto por el medio ambiente, pues cada producto obsoleto supone una contaminación ambiental al deshacerse de él.
Ese tipo de diseño origina que cada año en el planeta se desechen unos 7.000 millones de bombillas.
Fuente / Xinhua