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Baterías: prevén producción de 1.500 GWh hacia 2030

Baterías: prevén producción de 1.500 GWh hacia 2030

El almacenamiento de energía con baterías y la instalación de electrolizadores para la producción de hidrógeno, a partir de energías renovables, serán alternativas cada vez más relevantes para la recuperación de la economía mundial tras la pandemia del covid-19, de acuerdo con las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

“A medida que los gobiernos se centran en enfrentar la emergencia de salud de covid-19, cada vez más centran su atención en el impacto de cerrar sus economías y en cómo revivirlas rápidamente a través de medidas de estímulo. Los paquetes de recuperación económica ofrecen una oportunidad única para crear empleos al tiempo que respaldan las transiciones de energía limpia en todo el mundo”, sostiene el último informe publicado por el organismo.

Análisis

Según el análisis, se “requerirá algo más que energías renovables y eficiencia para encaminar al mundo hacia el cumplimiento de las metas climáticas y otros objetivos de sostenibilidad”, por lo que se menciona la necesidad de aumentar la incorporación de tecnologías como las baterías y los electrolizadores que producen hidrógeno”.

Las baterías y electrolizadores son tecnologías modulares de pequeño tamaño que son potencialmente adecuadas para la fabricación en masa. Las reducciones de costos como las experimentadas a través de la producción a gran escala de energía solar fotovoltaica no son inconcebibles y, de hecho, ya están en marcha. El progreso de la tecnología de batería es más avanzado que el de los electrolizadores, y el costo de las baterías de iones de litio en particular ha disminuido gracias a los mayores volúmenes de producción. La ampliación de la fabricación de electrolizadores, por otro lado, se encuentra en una etapa anterior. Pero eso hace que su alcance para reducciones significativas de costos a corto plazo sea aún mayor”, indica la AIE.

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En esta línea, el organismo señala que el 2 de julio publicará un informe especial de Energy Technology Perspective, “centrado en la innovación de tecnología de energía limpia”, que analizará estos y otros atributos de tecnologías que son particularmente adecuadas para transiciones rápidas de energía limpia.

La AIE destaca que el precio de las baterías de iones de litio ha disminuido drásticamente en los últimos años después de haberse desarrollado para un uso generalizado en la electrónica de consumo. “Los gobiernos de muchos países han adoptado políticas que fomentan un mayor despliegue de automóviles eléctricos, acelerando aún más la disminución de los precios de las baterías. Al mismo tiempo, el sector eléctrico ahora ofrece oportunidades crecientes para el uso de baterías para apoyar la integración de energías renovables variables como la eólica y la solar fotovoltaica en los sistemas eléctricos. Como tal, las baterías de iones de litio son ahora una oportunidad tecnológica para el sector energético más amplio, mucho más allá del transporte”.

Por su parte se indica que los electrolizadores, dispositivos que dividen el agua en hidrógeno y oxígeno utilizando energía eléctrica, “son una forma de producir hidrógeno limpio a partir de electricidad baja en carbono”.

“El hidrógeno limpio y los combustibles derivados del hidrógeno podrían ser vitales para los sectores de descarbonización donde las emisiones están resultando particularmente difíciles de reducir, como el transporte marítimo, la aviación, los camiones de larga distancia, las industrias siderúrgica o química. Estas son áreas donde otras tecnologías de energía limpia no se pueden implementar fácilmente”, agrega el análisis.

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Producción

Según la AIE, la capacidad mundial para fabricar celdas de batería se ha expandido rápidamente en los últimos años: “Hoy, las operaciones de fabricación a nivel mundial pueden producir alrededor de 320 gigavatios-hora (GWh) de baterías por año para su uso en automóviles eléctricos. Esto está muy por encima de los aproximadamente 100 GWh de baterías necesarios para los 2,1 millones de autos eléctricos que se vendieron en 2019”.

“Tener suficiente capacidad disponible para la fabricación de baterías es fundamental para la electrificación continua del transporte por carretera. La capacidad de producción global se distribuye de manera desigual. China es el líder mundial, representando alrededor del 70% de la capacidad global, seguida de los Estados Unidos (13%), Corea (7%), Europa (4%) y Japón (3%). El brote de la epidemia de Covid-19 ha afectado a todos los centros de producción de baterías de China, ubicados en las provincias de Hubei, Hunan y Guangdong. La fabricación se ha reanudado gradualmente debido al tiempo que lleva restaurar la cadena de suministro y devolver a los empleados al trabajo”, se indica.

“Existe la necesidad de que la capacidad de fabricación crezca aún más. Suponiendo que los objetivos anunciados de la industria automotriz mundial para la producción de vehículos eléctricos se cumplan a pesar de la crisis covid-19, se necesitarían alrededor de 1,000 GWh de capacidad de fabricación de baterías en 2025. Esta producción requeriría el equivalente de 50 plantas, cada una en la escala de un Tesla Gigafactory”, añade el organismo.

Las estimaciones de la AIE indican que la producción anual de baterías a nivel mundial “alcance alrededor de 1.500 GWh para 2030 para todos los vehículos eléctricos combinados (incluidos automóviles, autobuses, etc.), mientras que también espera un incremento en la producción de electrolizadores.

“Hace unos 10 años, la mayoría de los proyectos tenían menos de 0,2 MW. En los últimos tres años, varios proyectos estuvieron en el rango de 1 MW a 5 MW, y el más grande fue de 6 MW. En Japón, acaba de comenzar a funcionar un proyecto de 10 MW y se está construyendo un proyecto de 20 MW en Canadá. Se han anunciado proyectos más grandes en los cientos de megavatios”, sostiene el informe.

“Como resultado, los próximos dos años podrían establecer nuevos récords, con proyectos anunciados que llevarán la instalación global de la capacidad del electrolizador de 170 MW en 2019 a 730 MW en 2021. Para garantizar que ese impulso se mantenga después de la crisis de covid-19, Será importante que los gobiernos tranquilicen a los inversores sobre su compromiso continuo con el hidrógeno”, concluye el análisis

Enel X, Collahuasi y Buses Hualpén ponen en marcha los primeros buses eléctricos de Tarapacá

Enel X, Collahuasi y Buses Hualpén ponen en marcha los primeros buses eléctricos de Tarapacá

Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi dio un paso firme hacia la electromovilidad en su operación con la puesta en marcha de dos buses eléctricos que trasladarán personal desde Iquique hacia el Terminal Marítimo Collahuasi, ubicado a 65 kilómetros de la ciudad, debido al trabajo colaborativo con las empresas Buses Hualpén y Enel X.

Los nuevos buses utilizan un motor eléctrico como medio de propulsión, por lo que son certificados como 0% emisiones, ya sea de CO2 o gases invernaderos, y 0% ruido. Tienen un tiempo máximo de carga de 2,1 horas, un 30% más de potencia respecto a un bus equivalente de diesel, así como una autonomía de 250 kilómetros.

En línea con las estrictas medidas de prevención que Collahuasi ha adoptado para todos sus medios de transporte, estos vehículos que permiten el traslado de 42 personas serán utilizados a la mitad de su capacidad durante los primeros meses, cumpliendo con las normas de distanciamiento social. Asimismo, contarán con alcohol gel en su interior y serán sanitizados diariamente.

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«En Collahuasi tenemos un compromiso permanente con el resguardo de nuestro entorno y nos esforzamos a diario por ser sustentables en lo largo de todos nuestra operación. Incorporar nuevas tecnologías como estos buses y propiciar el uso de energías renovables, nos permite seguir aportando desde nuestra labor diaria al cuidado del entorno, implementando soluciones de transporte de clase mundial directamente en nuestra Región de Tarapacá y al país», sostiene Dalibor Dragicevic, vicepresidente ejecutivo de Operaciones de Collahuasi.

«La puesta en funcionamiento de los dos primeros buses eléctricos, con sus respectivos puntos de carga, es solo el comienzo de nuestro acuerdo alcanzado con Minera Collahuasi como socio integrador en soluciones energéticas para sus procesos, lo que no solo les permitirá contribuir a la sostenibilidad de sus operaciones sino que también alcanzar mayores eficiencias», explicó Karla Zapata, gerente general de Enel X Chile.

Por su parte, Pablo Largo, gerente Zona Norte de Buses Hualpén, señaló que los buses eléctricos «son una muestra muy significativa de ello. Sólo como una muestra de su impacto positivo, gracias a la operación de estos 2 buses se disminuirán 3.600 kilos de CO2 al año. Lo que contribuye a la meta de reducción de emisiones de Collahuasi».

Abiertas postulaciones para apoyar a proyectos de eficiencia energética en la minería

Abiertas postulaciones para apoyar a proyectos de eficiencia energética en la minería

 

GIZ en Chile, en el marco de su proyecto «Eficiencia energética en la minería, materias primas y clima» del programa de Energías Renovables y Eficiencia Energética, abrió las postulaciones para que empresas del sector minero o desarrolladores puedan recibir apoyo técnico para poder lograr la implementación de proyectos de eficiencia energética.

De acuerdo con lo informado por el organismo, «con estas postulaciones se busca apoyar iniciativas en el ámbito de la eficiencia energética en el sector minero en Chile, los cuales posean alto impacto en reducción de emisiones a través de la disminución del consumo energético y alta replicabilidad en el sector».

El apoyo técnico consiste en el desarrollo de estudios (o parte de ellos) de pre-factibilidad, evaluaciones técnica y económica a proyectos que presenten brechas técnicas para su ejecución o avance mediante una asesoría especializada.

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En Chile la GIZ apoya al Ministerio de Energía y a la Agencia de Sostenibilidad Energética (ASE) en la generación, replicación y adaptación de iniciativas de eficiencia energética, que entre sus actividades pretende acelerar la introducción en el país de medidas concretas para el aumento de la eficiencia energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Quiénes pueden postular

Según GIZ, para este programa «pueden solicitar el apoyo empresas mineras, de ingeniería y/o consultoras que ejecuten o desarrollen proyectos de eficiencia energética en territorio nacional. En el caso de las empresas de ingeniería o consultoras que estén desarrollando proyectos de eficiencia energética para una empresa minera, tendrá que contar con el respaldo de la compañía en la cual se lleva a cabo el proyecto».

La postulación estará abierta entre 4 de mayo y 30 de junio de 2020.

Vea acá más información sobre las postulaciones

Baterías: Agencia Internacional de Energía prevé producción de 1.500 GWh para 2030

Baterías: Agencia Internacional de Energía prevé producción de 1.500 GWh para 2030

El almacenamiento de energía con baterías y la instalación de electrolizadores para la producción de hidrógeno, a partir de energías renovables, serán alternativas cada vez más relevantes para la recuperación de la economía mundial tras la pandemia del covid-19, de acuerdo con las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

«A medida que los gobiernos se centran en enfrentar la emergencia de salud de covid-19, cada vez más centran su atención en el impacto de cerrar sus economías y en cómo revivirlas rápidamente a través de medidas de estímulo. Los paquetes de recuperación económica ofrecen una oportunidad única para crear empleos al tiempo que respaldan las transiciones de energía limpia en todo el mundo», sostiene el último informe publicado por el organismo.

Análisis

Según el análisis, se «requerirá algo más que energías renovables y eficiencia para encaminar al mundo hacia el cumplimiento de las metas climáticas y otros objetivos de sostenibilidad», por lo que se menciona la necesidad de aumentar la incorporación de tecnologías como las baterías y los electrolizadores que producen hidrógeno».

«Las baterías y electrolizadores son tecnologías modulares de pequeño tamaño que son potencialmente adecuadas para la fabricación en masa. Las reducciones de costos como las experimentadas a través de la producción a gran escala de energía solar fotovoltaica no son inconcebibles y, de hecho, ya están en marcha. El progreso de la tecnología de batería es más avanzado que el de los electrolizadores, y el costo de las baterías de iones de litio en particular ha disminuido gracias a los mayores volúmenes de producción. La ampliación de la fabricación de electrolizadores, por otro lado, se encuentra en una etapa anterior. Pero eso hace que su alcance para reducciones significativas de costos a corto plazo sea aún mayor», indica la AIE.

En esta línea, el organismo señala que el 2 de julio publicará un informe especial de Energy Technology Perspective, «centrado en la innovación de tecnología de energía limpia», que analizará estos y otros atributos de tecnologías que son particularmente adecuadas para transiciones rápidas de energía limpia.

La AIE destaca que el precio de las baterías de iones de litio ha disminuido drásticamente en los últimos años después de haberse desarrollado para un uso generalizado en la electrónica de consumo. «Los gobiernos de muchos países han adoptado políticas que fomentan un mayor despliegue de automóviles eléctricos, acelerando aún más la disminución de los precios de las baterías. Al mismo tiempo, el sector eléctrico ahora ofrece oportunidades crecientes para el uso de baterías para apoyar la integración de energías renovables variables como la eólica y la solar fotovoltaica en los sistemas eléctricos. Como tal, las baterías de iones de litio son ahora una oportunidad tecnológica para el sector energético más amplio, mucho más allá del transporte».

Por su parte se indica que los electrolizadores, dispositivos que dividen el agua en hidrógeno y oxígeno utilizando energía eléctrica, «son una forma de producir hidrógeno limpio a partir de electricidad baja en carbono».

«El hidrógeno limpio y los combustibles derivados del hidrógeno podrían ser vitales para los sectores de descarbonización donde las emisiones están resultando particularmente difíciles de reducir, como el transporte marítimo, la aviación, los camiones de larga distancia, las industrias siderúrgica o química. Estas son áreas donde otras tecnologías de energía limpia no se pueden implementar fácilmente», agrega el análisis.

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Producción

Según la AIE, la capacidad mundial para fabricar celdas de batería se ha expandido rápidamente en los últimos años: «Hoy, las operaciones de fabricación a nivel mundial pueden producir alrededor de 320 gigavatios-hora (GWh) de baterías por año para su uso en automóviles eléctricos. Esto está muy por encima de los aproximadamente 100 GWh de baterías necesarios para los 2,1 millones de autos eléctricos que se vendieron en 2019».

«Tener suficiente capacidad disponible para la fabricación de baterías es fundamental para la electrificación continua del transporte por carretera. La capacidad de producción global se distribuye de manera desigual. China es el líder mundial, representando alrededor del 70% de la capacidad global, seguida de los Estados Unidos (13%), Corea (7%), Europa (4%) y Japón (3%). El brote de la epidemia de Covid-19 ha afectado a todos los centros de producción de baterías de China, ubicados en las provincias de Hubei, Hunan y Guangdong. La fabricación se ha reanudado gradualmente debido al tiempo que lleva restaurar la cadena de suministro y devolver a los empleados al trabajo», se indica.

«Existe la necesidad de que la capacidad de fabricación crezca aún más. Suponiendo que los objetivos anunciados de la industria automotriz mundial para la producción de vehículos eléctricos se cumplan a pesar de la crisis covid-19, se necesitarían alrededor de 1,000 GWh de capacidad de fabricación de baterías en 2025. Esta producción requeriría el equivalente de 50 plantas, cada una en la escala de un Tesla Gigafactory», añade el organismo.

Las estimaciones de la AIE indican que la producción anual de baterías a nivel mundial «alcance alrededor de 1.500 GWh para 2030 para todos los vehículos eléctricos combinados (incluidos automóviles, autobuses, etc.), mientras que también espera un incremento en la producción de electrolizadores.

«Hace unos 10 años, la mayoría de los proyectos tenían menos de 0,2 MW. En los últimos tres años, varios proyectos estuvieron en el rango de 1 MW a 5 MW, y el más grande fue de 6 MW. En Japón, acaba de comenzar a funcionar un proyecto de 10 MW y se está construyendo un proyecto de 20 MW en Canadá. Se han anunciado proyectos más grandes en los cientos de megavatios», sostiene el informe.

«Como resultado, los próximos dos años podrían establecer nuevos récords, con proyectos anunciados que llevarán la instalación global de la capacidad del electrolizador de 170 MW en 2019 a 730 MW en 2021. Para garantizar que ese impulso se mantenga después de la crisis de covid-19, Será importante que los gobiernos tranquilicen a los inversores sobre su compromiso continuo con el hidrógeno», concluye el análisis

La energía verde no tendrá un resbalón debido al petróleo barato

La energía verde no tendrá un resbalón debido al petróleo barato

(El Mercurio) Cuando los precios del petróleo llegaron a un máximo nivel a fines de la década de 1970, el entonces Presidente Jimmy Carter, instaló paneles solares en el techo de la Casa Blanca. Históricamente, el crudo caro había fomentado los experimentos para desarrollar fuentes de energía alternativas y la caída en los precios había invertido la tendencia. Pero los tiempos han cambiado y es poco probable que los precios ultrabajos retarden el despliegue de energías renovables.

Lo que importa más actualmente puede ser la regulación. Hasta qué punto los gobiernos incorporarán prioridades medioambientales en los planes de recuperación post covid-19 es una pregunta clave que enfrentan los inversionistas de mentalidad ecológica ahora.

El petróleo y las energías renovables no son sustitutos directos. El primero se utiliza principalmente para el transporte y calefacción mientras que las segundas producen electricidad. Pero hay áreas que se cruzan. Los autos pueden tener baterías o motores de combustión; la calefacción puede ser eléctrica o con diésel; y las plantas de electricidad pueden funcionar con energía eólica, solar, carbón o gas natural, el que es a menudo un subproducto de la producción petrolera.

Los usuarios tienen una elección por delante, pero una vez que compren una tecnología, el combustible queda bloqueado. Eso hace que las expectativas de precios futuros sean más influyentes que los tipos de cambio al contado. Las turbinas de viento y paneles solares fueron alguna vez caros y experimentales, pero gracias en parte a los subsidios e incentivos del Estado, sus costos ahora son comparables con los combustibles fósiles, y se espera que sigan cayendo.

Para los productores de petróleo la relación es más directa: los precios altos generan efectivo para para proyectos preferidos. Las principales empresas petroleras europeas, como Royal Dutch Shell y Total, invirtieron hace poco miles de millones de dólares en proyectos de energía alternativa para ver cómo podían ganar dinero en el mundo de emisiones de carbono más bajas previsto por los acuerdos de París. Ese financiamiento está ahora en riesgo, pero afortunadamente para el sector en general, las grandes compañías de petróleo representan solo una fracción de la inversión global.

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