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Portabilidad: Systep elaboró propuestas para el comercializador en Chile, a partir de mejores prácticas internacionales

Una serie de propuestas en torno a la introducción de la figura del comercializador en el mercado de la distribución eléctrica se plantean en un estudio elaborado por Systep Ingeniería, por encargo de la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (ACEN), entre las cuales se consideran aspectos como la separación entre la comercialización y la distribución.

La investigación de la consultora abarcó una revisión de las mejores prácticas internacionales en la implementación del comercializador, las cuales fueron presentadas por el director de Systep, Hugh Rudnick, en un encuentro online realizado por ACEN.

Propuestas

En lo relativo a la separación de negocios entre comercialización y distribución, el Rudnick dijo que vislumbran dos alternativas: «La primera es permitir que un grupo empresarial pueda tener filiales de generación, distribución y comercialización, pero siempre respetando el giro exclusivo de distribución. La segunda es desintegrar completamente los negocios de distribución y comercialización en una zona de concesión de manera que el dueño de una distribuidora no pueda participar como comercializador en la misma zona ni siquiera con filiales».

Por otro lado, la propuesta contempla la coexistencia de tres tipos de comercializador. El puro que podrá participar en el mercado spot y negociar contratos con clientes finales. En la práctica sería igual a como operan los generadores hoy en día en el mercado spot, acreditando garantías ante el Coordinador para cumplir con la cadena de pagos pero sin necesidad de tener activos de generación. El segundo tipo de comercializador son los generadores y el tercero serían los comercializadores de referencia para abastecer clientes bajo tarifa regulada cuyo rol asumirían las empresas de distribución.

Según Rudnick, «de todas formas los comercializadores puros y las generadoras también podrían ofrecer contratos a clientes pequeños con derecho a tener tarifa regulada pero lo recomendable en este caso es que haya una licencia especial para poder ofrecer tarifas a este segmento».

Respecto a los clientes, la propuesta contempla que cualquier cliente podrá negociar libremente contratos de suministro con los comercializadores. Lo recomendable es tener un umbral de potencia bajo el cual los clientes puedan optar a tarifas reguladas, que serían suministradas por el comercializador de referencia.

«El umbral de referencia que planteamos es de 10 kilowatts al igual que España que básicamente deja protegido a los clientes residenciales. Entonces si un cliente residencial nunca elige un comercializador, o se le acaba su contrato libre o el comercializador quiebra, sería abastecido por el comercializador de referencia que por defecto sería su distribuidor», señaló Rudnick.

Además se contempla que para que los comercializadores participen en el mercado mayorista deberán contar con garantía mínimas para asegurar la continuidad de pagos al igual que el resto de los coordinados del sistema. En caso de insolvencia económica de parte de un comercializador, los clientes que tengan contrato con este último serán traspasados al distribuidor de la zona de concesión donde se encuentre el cliente. La regulación evidentemente tendría que velar porque este proceso sea expedito.

En relación a las responsabilidades de las comercializadoras y distribuidoras, se plantea que lo más relevante es que la distribuidora será responsable de la suspensión del suministro cuando lo notifique el comercializador y de la calidad de suministro eléctrico en las redes. En tanto, los comercializadores serían responsables de la facturación frente al cliente pero permitiendo que los clientes mayores de 10 kilowatts puedan separar las facturas por el servicio de transporte con las distribuidoras.

Respecto a la transición, el estudio señala que la parte más compleja de bajar el límite para ser cliente libre, es armonizarlo con los contratos de suministro regulado vigentes. «Vemos en este sentido dos caminos, permitir contratos libres mediante un sistema de cuotas a medida que vencen los contratos de suministro o directamente reducir paulatinamente el límite para ser cliente libre. En cualquiera de los dos casos, los plazos de la transición deben estudiarse cuidadosamente puesto que si es muy extenso, se diluyen las ventajas de poder optar a precios libres, mientras que si es muy corto, podrían afectarse los contratos de suministro vigentes», comentó el académico.

La experiencia de otros países muestra que los clientes residenciales no son muy proactivos en la búsqueda de mejores tarifas como se desprende, por ejemplo, en España donde el 40% de los clientes residenciales siguen con la tarifa regulada. Como también que los comercializadores tradicionales concentran el mercado de contratos aunque haya opciones de menor precio. “Por eso, es necesario tomar medidas que apoyen el que los clientes tengan la información necesaria para que puedan comparar diferentes planes, que faciliten entender y procesar esta información y que puedan cambiarse con relativa facilidad de tarifa o de comercializador como sucede por ejemplo en la telefonía móvil”, finalizó Rudnick.

ACEN

El presidente de ACEN, Eduardo Andrade, consideró que el estudio «arroja información relevante para los efectos de tomar decisiones respecto a aspectos fundamentales para una exitosa incorporación del comercializador en Chile, si bien existen algunas conclusiones que deben ser estudiadas con detalle a fin de determinar qué alternativas son las más convenientes».

«Para ACEN, la separación estructural entre la distribución y la comercialización y una transición mediante la reducción del nivel de potencia que habilita ser cliente libre, son fundamentales para lograr desarrollar un mercado competitivo, objetivo final de la ley de portabilidad», indicó el representante de la gremial.

 

Distribución: destacan rol que tendrá el comercializador para optimizar el consumo energético

Distribución: destacan rol que tendrá el comercializador para optimizar el consumo energético

El rol que tendrá la figura del comercializador en el mercado de la distribución fue uno de los principales aspectos vistos en el conversatorio online «¿Te Portas? Un debate sobre la comercialización de electricidad en Chile», organizado por la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (ACEN), donde se coincidió en los positivos impacto que tendría para la modernización del segmento.

En la conferencia participaron Vivianne Blanlot, directora de empresas; Eduardo Andrade, presidente de ACEN; Aura Rearte, del subdepartamento de Normativa y Regulación del Departamento Eléctrico de la Comisión Nacional de Energía; Alejandro Lucio, ex director ejecutivo de la Asociación Energías Renovables del SER de Colombia, y Pablo Lecaros, gerente Área de Mercados y Regulación de Systep.

Modernización

Blanlot comentó que el comercializador es un elemento clave para modernizar y optimizar la forma en que se consume la energía: «Tengo la convicción que la introducción del comercializador es un elemento de modernización de la estructura de la demanda y de la forma en que los usuarios se relacionan con su consumo y adquieren este bien.

«Hoy en día estos elementos no le son ofrecidos a los consumidores porque básicamente están bajo las redes y la comercialización de las distribuidoras. Tengo el convencimiento de que no es posible que las distribuidoras realmente tengan incentivos para hacer esta misma labor. Eso significa que el comercializador es un ente que puede alterar la relación costo calidad para el cliente. De tal manera que, en términos muy generales, el cliente puede efectivamente elegir el nivel de calidad porque puede optar por ciertos mecanismos que le ofrece el comercializador y que le permite, sin aumentar el costo, aumentar el nivel de calidad que recibe o bien puede reducir su costo consumiendo de otras maneras», precisó la ejecutiva.

Pablo Lecaros, mencionó que el comercializador da un trato más personalizado, más dedicado al cliente de acuerdo a sus necesidades y abre la posibilidad de algunos servicios de eficiencia como motores o baterías, entre otros, para mejorar la calidad de suministro más allá de lo que pueda hacer el distribuidor.

Por su parte, Eduardo Andrade destacó que las empresas comercializadoras tienen la flexibilidad de capturar los menores costos en cada instante y poder traspasárselos a sus clientes. «Si no hubiera habido competencia en el mercado de los clientes libres, las empresas distribuidoras estarían ofreciendo las mismas tarifas reguladas de siempre y no habría ocurrido la baja de precios que estamos viendo hoy día que puede alcanzar un 20 o 25%. La competencia va a permitir que en cada momento los precios sean los más bajos posible dada las condiciones estructurales que existan en el mercado en ese momento», señaló.

Separación

Respecto a la separación entre la distribuidora y el comercializador, Alejandro Lucio comentó el caso colombiano, señalando que «desintegrar como una opción de entrada sería el mundo ideal. Esa discusión en Colombia la estamos dando hace 25 años. Deshacer esa integración entre comercialización y distribución es imposible. Estamos trabajando en desintegrar a nivel minorista».

A juicio de Blanlot, «hay que desintegrar estructuralmente en forma completa, no en forma legal. Debe crearse una figura de un comercializador puro que no esté integrado en forma ninguna con las redes, ni distribución ni transmisión. Por supuesto que eso significa un ahorro porque si no, va a haber que construir un aparato regulatorio y de fiscalización. Son demasiado flancos de riesgos cuando sabemos perfectamente que al final vamos a llegar a un comercializador puro y potente porque eso es lo que vamos a necesitar en el futuro».

De acuerdo a Lecaros, nivel internacional hay ejemplos mixtos en este tema: «Está el caso de Colombia que tiene integración al día de hoy. En el Reino Unido hay separación entre las licencias de distribución y comercialización, aunque hay algunas distribuidoras que todavía mantienen la comercialización. En España si bien existe la separación en términos legales de que hay un giro exclusivo de distribución, sí se permite el hecho de que un mismo holding pueda tener filiales en todos los segmentos».

En ese contexto, en la propuesta de Systep se plantea que el comercializador ligado al holding empresarial que es dueño de la distribuidora, «no puede participar en esa misma zona de concesión, pero sí podría hacerlo en el resto del país. La otra alternativa es que se permita que exista esta integración a través de filiales, pero en ese caso y por un tema de dar mayor confianza al sistema en su conjunto, se hace más necesaria la creación de un organismo independiente que concentre la información de cada uno de los clientes de manera que todos los comercializadores tengan el mismo nivel de acceso a la información para ofrecer sus distintas tarifas y contactar a los usuarios. Lo que se busca es justamente dar una mayor confianza en la operación del sistema y evitar que la autoridad sea coaptada por terceros grupos de interés o que el mecanismo distribuidor pueda dar preferencia mediante la calidad de suministro u otras medidas para favorecer al comercializador de su mismo grupo empresarial», señaló Lecaros

De acuerdo al presidente de ACEN, la separación estructural es una piedra angular necesaria para este proyecto de ley cumpla su objetivo. En el estudio se señala que la OCDE recomienda en aquellos mercados, donde sea posible, optar por la separación estructural completa.

«Hoy vemos acciones de las empresas distribuidoras que apuntan a dificultar la competencia en el mercado del suministro eléctrico y no hemos visto ninguna acción del Coordinador. Todo ello, nos apunta a que sí hay perjuicio al usuario final en caso que no se opte por la separación estructural. En el estudio se señala que las empresas incumbentes en el mercado de la electricidad atienden primero a los clientes relacionados o demoran la conexión de los clientes no relacionados, entre otros. Para ACEN todo apunta a que la solución óptima es la separación estructural. Tenemos que hacerlo bien ahora porque o sino lo que va a ocurrir es que en 5 o 10 años más vamos a tener que estar de nuevo legislando para tratar de lograr la separación estructural», subrayó.

Transición

Vivianne Blanlot señaló que la transición para avanzar en esta figura debería concentrarse en hacerlo por bloques, «en la medida que vaya bajando el consumo regulado».

«Precisamos el tiempo necesario para que se vayan formando estas empresas comercializadoras de calidad. Creo que una gran modernización del mercado eléctrico viene de la mano de la creación del comercializador y de la reducción gradual del límite de los consumidores regulados. Me inclino por un sistema muy liberalizado al que tenemos que llegar en forma relativamente gradual, no lenta, sino que atendiendo a ciertas condiciones de nuestro mercado nada más”. En ese aspecto, Aura Rearte dijo que “queremos que los usuarios residenciales tengan rápidamente acceso a este derecho que estamos generando con la ley y la forma que vemos esto es por zona. Nos parece que este sistema de zonas es el mejor respecto a esos contratos que ya están vigentes».

Según Andrade, la liberación por zonas no produce un mercado que pueda interesar a las empresas comercializadoras y !no porque no quieran, sino que económicamente no va a haber espacio para que las empresas puedan establecerse. Lo que va a ocurrir en caso de hacer ese tipo de apertura es que la distribuidora relacionada va a seguir distribuyendo porque no hay nadie a quien cambiarse».

Y precisó: «El ir avanzando en una transición bajando el nivel de potencia es el mecanismo más democrático, afecta en menor grado a los contratos de distribución, permite ir creando una competición fuerte, real en el mercado del suministro, y se puede hacer hoy día sin ningún cambio legal y eso es importante. La gran ventaja adicional es que permite llegar si no directamente al usuario residencial, que ya sabemos que se cambia poco al principio, sí a la pequeña empresa, a las tiendas, a los malls, etc. La pequeña y mediana empresa que es uno de los grandes motores de la economía, indirectamente va a satisfacer necesidades de los usuarios finales y residenciales. Cualquiera que diga que en el corto plazo esto va a poder llegar a los usuarios residenciales en forma masiva no es efectivo».

Finalmente, con respecto a la subdemanda en los contratos de compraventa de electricidad firmados entre las empresas generadoras y distribuidoras, Andrade indicó que se debería permitir que esa energía «que no está siendo consumida, pueda ser vendida a las empresas de comercialización que andan en la búsqueda de esos contratos de energía con precios competitivos para poder traspasárselos a los clientes. Esa es una de las gracias de la comercialización, la flexibilidad de poder ir buscando esos contratos. Por lo tanto, bienvenida sea esa energía renovable de bajo precio porque de todas maneras va a tener un espacio dentro de los contratos de los comercializadores. En la medida que los comercializadores vayan creciendo van a ir demandando más de esa energía».

Distribución: Comercializador podría generar ahorros anuales de hasta $38.000 en cuentas de luz

Distribución: Comercializador podría generar ahorros anuales de hasta $38.000 en cuentas de luz

La incorporación de la figura del comercializador en el mercado de la distribución eléctrica podría generar ahorros anuales de $6.314 hasta $37.883  en las cuentas de luz de los clientes regulados, según las estimaciones realizadas por el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago, a partir de la experiencia de Dinamarca en esta materia, donde los usuarios residenciales registran una reducción anual de hasta $87.600.

Así lo señaló el director del DIE de esta casa de estudios, Humberto Verdejo, en la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, donde analizó el proyecto de ley de portabilidad eléctrica, que propone incorporar la figura del comercializador.

Según el académico, la mayor competencia a causa del comercializador, generaría ahorros en las tarifas finales al consumidor residencial supone «un proceso largo en el tiempo», pues explicó que debe considerar el recambio de los medidores mecánicos a los bidireccionales de tecnología inteligente, además de avanzar en el cambio de cultura para los que los clientes efectivamente busquen cambiarse de proveedores.

Verdejo dijo que la evolución de tarifas residenciales, según las estimaciones realizadas por la unidad académica, indican aumentos en las cuentas debido al efecto de las últimas regulaciones, como el Precio Estabilizado al Cliente (PEC) y la Ley de Servicios Básicos, que podrían mantenerse hasta mediados de 2023.

A su juicio, es necesario introducir algunas modificaciones al proyecto, como «dejar explícito la separación estructural entre una empresa distribuidora y el comercializador, como lo señala la literatura internacional».

Además, planteó la necesidad de entregar certezas financieras para que el cambio de proveedor que elija el cliente «no afecte la cadena de pagos» en el segmento, por lo que sugirió fijar plazos que permitan reducir el riesgo que pudiese tener el comercializador por el ingreso y salida de clientes.

Dentro de sus conclusiones, el académico sostuvo que «la liberalización del mercado minorista no debe ser implementada de forma apresurada. La evidencia y experiencia internacional muestra que el proceso debe ser programado y evaluado constantemente».

Comercializadores de energía identifican baja de 25% en tarifas a causa de la portabilidad

La Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (ACEN) tiene programado para este jueves 19, entre las 9 y 10:30 horas, el conversatorio online «¿Te Portas? Un debate sobre la comercialización de electricidad en Chile», dondeexpondrá el profesor emérito de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director de Systep, Hugh Rudnick, quien se referirá al estudio sobre comercialización encargado por el gremio en esta materia.

El estudio muestra los efectos de la introducción del comercializador en los mercados eléctricos de España, Inglaterra, Colombia y Estados Unidos y destaca que, en aquellos países estudiados donde existe competencia, los valores ofertados por los comercializadores son en general menores y además la oferta de servicios asociados al suministro aumenta.

«Para ACEN, la conclusión general del estudio es simple, la inclusión de la figura del comercializador estimula la competencia y logra que los precios hacia el consumidor final sean menores que aquellos ofrecidos en condiciones sin competencia», comentó el presidente de la asociación Eduardo Andrade, quien participará también del conversatorio.

Detalles

La conversación se enfocará en aspectos del estudio relacionados con el proyecto de ley que establece el derecho a la portabilidad eléctrica que se discute actualmente en la Comisión de Minería y Energía de la Cámara. De hecho, ACEN fue invitado a exponer sus planteamientos en esa instancia donde su presidente recalcó que el beneficio de esta iniciativa legal es evidente.

El estudio explica que aquellos estados de Estados Unidos en los cuales se había introducido la competencia tienen tarifas que son un 25,7% inferiores en relación a aquellos que han mantenido su condición monopólica. «Es claro que va a existir un beneficio. La competencia indudablemente trae ganancias para el usuario final y, en particular, en la calidad de atención», señaló Andrade.

Según el vicepresidente de ACEN, Sebastián Novoa, quien moderará el conversatorio, la separación estructural entre las distribuidoras y comercializadoras, modalidad recomendada por la OCDE, es esencial para que este proyecto de ley logre su objetivo.

«Sin separación estructural, no queda bien rayada la cancha. Ya vimos lo que pasó en las telecomunicaciones. Para dar legitimidad al mercado y tener una competencia verdadera, es necesario que no haya espacio al uso comercial de la información técnica que necesariamente debe manejar la distribuidora», indicó.

En el evento participarán como panelistas  del sector eléctrico como Vivianne Blanlot, directora de empresas; Gabriela Manríquez, abogada de la Comisión Nacional de Energía (CNE); Alejandro Lucio, invitado internacional y ex director ejecutivo de la Asociación Energías Renovables, SER Colombia, y Pablo Lecaros, Gerente Área de Mercados y Regulación de Systep.

Asociación de Comercializadores de energía destaca rol de la competencia para generar ahorros en usuarios eléctricos

«En el sector eléctrico, cada vez que ha existido competencia equilibrada se ha llegado a excelentes resultados para los usuarios finales de la energía eléctrica». Este es el análisis realizado en la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (ACEN), a propósito de la  discusión del proyecto de ley de portabilidad eléctrica, que forma parte de la reforma al segmento de distribución.

Sebastián Novoa, vicepresidente de la asociación gremial, sostiene que en el último tiempo se han producido tres hitos en que la competencia ha mostrado positivos resultados en el mercado eléctrico, poniendo como ejemplo los resultados de las licitaciones de suministro para clientes regulados de 2016, donde se registraron 84 ofertas.

«El éxito de la competencia en estos procesos licitatorios fue rotundo, nos llevó de licitaciones que no se adjudicaban por completo y con precios superiores a los 130 US$/MWh a precios cercanos a los 30 US$/MWh en el último proceso realizado en 2017», afirma Novoa.

Un segundo momento mencionado por el representante gremial se vio en los resultados de las licitaciones privadas, organizadas para clientes regulados que decidieron ejercer su opción de migrar al mundo de los clientes libres, «las cuales están logrando precios inferiores a 50 U$/MWh. Según ACEN, estos niveles están disponibles e incluso son mejores dependiendo de la cantidad de energía negociada, plazos, formas de pago y condiciones generales del acuerdo alcanzado entre las partes».

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«El tercer indicio de competencia se ha presenciado recientemente en el resultado de las licitaciones de energía realizadas en el contexto del descuento en la tarifa eléctrica para calefacción anunciada por el Gobierno en agosto 2020. Esta licitación, por un volumen cercano a los 120 GWh/Año y un período de 4 años, logró descuentos en la tarifa eléctrica total de aproximadamente 20%, lo cual, por ejemplo, para 2021 corresponde a una reducción de 30,550 $/kWh. Si extrapolamos ese dato y se aplica a toda la demanda regulada prevista para el próximo año (27.751 GWh), el ahorro alcanzaría los 1.087 MMUSD. Este es el potencial de ahorro que vemos para el sistema», precisa Novoa.

Es así como el dirigente señala la necesidad de considerar «en este cálculo tanto los contratos vigentes como el Mecanismo de Estabilización de Precios (PEC) -que deberá ser pagado durante los próximos años- para generar un equilibrio en la implementación de la política de portabilidad y el respeto a los acuerdos existentes, así como el pago de las deudas adquiridas en este último tiempo. Lo anterior no permitirá, sin embargo, generar el máximo potencial de ahorro en el mediano plazo».

«Lo que no puede ocurrir es que el objetivo y la forma de implementación se nos confundan. El respeto a los acuerdos vigentes nos obliga a una puesta en marcha gradual, pero esto no significa que la portabilidad no estará disponible para todos. Sin duda, la portabilidad llegará a todos los usuarios pues ese es el objetivo final del proyecto de ley. La discusión de cuál es la mejor implementación no puede paralizarnos y llevarnos a hacer nada. Esto es como estar frente a un tsunami, tener que subir el cerro y detenerse para elegir cuál es el camino más adecuado. Podemos tomar un tiempo para escoger el camino, pero lo peor que podemos hacer es ahogarnos por no decidir subir el cerro», concluye.