enero 27, 2021 | Industria
Con el objetivo de materializar la Estrategia de Hidrógeno Verde, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, anunció la conformación de un grupo de embajadores para esta materia, quienes tendrán como misión impulsar avances en nueve ejes estratégicos: minería, transportes, petróleo y gas, exportación, educación y ciudadanía, financiamiento e incentivos, encadenamiento económico y pymes, valor local y comunidades y capital humano.
«Este grupo estará a cargo de apoyar la labor del Ministerio de Energía y otras instituciones públicas y privadas en reducir las barreras al desarrollo del hidrógeno verde en Chile, así como actuar como puente con la ciudadanía y los diversos grupos de interés para comunicar las oportunidades y los desafíos de esta nueva industria», informó la cartera
Jobet señaló sostuvo que la idea es impulsar esta iniciativa «con visión de Estado y mirada de largo plazo. Debemos trabajar colaborativamente Gobierno, líderes de opinión, ONGs y empresas. Y precisamente es esto lo que estamos materializando a través de este grupo de embajadores».
Embajadores
Entre los 19 embajadores, destacan personalidades como Eduardo Frei, David Gallagher, Eduardo Bitrán, Javiera Parada, Pedro Pablo Errázuriz, Loreto Silva, Daniel Fernández, Francisca Castro, Josefina Montenegro, Marcos Lima, entre otros.
Según Jobet, el próximo paso será definir los capítulos regionales, con líderes de las propias regiones: «Esto es esencial porque la industria se desarrollará como polos tanto en el Norte como el extremo Sur, que es donde están las mejores condiciones naturales. Y la participación de los líderes locales desde el principio es fundamental para recoger la realidad de cada zona»
La estrategia plantea- en su primera fase- desarrollar el mercado doméstico para luego iniciar la etapa de exportación. En este primer período se buscará desplegar el uso del hidrógeno verde en seis aplicaciones prioritarias en Chile para construir un mercado local: uso en refinerías, amoníaco doméstico, camiones mineros, camiones pesados de ruta, buses de larga autonomía e inyección en redes de gas.
De acuerdo por lo indicado por el Ministerio, actualmente se están evaluando más de 20 proyectos pilotos de hidrógeno verde en Chile. A partir de energías renovables, como la eólica y la solar, algunos proyectos producirán hidrógeno verde para ser usado como energético y otros para generar derivados como el amoníaco, metanol y otros combustibles verdes. Además, se están desarrollando una serie de proyectos de innovación para reemplazar equipos diésel por aplicaciones que usen hidrógeno como combustible, tales como trenes, camiones mineros y embarcaciones menores.
Ejes estratégicos y embajadores
1. Minería
Articular y movilizar a empresas mineras y de la cadena de suministro minero al uso del hidrógeno verde en la industria. Apoyar en la negociación de acuerdos público-privados y compromisos que aceleren el proceso de integración de energía limpia en el sector. Lograr que estos actores comprendan la necesidad, factibilidad y conveniencia de integrar hidrógeno verde en la minería y comunicar ampliamente estos temas al público general.
Embajadores: Marcos Lima: expresidente ejecutivo de Codelco-Chile. En febrero de 2000 fue designado por el Copper Club con sede en Nueva York, como Copper Man of the Year, haciéndose merecedor al premio ANKH por su contribución a la industria mundial del metal rojo. Entre 2010 y 2015 fue parte del directorio de Codelco.
Francisca Castro: directora de Empresas en Antofagasta Minerals y Salfacorp. Ejecutiva con 25 años de experiencia y sólida trayectoria laboral en la industria minera del Cobre, Energía, Concesiones de Obras Públicas, Financiera y también en entidades de Gobierno. Ha estado involucrada en todos los aspectos de negocios de empresas nacionales e internacionales.
2. Transportes
Generar interés y voluntad decidida en un amplio grupo de actores privados de incorporar el hidrógeno verde y sus derivados, como los combustibles sintéticos, en sus operaciones. Relevar las oportunidades de utilizar hidrógeno y así reducir emisiones en diversas modalidades de transporte, como los vehículos ruteros, los ferrocarriles, la aviación y el transporte marítimo.
Embajadores: Pedro Pablo Errázuriz: ex ministro de Transportes y Telecomunicaciones, y Presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). También fue miembro del Consejo Asesor de Tur Bus y ocupó cargos ejecutivos en LATAM. Director de empresas.
Josefina Montenegro: directora de SKY Airline. Además, es directora de la Caja de Compensación y Asignación Familiar La Araucana. Fue Superintendenta de Quiebras, liderando su transformación a la actual Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, y fue Presidenta del Puerto de Puerto Montt y Castro.
3. Petróleo y Gas
Explorar posibles escenarios y rutas para el involucramiento de ENAP en la futura cadena de valor del hidrógeno verde en Chile. Apoyar en el diseño de mecanismos que permitan incorporar gradualmente el hidrógeno verde en las redes de gas natural.
Embajadores: Loreto Silva: ex ministra de Obras Públicas del primer gobierno del presidente Sebastián Piñera. Además, entre 2018 y 2020 fue se desempeñó como presidenta del directorio de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
Daniel Fernández: ex gerente general de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP). Presidente de la Fundación Encuentros del Futuro y presidente de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile (Camport). Previamente ocupó diversos cargos ejecutivos en los sectores energía e infraestructura.
4. Exportación
Gestionar contratos de compra de hidrógeno verde y sus derivados en mercados internacionales, con foco en Asia y Europa.
Embajadores: Eduardo Frei Ruiz Tagle: ex Presidente de la República entre 1994 y 2000, y luego ejerció como Senador. Desde 2014 ejerce como embajador extraordinario y plenipotenciario de Chile en Asia-Pacífico.
David Gallagher: embajador de Chile en Reino Unido desde 2018. Socio fundador de ASSET-Chile, empresa dedicada a banca de inversiones que le presta asesoría financiera a empresas chilenas y extranjeras.
5. Educación y ciudadanía
Crear y difundir mensajes clave para la ciudadanía, con énfasis en las oportunidades que ofrece al país el desarrollo de esta nueva industria, en diversos medios y plataformas. Entusiasmar a actores sociales relevantes del sector para resolver las inquietudes de la ciudadanía respecto a los impactos de esta industria y las maneras en que estos son mitigados, tal como uso de agua, terreno, residuos, entre otros.
Embajadores: Javiera Parada: miembro de «Democracia es Diálogo» y fundadora de «Un camino posible».
Pablo Ortúzar: Es investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) y columnista de La Tercera. Fue representante en Chile de The Global Shapers Community (Foro Económico Mundial). Autor del libro El poder del poder (2016), coautor de Gobernar con principios (2012), traductor de La gran sociedad (2014), de J. Norman, editor de Subsidiariedad (2015) y de uno de los capítulos del libro El derrumbe del otro modelo (2017).
6. Financiamiento e incentivos
Identificar y desarrollar fuentes de financiamiento público y privado, nacional y extranjeros, para la industria del hidrógeno verde. Proponer eventuales mecanismos de incentivos que fomenten la obtención del financiamiento necesario para esta industria baja en carbono.
Embajadores: Axel Christensen: Director de Estrategia de Inversiones para América Latina en BlackRock, la mayor administradora de fondos del mundo. Anteriormente ha ocupado diversos cargos en Cruz del Sur, Moneda Asset Management, AFP Cuprum y Citi. Cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector financiero.
Andrés Pérez: Jefe de Asesores del Ministerio de Hacienda desde junio de 2020. Antes fue Coordinador de Finanzas Internacionales, rol en el cual era responsable de llevar la relación con instituciones financieras y foros económicos internacionales. En años recientes representó a Chile ante el G20 como Finance Track Deputy. Anteriormente trabajó en el Banco Central, el Banco Mundial, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, y en el sector privado.
Carolina Yazmín López: Representante en Chile de UNEP FI (iniciativa financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente). Experta en desarrollo y finanzas sostenibles, apoyando procesos en Chile y en el mundo.
7. Encadenamiento económico y pymes
Promover la integración de empresas y capacidades locales dentro de la emergente cadena de valor del hidrógeno verde, incluyendo la promoción del emprendimiento en el área y la identificación de oportunidades en las que proveedores locales serán claves. Identificar y articular actores para reducir barreras a la integración de proveedores chilenos en esta nueva industria.
Embajadores: Eduardo Bitran: presidente del Club de Innovación e impulsor de Misión Cavendish, que ha aportado en la difusión del hidrógeno verde. Fue presidente del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad y vicepresidente ejecutivo de Corfo.
Diego Fleischmann: Emprendedor. Ex director de Asech (Asociación de emprendedores de Chile) y ex profesor de emprendimiento de la Universidad Adolfo Ibáñez. Fundador de la compañía de seguros y créditos AVLA, que luego se vendió a KFW (Banco Alemán de Desarrollo). Actualmente es fundador y director ejecutivo de la fintech Migrante. Adicionalmente, es miembro del Comité de Políticas Públicas de Sofofa.
8. Valor local y comunidades
Identificar y promover mejores prácticas de relacionamiento comunitario para el desarrollo de proyectos de inversión en hidrógeno verde. Movilizar actores privados y públicos para promover una integración armónica de esta nueva industria en los diversos territorios del país, incluyendo el posicionamiento del valor que podría generar en las localidades.
Embajadores: Nicola Borregaard, experta en el despliegue de proyectos en el territorio y trabajo con las comunidades.
María Elena Arntz, directora ejecutiva de la casa de La Paz. Fue Coordinadora del Programa Pueblos Indígenas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
9. Capital humano
Generar capacidades nacionales para la instalación, crecimiento y operación de la industria del hidrógeno verde en Chile. Articular actores claves del ecosistema, como universidades, CFTs, organismos certificadores y empresas.
Embajadores: Rosario Navarro, vicepresidenta de Sonda, Consejera de Sofofa y parte del directorio de la ACTI. Trabajó en el área de educación de Fundación Chile y en la Universidad Andrés Bello. Además, participa de las fundaciones educacionales Corporación Aprender, Fundación Loyola, Corporación Educacional de la Sofofa.
Erwin Plett, docente de postgrado del «Diplomado en Economía del Hidrógeno» de la Universidad de Santiago, USACH, miembro de la Association of Energy Engineers (AEE). Socio de la Asociación Chilena de Hidrógeno H2Chile, y socio gerente de Low Carbon Chile, dedicada a fomentar el uso de nuevas tecnologías.
El Ministerio informó que el próximo paso es definir los capítulos regionales, con líderes de las propias regiones. Esto es esencial porque la industria se desarrollará como polos tanto en el Norte como el extremo Sur, que es donde están las mejores condiciones naturales. Y la participación de los líderes locales desde el principio es fundamental para recoger la realidad de cada zona.
enero 5, 2021 | Electromov
Paper elaborado por Eduardo Bitran, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y presidente del Club de Innovación
La Industria minera que opera en Chile ha anunciado ambiciosos compromisos de reducción de emisiones. Destaca BHP y Codelco que comprometen un 70% de reducción en Chile a 2025 y 2030 respectivamente; y Anglo American con una promesa de Carbono Neutralidad a 2040, a nivel global.
Estas decisiones se toman con el objetivo de maximizar el valor de las empresas con perspectiva de largo plazo. Por otra parte, el Estado chileno ha comprometido casi US$200 millones al desarrollo de la minería sostenible, con royalties que Corfo negoció con SQM en favor del Fisco en 2017 y que solo pueden ser usadas con ese propósito.
El compromiso de la minería es una gran oportunidad de generar una alianza estratégica histórica entre el Estado Chileno y el sector, con impactos que van mucho más allá de la minería, dadas las externalidades que se pueden generar si la iniciativa del Estado se inserta en una estrategia de sostenibilidad del sector, y se estructura con una institucionalidad que lo articule con el ecosistema nacional de innovación y no como enclave que solo aprovecha un recurso natural, con escasos impactos en el país, como ha sido el caso de la astronomía por ejemplo.
Existen diversos factores que explican la racionalidad de negocios del acuerdo de descarbonización de las empresas mineras.
[VEA TAMBIÉN: CRU y Cesco organizan seminario anual que tratará sobre las principales áreas de desarrollo para el hidrógeno verde]
En primer lugar, los mercados de capitales están recibiendo la presión de inversionistas de impacto que privilegian vehículos de inversión comprometidos con la sostenibilidad de las empresas en que invierten estos fondos. Un caso emblemático es el de Blackrock, que con una administración de US$7 billones de activos financieros, a partir de 2021 le exigirán a las empresa que invierten en planes de descarbonización verificables.
Las métricas ESG (que miden estándares ambientales, sociales y de gobernanza) están teniendo una penetración significativa en las decisiones de financiamiento, como una forma de medir la sostenibilidad de largo plazo de los negocios. Esta tendencia impacta a la minería. El costo de capital a largo plazo estará influido por el avance en sostenibilidad y acción climática de las empresas mineras, cuyas actividades, con la escasez de agua y con la emergencia de la minería inteligente, serán cada vez más intensivas en capital.
El segundo factor que influirá es el crecimiento acelerado de nuevos mercados para los productos mineros, lo que en parte explica el buen comportamiento del precio de algunos minerales en los últimos meses. La electromovilidad, las energías renovables, la construcción con certificación ambiental, son todas ellas intensivas en el uso de cobre y otros minerales que produce Chile.
Los proveedores de materiales enfrentarán un porcentaje creciente de su demanda con exigencias de baja traza de carbono, por lo que se están desarrollando certificaciones de traza de carbono con enfoque de ciclo de vida, que se constituyen en atributos de valor en el mercado para las empresas y productos que las tienen.
La tercera razón es de carácter regulatoria. La Unión Europea ha reforzado su acción climática en el contexto del Covid, tanto con programas de apoyo a la innovación e inversión en descarbonización, como con su compromiso de aumentar los impuestos a las emisiones de CO2. El problema para la Unión Europea es que hoy las emisiones de insumos y productos importados representan un cuarto de todas las emisiones europeas, y en la medida que sigan aumentando los impuestos al carbono se genera «dumping ambiental», ya que las actividades manufactureras más intensivas en emisiones tienen incentivos a trasladarse a países sin impuesto al carbono, manteniendo o aumentando las emisiones globales y afectando la competitividad de su propia manufactura.
En el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Japón de 2019, se acordó establecer un mecanismo para abordar esta «competencia desleal gris«. En 2020 la Unión Europea anunció que a partir de 2023 espera tener en funcionamiento un impuesto al contenido de CO2 de los productos importados de países que tienen menores impuestos al CO2 que el país importador. Es esperable que a 2030 esta política de impuesto al CO2 en frontera sea práctica habitual en los países de la OCDE, con lo cual la competitividad de nuestro cobre dependerá de su traza de carbono.
Minería verde
En 2016 lanzamos con el Ministro de Medio Ambiente de Chile, en el marco de la COP22 en Marrakech, la iniciativa de cobre verde. Este era uno de los ejes de la hoja de ruta de los Programas Estratégicos Mineros impulsados por Corfo (Programa Alta ley). Sin embargo, esta iniciativa pasó desapercibida.
En 2017, el Presidente de Codelco en la cena de la Asia Copper Week en Shanghai (China), proponía el «Feng Shui» del cobre, un cobre más sostenible para descomoditizar el metal. Ese planteamiento generó gran controversia según los asistentes al evento. Hoy, tan solo cuatro años más tarde, el conjunto de la industria minera se compromete con este enfoque.
Chile, en el contexto de la minería mundial, tiene las mejores condiciones para posicionarse como un líder en cobre bajo en emisiones de contaminantes locales y globales. A nivel local, el problema ambiental más relevante es la contaminación que generan las fundiciones y los relaves de la producción minera. A nivel global son las emisiones de CO2.
En términos energéticos, la electricidad y los combustibles fósiles representan más o menos la misma proporción. El avance de la electricidad solar, los sistemas de almacenamiento en baterías, térmico, hidrógeno verde y la interconexión en corriente continua norte sur, entregan un claro camino para liderar a nivel mundial en la incorporación de electricidad ambientalmente sustentable en la minería chilena.
El mayor desafío se encuentra en el consumo de diésel y químicos para explosivos. El diésel utilizado en la minería representa el 9% de las emisiones de CO2 del país. El 90% del diésel en minería se ocupa en el transporte de minerales con camiones que llegan a consumir cada uno hasta 3.500 litros diarios de este combustible en un parque de más de 1.500 camiones mineros (CAEX).
Aquí la opción es la electrificación de los combustibles con hidrógeno verde, en el caso de explosivos que representan más de 2% de las emisiones del país, la opción es amoniaco producido también a partir de hidrógeno verde.
En el caso del uso de hidrógeno verde para el transporte y equipos de extracción de mineral se requiere innovar, ya que no existen soluciones con los niveles de eficiencia requerido por la operación minera en altura y con pendiente pronunciadas. El prospecto es que estas innovaciones no solo reducirán las emisiones locales y globales, sino que aumentarán la productividad de la minería, ya que sustituirán un combustible caro, como el diésel y eventualmente el gas natural, además de reducir la volatilidad del costo variable, ya que el principal componente de costo, con la electrificación de los combustibles, está constituido por inversión de capital.
La minería tiene también procesos de mediana entalpía, que pueden sustituir los combustibles fósiles con energía termo solar, siendo este un ámbito en que la tecnología ya está madura y es rentable su implementación.
La minería con menos relaves, en cambio, requiere innovaciones disruptivas en las tecnologías de extracción y procesamiento de minerales. Sin embargo, dado el potencial de desarrollo minero en el centro del país, y la gran competencia por el espacio es fundamental avanzar en dicho desafío.
Alianza tecnológica
El Estado chileno tiene la oportunidad de realizar una alianza estratégica con el sector minero para transformar a Chile en un punto focal para el desarrollo y pilotaje de aplicaciones de tecnologías, para liderar a nivel mundial en sustentabilidad minera y al mismo tiempo, generar una minería virtuosa, en que se generan capacidades de desarrollo tecnológico con externalidades positiva en el transporte de carga, la logística y otro sectores productivos del país.
La iniciativa del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) lanzada por la Corfo, representa la mayor iniciativa de este tipo del Estado chileno, desde la creación de la Fundación Chile en 1976.
[VEA TAMBIÉN: Corfo adjudica Instituto de Tecnologías Limpias a consorcio liderado Asociación de universidades estadounidenses]
El norte de Chile se puede constituir en el espacio de prueba y desarrollo de tecnologías que permitan generar casos de uso del hidrógeno verde, que nos permiten establecer la masa crítica de capacidades y conocimiento, no solo para transformar la minería, sino para liderar a nivel mundial en H2 verde, tal como lo plantea la estrategia nacional lanzada en noviembre pasado.
También podemos avanzar en aplicaciones termo solares para procesos mineros y desalación de agua, en fin temas cruciales para otros sectores exportadores y avanzar a la descarbonización del transporte de carga de larga distancia, donde la solución de baterías no es necesariamente la más adecuada por los largos tiempos de carga.
En conclusión, el ITL debe ser estructurado como parte de una alianza histórica con la industria minera nacional para avanzar en sustentabilidad y en el desarrollo de externalidades de conocimiento en el sistema de innovación, que permiten plasmar en la práctica la visión de la comisión de líderes nacionales que en 2015 lanzaron el concepto de minería virtuosa.
Las ventajas que posee Chile de transformar su economía exportadora a una matriz exportadora verde son un buen negocio para Chile y sus empresas. Crear una economía de servicios vibrante puede dinamizar el empleo de calidad, reducir o eliminar la contaminación en diversas localidades, avanzar aceleradamente en cumplir nuestros compromisos de descarbonización y crear un relato que le hace sentido a nuestra ciudadanía, generando esperanzas en tiempos difíciles.
enero 5, 2021 | Sin categoría
Paper elaborado por Eduardo Bitran, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y presidente del Club de Innovación
La Industria minera que opera en Chile ha anunciado ambiciosos compromisos de reducción de emisiones. Destaca BHP y Codelco que comprometen un 70% de reducción en Chile a 2025 y 2030 respectivamente; y Anglo American con una promesa de Carbono Neutralidad a 2040, a nivel global.
Estas decisiones se toman con el objetivo de maximizar el valor de las empresas con perspectiva de largo plazo. Por otra parte, el Estado chileno ha comprometido casi US$200 millones al desarrollo de la minería sostenible, con royalties que Corfo negoció con SQM en favor del Fisco en 2017 y que solo pueden ser usadas con ese propósito.
El compromiso de la minería es una gran oportunidad de generar una alianza estratégica histórica entre el Estado Chileno y el sector, con impactos que van mucho más allá de la minería, dadas las externalidades que se pueden generar si la iniciativa del Estado se inserta en una estrategia de sostenibilidad del sector, y se estructura con una institucionalidad que lo articule con el ecosistema nacional de innovación y no como enclave que solo aprovecha un recurso natural, con escasos impactos en el país, como ha sido el caso de la astronomía por ejemplo.
Existen diversos factores que explican la racionalidad de negocios del acuerdo de descarbonización de las empresas mineras.
[VEA TAMBIÉN: CRU y Cesco organizan seminario anual que tratará sobre las principales áreas de desarrollo para el hidrógeno verde]
En primer lugar, los mercados de capitales están recibiendo la presión de inversionistas de impacto que privilegian vehículos de inversión comprometidos con la sostenibilidad de las empresas en que invierten estos fondos. Un caso emblemático es el de Blackrock, que con una administración de US$7 billones de activos financieros, a partir de 2021 le exigirán a las empresa que invierten en planes de descarbonización verificables.
Las métricas ESG (que miden estándares ambientales, sociales y de gobernanza) están teniendo una penetración significativa en las decisiones de financiamiento, como una forma de medir la sostenibilidad de largo plazo de los negocios. Esta tendencia impacta a la minería. El costo de capital a largo plazo estará influido por el avance en sostenibilidad y acción climática de las empresas mineras, cuyas actividades, con la escasez de agua y con la emergencia de la minería inteligente, serán cada vez más intensivas en capital.
El segundo factor que influirá es el crecimiento acelerado de nuevos mercados para los productos mineros, lo que en parte explica el buen comportamiento del precio de algunos minerales en los últimos meses. La electromovilidad, las energías renovables, la construcción con certificación ambiental, son todas ellas intensivas en el uso de cobre y otros minerales que produce Chile.
Los proveedores de materiales enfrentarán un porcentaje creciente de su demanda con exigencias de baja traza de carbono, por lo que se están desarrollando certificaciones de traza de carbono con enfoque de ciclo de vida, que se constituyen en atributos de valor en el mercado para las empresas y productos que las tienen.
La tercera razón es de carácter regulatoria. La Unión Europea ha reforzado su acción climática en el contexto del Covid, tanto con programas de apoyo a la innovación e inversión en descarbonización, como con su compromiso de aumentar los impuestos a las emisiones de CO2. El problema para la Unión Europea es que hoy las emisiones de insumos y productos importados representan un cuarto de todas las emisiones europeas, y en la medida que sigan aumentando los impuestos al carbono se genera «dumping ambiental», ya que las actividades manufactureras más intensivas en emisiones tienen incentivos a trasladarse a países sin impuesto al carbono, manteniendo o aumentando las emisiones globales y afectando la competitividad de su propia manufactura.
En el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Japón de 2019, se acordó establecer un mecanismo para abordar esta «competencia desleal gris«. En 2020 la Unión Europea anunció que a partir de 2023 espera tener en funcionamiento un impuesto al contenido de CO2 de los productos importados de países que tienen menores impuestos al CO2 que el país importador. Es esperable que a 2030 esta política de impuesto al CO2 en frontera sea práctica habitual en los países de la OCDE, con lo cual la competitividad de nuestro cobre dependerá de su traza de carbono.
Minería verde
En 2016 lanzamos con el Ministro de Medio Ambiente de Chile, en el marco de la COP22 en Marrakech, la iniciativa de cobre verde. Este era uno de los ejes de la hoja de ruta de los Programas Estratégicos Mineros impulsados por Corfo (Programa Alta ley). Sin embargo, esta iniciativa pasó desapercibida.
En 2017, el Presidente de Codelco en la cena de la Asia Copper Week en Shanghai (China), proponía el «Feng Shui» del cobre, un cobre más sostenible para descomoditizar el metal. Ese planteamiento generó gran controversia según los asistentes al evento. Hoy, tan solo cuatro años más tarde, el conjunto de la industria minera se compromete con este enfoque.
Chile, en el contexto de la minería mundial, tiene las mejores condiciones para posicionarse como un líder en cobre bajo en emisiones de contaminantes locales y globales. A nivel local, el problema ambiental más relevante es la contaminación que generan las fundiciones y los relaves de la producción minera. A nivel global son las emisiones de CO2.
En términos energéticos, la electricidad y los combustibles fósiles representan más o menos la misma proporción. El avance de la electricidad solar, los sistemas de almacenamiento en baterías, térmico, hidrógeno verde y la interconexión en corriente continua norte sur, entregan un claro camino para liderar a nivel mundial en la incorporación de electricidad ambientalmente sustentable en la minería chilena.
El mayor desafío se encuentra en el consumo de diésel y químicos para explosivos. El diésel utilizado en la minería representa el 9% de las emisiones de CO2 del país. El 90% del diésel en minería se ocupa en el transporte de minerales con camiones que llegan a consumir cada uno hasta 3.500 litros diarios de este combustible en un parque de más de 1.500 camiones mineros (CAEX).
Aquí la opción es la electrificación de los combustibles con hidrógeno verde, en el caso de explosivos que representan más de 2% de las emisiones del país, la opción es amoniaco producido también a partir de hidrógeno verde.
En el caso del uso de hidrógeno verde para el transporte y equipos de extracción de mineral se requiere innovar, ya que no existen soluciones con los niveles de eficiencia requerido por la operación minera en altura y con pendiente pronunciadas. El prospecto es que estas innovaciones no solo reducirán las emisiones locales y globales, sino que aumentarán la productividad de la minería, ya que sustituirán un combustible caro, como el diésel y eventualmente el gas natural, además de reducir la volatilidad del costo variable, ya que el principal componente de costo, con la electrificación de los combustibles, está constituido por inversión de capital.
La minería tiene también procesos de mediana entalpía, que pueden sustituir los combustibles fósiles con energía termo solar, siendo este un ámbito en que la tecnología ya está madura y es rentable su implementación.
La minería con menos relaves, en cambio, requiere innovaciones disruptivas en las tecnologías de extracción y procesamiento de minerales. Sin embargo, dado el potencial de desarrollo minero en el centro del país, y la gran competencia por el espacio es fundamental avanzar en dicho desafío.
Alianza tecnológica
El Estado chileno tiene la oportunidad de realizar una alianza estratégica con el sector minero para transformar a Chile en un punto focal para el desarrollo y pilotaje de aplicaciones de tecnologías, para liderar a nivel mundial en sustentabilidad minera y al mismo tiempo, generar una minería virtuosa, en que se generan capacidades de desarrollo tecnológico con externalidades positiva en el transporte de carga, la logística y otro sectores productivos del país.
La iniciativa del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) lanzada por la Corfo, representa la mayor iniciativa de este tipo del Estado chileno, desde la creación de la Fundación Chile en 1976.
[VEA TAMBIÉN: Corfo adjudica Instituto de Tecnologías Limpias a consorcio liderado Asociación de universidades estadounidenses]
El norte de Chile se puede constituir en el espacio de prueba y desarrollo de tecnologías que permitan generar casos de uso del hidrógeno verde, que nos permiten establecer la masa crítica de capacidades y conocimiento, no solo para transformar la minería, sino para liderar a nivel mundial en H2 verde, tal como lo plantea la estrategia nacional lanzada en noviembre pasado.
También podemos avanzar en aplicaciones termo solares para procesos mineros y desalación de agua, en fin temas cruciales para otros sectores exportadores y avanzar a la descarbonización del transporte de carga de larga distancia, donde la solución de baterías no es necesariamente la más adecuada por los largos tiempos de carga.
En conclusión, el ITL debe ser estructurado como parte de una alianza histórica con la industria minera nacional para avanzar en sustentabilidad y en el desarrollo de externalidades de conocimiento en el sistema de innovación, que permiten plasmar en la práctica la visión de la comisión de líderes nacionales que en 2015 lanzaron el concepto de minería virtuosa.
Las ventajas que posee Chile de transformar su economía exportadora a una matriz exportadora verde son un buen negocio para Chile y sus empresas. Crear una economía de servicios vibrante puede dinamizar el empleo de calidad, reducir o eliminar la contaminación en diversas localidades, avanzar aceleradamente en cumplir nuestros compromisos de descarbonización y crear un relato que le hace sentido a nuestra ciudadanía, generando esperanzas en tiempos difíciles.
octubre 23, 2020 | Industria
(El Mercurio) En paralelo a la construcción de la estrategia del país para el desarrollo de la industria del hidrógeno verde, el Gobierno está impulsando una importante gestión global, con el objetivo de levantar una red de colaboración en torno al denominado «combustible del futuro».
Es en ese escenario que el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, en conjunto con las autoridades de Invest Chile, han tenido una serie de reuniones con inversionistas de las principales potencias globales, donde solo en las últimas semanas se han celebrado citas con posibles interesados de Alemania, Canadá, China, Estados Unidos, Japón y Reino Unido, grupo al que la próxima semana se sumará Australia.
Según cuenta Jobet, ya se ha levantado el interés de varias compañías por venir al país a impulsar esta industria, que se suman a otras que ya cuentan con funcionamiento a nivel local.
Las cifras que rodean al hidrógeno verde son bastante gravitantes; por ejemplo, se espera que a nivel global existan inversiones en esta década por US$500 mil millones, de los que Chile podría capturar del orden del 5%, es decir, unos US$20 mil millones.
«A nivel público estamos haciendo una red de colaboración en el desarrollo de hidrógeno verde, pero también queremos que las empresas vengan a invertir y ya hay interés de algunas compañías que operan en Chile y de otras que aún no están en Chile. El objetivo es poner al país en el mapa, para que vean que es un muy buen destino de inversión. Hasta el momento, los interesados han quedado bien impresionados con lo que les hemos presentado», aseguró Jobet.
En el marco de estas presentaciones, también se han destacado las evidentes ventajas que tiene el país en el desarrollo de las energías renovables, tanto solar como eólica, que cuentan con un gran potencial para producir este combustible que, se estima, podría generar un mercado de exportación de al menos US$8 mil millones en el país.
A nivel internacional se proyecta que el hidrógeno verde creará más de 30 millones de puestos de trabajo, siendo un factor fundamental en la reactivación sostenible y en la transformación energética a nivel global, sobre todo con la creciente descarbonización que se está impulsando.
«Desde la Agencia Internacional de Energía sostienen que la reducción del costo de la electrólisis, proceso con el cual se produce hidrógeno verde con energías renovables, es el desafío hoy, y eso da cuenta de la importancia que se da al hidrógeno en la disminución de emisiones», aseguró el ministro Jobet.
Reuniones con interesados
En la reunión con China destacaron empresas como el Bank of China, Chine Development Bank, China Energy, Goldwind, Pacific Hydro, Longi, State Grid International Development y Foton Motor.
Mientras que en el caso de Estados Unidos, se cuentan nombres como BlackRock Bank of America, Goldman Sachs, JP Morgan, Walmart, RWE Renewables, Societe Generale, EIG, BMW Group, AES Corp, Exxon, BBVA New York, Prime Energy, Finning Sudamérica, Rio Tinto y Santannder Corporate.
Solo entre estas dos naciones concentran el 56% del PIB mundial, lo que abre las expectativas para las importantes inversiones que se busca desarrollar en esta industria.
«En estas reuniones se cuenta Chile como destino de inversión y todas las ventajas que tiene, donde destacamos que se trata de un país estable, que está creciendo, con reglas claras y abierto a la inversión extranjera. A esto se suma la transformación del sector energético, y es muy impresionante la fuerza que ha tomado el hidrógeno, y los inversionistas se están dando cuenta de que Chile tiene un potencial enorme», añade Jobet.
A la fecha, en el Ministerio de Energía contabilizan en más de doscientas las compañías, bancos de inversión y entidades internacionales interesados en saber con más detalle la situación de la economía chilena y las oportunidades de inversión. En tanto, para noviembre está programadoo un seminario sobre la estrategia de Chile para abordar el hidrógeno verde.
abril 29, 2020 | Industria
(La Tercera-Pulso) “Las empresas e inversionistas con un fuerte sentido de propósito y un enfoque a largo plazo podrán navegar mejor esta crisis y sus consecuencias”. Eso fue parte de la carta que hace un mes escribió Larry Fink, presidente y fundador de BlackRock, sobre la crisis producto del Covid a los empleados de sus empresas.
El texto está lleno de guiños hacia cómo las compañías e inversionistas deben poner más que nunca una mirada a la “inversión socialmente responsable” asociadas a la metodología ESG, que implica la atención hacia el medioambiente (Environmental), lo Social y al gobierno corporativo (Governance). Entonces, ¿cuál será la mirada hacia las inversiones de ESG en tiempos de pandemia, especialmente, frente a la crisis económica que se viene?
Según Mauricio Espinoza, consultor senior clientes institucionales de Morningstar Latin America, en tiempos de volatilidad, “hemos visto que muchos inversionistas se están moviendo hacia un modelo más a largo plazo centrado en los stakeholders (grupos de interés) y la inversión sostenible. Las empresas que ya se mueven en esa dirección serán las que se recordarán por ayudar a superar esta crisis y, por consiguiente, la demanda por invertir en esas compañías se incrementará”.
De hecho, los análisis de Morningstar revelan récords históricos de flujos de dinero entrante a ETF (fondos cotizados en bolsa) y fondos mutuos con criterios ESG. Por ejemplo, en EEUU, registraron un flujo neto de US$10,5 billones solo durante el primer trimestre de este año.
Por eso, independiente de la pandemia, Germán Sáenz, associate director de Corporate Citizenship (consultora especializada en sostenibilidad estratégica), cree que se seguirán prefiriendo las inversiones en ESG, porque “están teniendo un desempeño mejor que el mercado en general durante la crisis Covid. Por ejemplo, los fondos ESG del índice MSCI están teniendo un mejor retorno que sus pares tradicionales”.
[LEA TAMBIÉN: Energías renovables inyectaron 1.301 GWh al sistema eléctrico local durante marzo]
Un estudio S&P Global Market Intelligence realizado a mediados de abril analizó el desempeño de 17 fondos ESG durante la crisis, y encontró que 12 de ellos habían perdido menos valor que el S&P 500.
Sin embargo, Sáenz reconoce que ante la crisis económica, “es muy posible que las empresas posterguen ciertas acciones o inversiones que se hubieran realizado en el escenario precrisis. Puede que haya un retraso, pero la ola ESG no se detendrá”, indica.
Para Tamara Agnic, socia KPMG Forensic & Sustainability, el tema es claro: “Quien crea que la respuesta al desafío de la reactivación post Covid19 está en buscar resultados inmediatos, no entendió nada de nada”, dice. Incluso Agnic va más allá: “Los países que mejor han manejado la pandemia tienen varias cosas en común. Detrás de Alemania, Corea del Sur, Finlandia, Dinamarca, Taiwán, Japón o Singapur, hay elementos que se repiten: Todos tienen buenos sistemas públicos de salud y educación, son economías diversificadas y con gran valor agregado, tienen altas tasas de sindicalización y muestran claras tendencias en materia de igualdad de género”.
Rodrigo Castro, executive director de Stakeholders Sustainable Index (SSIndex) para América Latina -un índice de sostenibilidad para grandes empresas abiertas en bolsa-, estima que justamente un foco de ESG en las inversiones será clave “para no perder clientes en el futuro u otros problemas que se pudiesen presentar con proveedores, trabajadores y en general con los stakeholders. ESG entrega una mirada de largo plazo y eso es lo que están buscando los inversionistas”, dice, y concluye: “Cuando hay mayor compromiso de los grupos de interés, las caídas (para las empresas) son menores ante crisis como el Covid”.