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El retorno de los medidores inteligentes

El retorno de los medidores inteligentes

“…Asimismo, los generadores, en forma directa o a través de las empresas concesionarias de servicio público de distribución, podrán ofrecer y/o convenir con los consumidores de menos de 500 kilowatts reducciones o aumentos temporales de consumo, las que se imputarán a los suministros comprometidos por el respectivo generador.

Las ofertas que realicen los generadores de conformidad con el inciso anterior, además de formularse en términos no discriminatorios y transparentes, deberán precisar el período por el que se ofrecen las condiciones propuestas y la forma, mecanismo y periodicidad de los incentivos que se otorgarán por las reducciones o aumentos de consumo, y contendrán las demás especificaciones que señale la Comisión…”

Este extracto del artículo 148 de la ley general de servicios eléctricos es parte del espacio regulatorio que utilizó el regulador para articular una licitación que obtuvo descuentos de aproximadamente 20% en la tarifa eléctrica residencial, para quienes decidan calefaccionar sus hogares con energía eléctrica. Esta medida permitirá avanzar en la reducción del uso de la leña, inicialmente, en 10 ciudades de nuestro país.

Un resultado notable para una aplicación fresca e innovadora que se luce no sólo por lograr precios más bajos para los usuarios residenciales, sino también porque genera una herramienta de política energética con mucho potencial, la cual incentiva consumos adicionales a los normales de la residencia utilizados con una razón específica definida, esto último nos lleva a preguntarnos, ¿Cómo vamos a medir consumos específicos dentro de una residencia? ¿Cómo generamos esta trazabilidad necesaria para poder optar a estos beneficios? La respuesta es simple: Medidores Inteligentes.

Esta vez, la instalación de los medidores inteligentes son parte de una iniciativa que generará un beneficio directo a sus usuarios, un descuento, y no un costo o cargo adicional sin beneficio aparente. Además, la instalación de estos abre la puerta a una serie de aplicaciones adicionales como la gestión y visualización de consumo o control de costos, si sus oferentes aprovechan la oportunidad.

Volviendo sobre el potencial de esta herramienta dentro de la  Política Energética se abre un espacio de direccionar otros tipos de consumos. ¿Por qué no pensar en utilizarla esta herramienta no sólo para leña sino también para climatización en verano? o ¿Qué tal para incentivar la electromovilidad? Las llamadas “bolsas de energía” tienen una característica particular, la cual es que al implementarse a través del mercado regulado pueden llegar a cualquier hogar sin ningún tipo de evaluación crediticia o financiera, su amplitud no podrá ser igualada con facilidad.

No hay duda de que las consecuencias de esta licitación le ponen presión al avance de la ley larga de distribución. Los frutos obtenidos son una pincelada de lo que la profundización de la comercialización de la energía eléctrica, o portabilidad eléctrica, podría significar para nuestro país. En términos concretos, queda claro que hoy el mercado eléctrico es capaz de entregar precios mucho más competitivos y soluciones innovadoras.

En este necesario avance no podemos olvidar que las licitaciones de suministro eléctrico han sido un pilar fundamental para expandir la matriz e incorporar nuevos actores. No podemos desconocer que la oferta existente es parte de un proceso impulsado, a través de las licitaciones de suministro. Por otro lado, no avanzar en la liberalización del mercado sería desconocer la realidad. Necesitamos generar una transición acorde; no podemos llegar tarde.

Plan de recambio de la leña trae de regreso a los medidores inteligentes

(La Tercera-Pulso) Hace dos semanas se inició un plan de reconversión de leña, que permite a los clientes podrán optar por un descuento en su tarifa para calefacción y así dejar de ocupar este combustible, para así combatir la contaminación en las localidades de la zona centro sur del país.

La iniciativa estará disponible- en una primera etapa- en 10 comunas con alto nivel de concentración de MP 2.5 o que ya cuentan con programas de recambio de calefactores vigentes.

La medida, que ya comenzó regir, trae consigo el regreso de los medidores inteligentes. En concreto, los clientes que opten por el beneficio anunciado pueden también solicitar el aparato que el año pasado causó una importante polémica, donde la ciudadanía lo rechazó profundamente, pues el recambio de medidor tradicional a inteligente debía ser pagado por ellos.

Sin embargo, la situación actual es diferente. La norma sostiene que si el cliente quiere participar en el plan de reconversión energética debe contar con una solución de medición que permita registrar los aumentos de consumos provenientes de los equipos de calefacción. Sin embargo, durante los primeros dos años dicha solución de medición puede ser reemplazada por un mecanismo de estimación de dichos aumentos en base a los consumos históricos.

Entonces, el cliente puede optar por tener un medidor inteligente o que le calculen el consumo.

“Si el usuario accede a esta tarifa especial puede optar a que sus consumos sean medidos o calculados. Posteriormente, y sólo si opta por estos beneficios, deberá tener un medidor horario. Pero dependerá del cliente si es que determina que el beneficio global le conviene”, se explicó desde la Comisión Nacional de Energía (CNE).

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Implementación

Las distribuidoras que ya están implementado el recambio son diversas, entre las que se encuentran Saesa y CGE, además de algunas cooperativas eléctricas. Cada una está tomando distintas opciones; donde algunos decidieron instalar medidores inteligentes -el costo lo asumen ellos- y otros están buscando alguna estrategia para llevar a cabo.

Por ejemplo desde Grupo Saesa no se refirieron a la estrategia que utilizarán, pero dijeron que “hoy el proceso de recambio a medidor inteligente es opcional, a pedido del cliente en las áreas que tengan cobertura, o a petición del municipio en las áreas que se desee ampliar la cobertura y cuenten con los clientes suficientes. Así, agregaron que “el cambio de equipo no tiene costo para el cliente y el mantenimiento y/o reemplazo de éste queda a cargo de la empresa distribuidora. El costo del sistema no está incorporado en la tarifa, por lo tanto, los clientes no lo financian”.

En tanto, desde Ecom Energía, su director ejecutivo, Sebastián Novoa, señaló que la instalación de medidores inteligentes para la reconversión energética es una solución creativa para mostrar de forma directa los beneficios del aparato. “La gente obtendrá un claro rédito por su instalación y abrirá puertas para la prestación de nuevos servicios como el monitoreo en línea de los consumos”, aseguró Novoa.

El ejecutivo agregó que “en una primera instancia, el mayor beneficio es el acceso a la calefacción eléctrica con un precio reducido, sin trazabilidad no hay “bolsas de energía”. Ahora, sin duda su implementación da un puntapié inicial a la portabilidad eléctrica y una bajada de lo que la comercialización libre de energía puede llevar a los hogares del país”.

Medidores inteligentes y políticas públicas

Medidores inteligentes y políticas públicas

Los medidores inteligentes son, desde un punto de vista técnico, una tecnología madura, con múltiples experiencias exitosas a nivel internacional. Se espera que dentro de los próximos años ya existan más de 1.000 millones de estos medidores instalados en el mundo (hoy son unos 700 millones), cifra que se podría incrementar rápidamente, a medida que avanza la tecnología y los costos bajan.

La experiencia internacional es clara en cuanto a los beneficios de los «Smart Meters», y los sitúa como un activo habilitante para las redes futuras o «Smart Grid».

Son varios los beneficios que trae esta tecnología. Para el distribuidor se concentran en tener datos en línea de los consumos y del estado de la red, agilizando el proceso de facturación y administrativo, permitiendo planificar mejor, entregando datos sobre el alcance y magnitud de una falla de suministro, mejorando la resiliencia y confiabilidad del sistema, entre otros muchos.

A nivel del regulador, abre la puerta a un amplio conjunto de políticas públicas, desarrolladas con más datos y por lo mismo, deseablemente, más robustas y adecuadas. Posibilita, por ejemplo, la implementación de nuevas tarifas, incluso con señales de precio que le podrían indicar al usuario cuando le es más económico consumir electricidad. Potencia las políticas que promuevan la generación domiciliaria, y permite la medición más precisa, y en línea, de la disponibilidad del servicio, pudiendo hacer una fiscalización profunda en todo momento.

Pero todo lo anterior pierde el sentido si no existen beneficios para los usuarios. Es el usuario el que podrá recibir las señales de precio, quien podrá recuperar su servicio en forma automática al pagar su deuda, quien podrá conocer sus consumos y hacerlos eficientes, quien podrá contar con servicio de forma ágil en caso de falla, o tener datos contundentes para reclamar una devolución por falta de suministro, y en definitiva, quien será el beneficiario de las nuevas políticas públicas.

Así que, mientras la industria y la autoridad se hacen cargo de los temas que quedan por resolver, como la ciberseguridad y propiedad de los datos, es bueno recordar que, para que esto funcione, se requiere que los beneficios a los usuarios no sean pensados, diseñados y transmitidos en abstracto. Deben ser claros y tener impacto positivo en cada consumidor, y dicho impacto debe ser en el corto plazo. Si los usuarios sólo ven costos, esta tecnología será, entendiblemente, rechazada, perdiéndose así, lamentablemente, su alto potencial de beneficio social.

Contraloría respalda decreto que fijó cobro a usuarios por medidores inteligentes

(La Tercera-Pulso) Esta semana se cumple un año desde que comenzó a regir el decreto tarifario que permitió que el valor y arriendo de los nuevos medidores de luz sea costeado en su totalidad por los usuarios, pero tras la polémica que surgió este año, el gobierno decidió que todo el dinero que se había cobrado, sea devuelto a partir de este mes.

Aunque el debate ya parecía cerrado, la Contraloría volvió a la carga: emitió un dictamen donde respalda el decreto de 2018 que establece el cobro por medidores inteligentes, ya que “se ajusta a la normativa”, señaló la entidad.

“No se advierten reproches acerca de la supuesta falta de fiscalización de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), en relación con el cambio de medidores eléctricos y el cobro de tarifas por tal concepto”, concluyó el organismo.

El dictamen que emitió Contraloría el 12 de septiembre, ocurre a raíz de que este año recibió varios requerimientos, entre ellos, de parlamentarios de Renovación Nacional y el Partido Comunista, pidiendo al organismo que investigue la legalidad del decreto tarifario, y el modo en que se desenvolvió la SEC al momento de fiscalizar los cambios de aparatos y su cobro.

En ese sentido, la entidad concluyó que desde la publicación en el Diario Oficial del decreto en cuestión (28 de septiembre de 2018), las empresas distribuidoras estaban habilitadas para cobrar estos medidores a los usuarios.

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Para el exministro de Energía, Andrés Rebolledo, “lo que hace este dictamen es ratificar que lo que hicimos en el gobierno anterior, estuvo de acuerdo a la ley… (Pese a los cambios que se han hecho este año), sigue siendo algo que requiere el sector de distribución eléctrica y, por lo tanto, en algún momento se tendrá que retomar”.

Lo anterior, considerando que finalmente el gobierno decidió que se devolvería el dinero cobrado a los usuarios desde el año pasado, y que será voluntario instalar medidores, por lo que sólo en este último caso existirá un cobro. En ese sentido, el monto promedio que recibirían los clientes por lo que pagaron desde octubre de 2018 a mayo de este año, será de $1.000, pues durante ocho meses se cobraron $200 extra promedio por el ítem medidores inteligentes.

Con todo, en el dictamen Contraloría respalda el rol fiscalizador de la SEC, “considerando además que el cambio de medidores y el cobro de las tarifas por tal concepto se sustentan en el marco jurídico aludido en el presente pronunciamiento”.

Esta conclusión a la que llega el órgano contralor, ocurre porque los diputados Daniel Núñez y Boris Barrera Moreno, entre otros parlamentarios, “señalan que diversas empresas distribuidoras habrían cambiado alrededor de 500 mil medidores inteligentes, a pesar de que aún no se ha dictado el anexo técnico que establezca las exigencias que deberán cumplir tales artefactos… agregando que, no obstante ello, dichas empresas han cobrado a sus usuarios la sustitución de los mismos amparándose en el mencionado decreto N° 5T”.

En ese contexto, estimaron que el cambio de los aparatos y su cobro carecerían de sustento jurídico, y reclaman que la SEC no ha fiscalizado tales supuestas irregularidades.

CGE inició devolución de cobros por medidores inteligentes

CGE informó que a partir del 16 de septiembre los usuarios de sus servicios en las zona de concesión de la empresa comenzarán a recibir en sus cuentas de luz la devolución de la totalidad del monto cobrado por los medidores inteligentes, en un proceso se extenderá hasta el 16 de noviembre.

De acuerdo con lo indicado por la empresa distribuidora, la devolución se realizará «en una única cuota y se podrá identificar en la boleta bajo el concepto ‘Devolución por cobro de medidores inteligentes'».

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«Asimismo, en la sección denominada ‘área de mensajes de la boleta’, los clientes residenciales encontrarán el siguiente mensaje explicativo: En este documento se detalla el descuento retroactivo por concepto de medición inteligente, el que se realizará en una única cuota, de acuerdo al Oficio 15.699/2019 de la SEC», se añadió.

Se informó el monto de la devolución, determinado de acuerdo con los parámetros definidos por la Comisión Nacional de Energía (CNE) y comunicados a las empresas distribuidoras por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, mediante su Oficio 15.699/2019, dependerá del nivel de consumo de cada cliente y de la comuna en que se encuentre ubicado. Sin perjuicio de ello, se estima que, considerando una cuenta tipo de 180 kWh/mes.

La devolución promedio por región será la siguiente: