junio 21, 2016 | Industria
(Pulso) Una dura visión dio la Transmisora Eléctrica del Norte (TEN) -propiedad de Engie Energía Chile y Red Eléctrica de España- contra la denominada “permisología” que requieren los proyectos para concretarse y los tiempos para la obtención de estos mismos.
La compañía está encargada de construir la parte central de la futura línea de transmisión eléctrica que conectará el SIC con el SING, creando a partir de fines de 2017 y principios de 2018 un único sistema eléctrico nacional integrado.
Según el gerente general de la compañía, Gabriel Markus, es necesario implementar una ventanilla única con el fin de reducir los tiempos de tramitación ambiental de los proyectos y darle una reglamentación a las cartas de pertinencia.
“Cuando uno obtiene la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), la cual es consultada por los distintos servicios, por ejemplo la DGA, entrega la información pero después uno tiene que tramitar el Pass (permisos sectoriales) igualmente entregándole la misma información y a lo mejor tiene que estar seis meses para obtener ese mismo permiso conceptualmente, ocupando espacio y recursos para evaluar algo que ya esta otorgado. Creo que eso se solucionaría teniendo el sistema de ventanilla única donde uno maneje todos los permisos desde un lugar”, indicó.
Y añadió: “Otra de nuestras propuestas es que las cartas de pertinencia puedan ser reglamentadas. Al día de hoy todos los procesos ambientales tienen su reglamentación, pero las cartas de pertinencia no las tienen, por lo que no es un proceso trazable, no tiene plazos para emitirse”.
Además, respecto a los tiempos de tramitación aseguró que hay un dispar desempeño al interior de Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), pudiendo demorarse más la entrega de una respuesta a una carta de pertinencia que una Declaración de Evaluación Ambiental (DIA).
Según indicó Markus, esto ha sido parte de la problemática que ha enfrentado el proyecto de transmisión; sin embargo, dijo que a la fecha no se ha visto impactado el cronograma entregado al Ministerio de Energía.
El proyecto de TEN incluye una inversión de unos US$760 millones y a la fecha presenta un 30% de avance en la construcción. Se espera que este mes comience la fase de tendido de cable.
La puesta en marcha de la futura línea de interconexión eléctrica se proyecta para agosto de 2017.
[CDECs adjudican estudios para el análisis de la operación integrada del SIC-SING]
junio 17, 2016 | Industria
(Pulso) Paralizada. Así están los planes de la ex generadora E-CL -ahora Engie Energía Chile- de vender el proyecto de la segunda central termoeléctrica ubicada en Mejillones denominada Infraestructura Energética Mejillones (IEM) 2.
La eléctrica había optado por poner en venta el proyecto luego que la matriz francesa Engie -ex Suez- decidiera renunciar a la construcción de nuevas iniciativas a base de carbón para reducir sus emisiones; lo que se sumaría al interés de la administración de diversificar su cartera en cuanto a la tecnología utilizada -hoy, mayormente termoeléctrica- y su geografía.
Con estos lineamientos, la empresa ha optado por enfocar sus esfuerzos en el desarrollo de energía renovable no convencional (ERNC) y centrales a base de gas en la zona centro-sur; y deshacerse del proyecto EIM 2.
Sin embargo, tras ocho meses en venta, E-CL decidió “congelar” su enajenación a la espera de una estabilización del mercado eléctrico, hoy influenciado por la próxima licitación eléctrica donde se ofertarán unos 12.430 GWh.
“Lo hemos paralizado para ver el resultado y lo que ocurre en esta licitación. Es un tema donde el mercado estaba demasiado movido y muchos actores muy enfocados en tomar decisiones para este licitación, entonces no era un buen momento por lo que lo hemos congelado, pero lo vamos a retomar en algún momento”, indicó el gerente general de Engie Chile, Axel Leveque.
Esta enajenación podría incluir la primera unidad de Infraestructura Energética Mejillones, actualmente en construcción y con acuerdo de compra de energía (PPA, por sus siglas en inglés).
“No descarto ninguna opción, pero no tenemos ningún plan definido por este momento”, dijo Leveque al ser consultado de si la empresa incluirá la enajenación de EIM 1 en el proceso de venta.
La iniciativa tiene una capacidad de 375 MW y tiene previsto emplazarse en Mejillones, junto a las primera unidad; y tiene resolución de calificación ambiental aprobada desde junio de 2014.
Cambio de nombre. Esta semana E-CL cambió oficialmente su nombre a Engie Energía Chile, previa aprobación por parte de su junta de accionistas el pasado 26 de abril.
Esto no implica modificaciones en el nemotécnico con que se transa la acción en las bolsas de Comercio (ECL).
Según indicaron desde la empresa, esto se enmarca en el proceso de transformación interna que ha vivido la empresa en el último año para hacer frente a los próximos desafíos de la industria energética. Este es el segundo cambio de marca de la compañía, pues antes de denominarse E-CL se llamaba Edelnor, empresa que a su vez adquirió los activos de Electroandina. En ambas, Suez era socia de Codelco.
“El nuevo sello cuenta con el respaldo del grupo Engie y busca posicionar a la compañía como protagonista del proceso de transformación energética en Chile. La convivencia armónica con los entornos donde opera forma parte de las premisas fundamentales de Engie Energía Chile, al igual que el compromiso adquirido a lo largo de los últimos años con el país, con los accionistas, clientes y colaboradores”, indicaron desde la empresa.
junio 13, 2016 | Industria
(df.cl) El escenario para la inversión en Chile no ha sido el mejor en los últimos dos años: a un menor dinamismo económico e incertidumbre tanto externa como interna, se sumó el ajuste que enfrenta hasta hoy la minería debido al fin del súper ciclo de los commodities. Estos factores provocaron una baja en los planes de inversión, que en 2014 registraron una caída de casi dos dígitos (9,3%).
Y si bien el retroceso se repitió en 2015, la intensidad fue menor, como lo revela la edición 2016 del Catastro de Proyectos de Inversión realizado por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). De acuerdo al informe, el año pasado se registraron 849 proyectos de inversión valorados en US$ 173.210 millones, cifra que significó un descenso de 3,2%.
Al igual que en el ejercicio previo, la minería jugó un papel determinante en el retroceso de la inversión, ya que las iniciativas asociadas al sector -que representan 21,4% del total- disminuyeron 30,8% tras caer de US$ 53.645 millones a US$ 37.116 millones, superando así la baja de 24,8% del año anterior.
Este desempeño fue replicado por los rubros de industria, telecomunicaciones y turismo, cuyos montos a invertir cayeron 9,4%, 38,2% y 4,8%, respectivamente.
Sin embargo, dos de los sectores más importantes -que en conjunto representan el 67,5% de la inversión activa total- lograron evitar un descenso más profundo. Uno de ellos fue energía, que por segundo año consecutivo concentró la inversión en el país tras sumar US$ 82.174 millones distribuidos en 411 proyectos, lo que significó un alza de 8,4% en un año.
El otro rubro fue infraestructura. Los proyectos de inversión asociados a este sector sumaron US$ 34.730 millones, con un alza anual de 18%. Esto permitió que la inversión de este sector pasara de representar 16,5% a 20,1% del total en un año.
Servicios y comercio, aunque con un impacto menor, también ayudaron a contener las caídas al reportar un alza de 19,8% y 8,4% respectivamente en los montos asociados a sus iniciativas.
Bajan proyectos detenidos, ¿una señal positiva?
Independiente del rubro o monto involucrado, los proyectos de inversión pueden enfrentar diversas trabas desde su planificación hasta su conclusión. De hecho, en 2015 la inversión anual fue de US$ 243.662 millones, pero de ellos casi el 30% correspondió a inversión calificada como detenida, es decir, que está en pausa tras enfrentar obstáculos directos o indirectos, por lo que no es considerada para los efectos del catastro.
En 2015 las iniciativas de esta categoría disminuyeron 7,6% tras pasar de US$ 76.232 millones a US$ 70.452 millones. ¿La razón? El inicio de grandes proyectos mineros como la fusión que presentó “El Morro” y “Relincho”, que por sí solas registraban una inversión retenida de US$ 3.900 millones y US$ 4.500 millones, respectivamente. Y ahora, tras su restructuración, el proyecto rebautizado como “Corredor” prevé una inversión activa de US$ 3.500 millones.
“Dentro de las razones que propiciaron la baja de proyectos detenidos, pueden haber incidido los esfuerzos por destrabar proyectos por parte del gobierno, aunque esto solo contribuyó a evitar que la caída fuera más profunta”, señaló la Sofofa.
Dentro de los proyectos detenidos, 44,8% se clasificaron como postergados y 40,4% paralizados, mientras que el 14,8% fue finalmente desistido por las compañías.
¿Hay potencial?
Un factor importante al analizar los proyectos de inversión es su etapa de avance, ya que de ahí se desprende su impulso concreto a la economía. De acuerdo al catastro de la Sofofa, el año pasado 173 iniciativas fueron declaradas en construcción, por un monto total de US$ 30.923 millones, representando el 17,9% de la inversión total. En 2014, la cifra alcanzaba el 21,2%.
El grueso de la inversión se concentró en proyectos por ejecutar, con 580 proyectos que sumaron US$ 103.283 millones, el 59,6% de la inversión total. En esta categoría están las iniciativas que son presentadas al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y los que impulsa la Coordinación de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas. De las iniciativas presentadas al SEA, el 41,2% correspondieron a iniciativas aprobadas, mientras el 45,1% se encuentra en proceso de calificación ambiental y 9,8% fueron clasificadas como “otros” por el organismo estatal.
El restante 3,9% respondió a proyectos asociados a concesiones.
Entre los estados de avance también están los proyectos potenciales, que incluyen a las iniciativas anunciadas a diciembre de 2015, pero que no se encuentran registrados a tramitación ambiental o en la lista de concesiones. En esta categoría fueron calificados 96 iniciativas -principalmente de infraestructura, energía y minería- con una inversión estimada de US$ 39.003 millones, tras lo cual su representación dentro del total subió desde 20,4% a 22,5%.
De acuerdo a la Sofofa, en lo anterior también se notaron resultados positivos del esfuerzo de destrabar proyectos. Sin embargo, advierten que el problema es que ellos “no alcanzan a compensar la falta de nuevos proyectos de inversión”.
“Los proyectos potenciales son solo planes e ideas de inversión que las empresas tienen en el mediano y largo plazo, con estudios de prefactibilidad o factibilidad en curso. No obstante, la decisión final de invertir no está tomada y para su concreción dependerá de variados factores, tanto internos como externos”, sentencia.
mayo 26, 2016 | Industria
(Pulso) Modificaciones ingresará Transmisora Eléctrica del Norte (TEN) -empresa cuya propiedad comparten E-CL y Red Eléctrica de España- a la línea de 220 kV en doble circuito que unirá su línea de transmisión de 500 kV Mejillones-Cardones con la subestación Cardones.
Esto, en virtud de los nuevos antecedentes sobre el avance de la línea de InterChile.
Una consulta de pertinencia ingresada al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) indica el interés de TEN por modificar la conexión de la línea de 220 kV desde la subestación Unión -como contemplaba el proyecto “Conexión Cardones” aprobado ambientalmente mediante Resolución de Calificación Ambiental N° 181/2015- a la subestación Cardones.
Esto a su vez requería una modificación en el montaje electromecánico de los equipos eléctricos considerados originalmente en la Subestación Unión.
Aunque el tema parece menor, es de interés ya que revela el cumplimiento del cronograma para el proyecto Cardones-Polpaico, de InterChile.
“TEN presentó su DIA con la terminación de su línea en la subestación Unión incluyendo todos los equipos de la subestación de conexión teniendo en cuenta la eventualidad de retrasos en la construcción de InterChile. Dado que la línea de InterChile está en construcción, TEN debe conectarse a la subestación Nueva Cardones de InterChile, por lo que solicitó el traslado de los equipos GIS que estaban previstos ubicar en SE Unión a la subestación Nueva Cardones, por lo que no son equipos adicionales”, explicaron oficialmente desde la empresa. La modificación no incluirá cambios en los niveles de inversión.
mayo 9, 2016 | Industria
(Diario Financiero) Cornélio Brennand, uno de los principales grupos industriales de Brasil, con negocios en el área inmobiliaria y de envases de vidrio, prepara su ingreso al mercado eléctrico local.
La semana pasada, a través de su filial Atiaia Energía, la firma obtuvo la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) para el que será su primer proyecto en el país, la central hidroeléctrica Rucalhue, ubicada en la cuenca del Biobío.
Pablo Ceppi, gerente general de la firma, señaló que el proyecto de 90 MW y una inversión estimada en US$ 240 millones, es el primero de una cartera de hasta 500 MW que la compañía quiere desarrollar en el país, lo que demandará inversiones estimadas en unos US$ 1.200 millones.
“En Brasil la compañía es una empresa familiar que va a cumplir 100 años de historia el próximo año, y desde 2004 que participa en el sector energético”, dice el ejecutivo.
En Chile comenzaron a prospectar el mercado en 2010, con la idea de contar con un portafolio basado en centrales hidroeléctricas de pasada de tamaño mediano, entre 50MW y 150 MW de capacidad, como manera de diversificar el negocio que ya tienen en Brasil.
“Hasta la fecha hemos desarrollado seis centrales en Brasil, que en conjunto tienen unos 155 MW instalados. Estos proyectos son principalmente minihidros, pero en Chile estamos apuntando a unidades de tamaño mediano, por las características del mercado”, sostiene.
Los derechos de agua para desarrollar Rucalhue fueron adquiridos a una firma forestal, y hoy día la compañía ya trabaja en un segundo proyecto, una central en la cuenca del Río Bueno, en la Región de Los Ríos.
Si bien la idea de la firma es desarrollar proyectos greenfield, no está descartado asociarse con algún actor en el mercado local que les permita ampliar su portafolio del proyecto y acceder a más derechos de agua.
“Los proyectos hidroeléctricos tienen plazos de desarrollo muy largos, y sin duda hoy es clave obtener la licencia ambiental de las comunidades para llevarlos a cabo”, señala.
Según Ceppi, una vez obtenidos los permisos de construcción de Rucalhue, las obras comenzarían a fines de 2017, para comenzar a operar hacia 2021.
[Central hidroeléctrica de 90 MW es aprobada en Región del Biobío]
