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Corfo llama a productores de litio a invertir en Chile a un precio preferente

(Radio Biobío) Corfo hizo un llamado a productores especializados de todas partes del mundo a agregar valor a productos de litio con un precio preferente y suministro estable de largo plazo, para desarrollar una industria inédita en el país, rentable y exportable al globo.

La entidad, como dueña de las pertenencias mineras ubicadas en el Salar de Atacama, ha suscrito contratos de arrendamiento con SQM, quienes dispondrán del 25% de su producción de litio para que empresas –ya sea por si solas, asociadas con otras empresas, o por medio de consorcios, joint ventures o cualquier otro tipo de asociación-, desarrollen una industria de valor agregado.

Los inversionistas deberán fabricar litio metálico y/u otros derivados nuevos de mayor sofisticación, baterías estacionarias de almacenamiento de energía y otras aplicaciones, tales como baterías para scooters, bicicletas, automóviles, buses, electrónica, entre otros, desarrollando un mercado nuevo en el país que cuenta con las mayores reservas de litio a nivel mundial y con los costos de explotación más bajos de la industria.

Para dar total transparencia al proceso en torno al precio preferente al que podrán acceder las empresas seleccionadas, Corfo ha dispuesto en su sitio web un Protocolo de Implementación del Precio Preferente con la empresa SQM, quien suministrará el litio a los Productores Especializados.

Cabe recalcar que el precio preferente corresponde al precio FOB (Freight on Board) promedio ponderado calculado sobre el 20% del volumen de menor precio del volumen exportado por SQM en los últimos seis meses, calculado mensualmente para cada una de las especificaciones técnicas, independiente del destino o volumen.

La convocatoria fue presentada en el mes de abril de 2019 y se dará por finalizada en marzo de este año, adjudicándose en mayo de 2020.

Aquellos Productores Especializados que sean seleccionados por Corfo para trabajar en dar valor agregado al litio, podrán optar también a la utilización del 10% de los recursos destinados al Instituto de Tecnologías Limpias (ITL).

[LEA TAMBIÉN: Corfo extiende plazos para postular al desarrollo del Instituto de Tecnologías Limpias en Antofagasta]

Participación en Instituto Chileno de Tecnologías Limpias

El contrato entre Corfo y SQM contempla aportes anuales para investigación y desarrollo (I+D).

En virtud de esto, Corfo ha decidido contribuir a la creación del ITL en la región de Antofagasta, que contempla un financiamiento público de US$193 millones en 10 años, y que hoy también convoca a actores locales e internacionales a presentar sus propuestas a través de consorcios, para levantar lo que será el mayor centro de investigación y desarrollo del país en la materia.

“Esperamos que tanto la convocatoria para trabajar en dar valor agregado al litio, como aquella para desarrollar el ITL, concite gran interés de inversionistas locales e internacionales”, dijo Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de Corfo.

“La industria del litio tiene un potencial enorme y se hace fundamental incorporar altos niveles de tecnología. Esta es una gran oportunidad para innovar y crear productos y proyectos exportables a todo el mundo”, añadió.

Aprovechando la riqueza natural del Desierto de Atacama, abundante en recursos naturales que son claves para favorecer el crecimiento verde y una transición energética global, el foco de este Instituto estará marcado por las necesidades de la industria: se orientará a catalizar el desarrollo, escalamiento y adopción de soluciones tecnológicas industriales en energía solar, minería sustentable y materiales avanzados de litio y otros minerales.

La propuesta ganadora de esta licitación captará y desarrollará conocimiento al alero de universidades e institutos de I+D nacionales e internacionales, quienes aportarán nuevas soluciones en tecnologías hechas en Chile.

“A nivel mundial, es una gran oportunidad para que empresas conozcan las ventajas locales y contribuyan a un desarrollo más sustentable”, subrayaron desde Corfo en un comunicado.

El fin de las postulaciones para el desarrollo del ITL será el 31 de marzo de 2020 y la adjudicación del proyecto será el 15 de mayo.

Informe: así evolucionará la eletromovilidad en 2020

Consolidar la participación de los buses eléctricos en el transporte público, así como sentar las bases de la masificación de vehículos particulares de este tipo a través de incentivos, junto a la profundización de la infraestructura de carga y el estreno de la primera normativa, son los principales objetivos que tiene la electromovilidad en el país, de acuerdo con lo señalado a ElectroMov por parte de los actores del sector.

Y es que estas proyecciones se sustentan en los hitos registrados el año pasado, como la incorporación de buses, junto a la venta de 300 vehículos eléctricos e híbridos enchufables particulares, las operaciones de 39 taxis eléctricos y los 143 puntos de carga declarados ante la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), entre otros.

LEA TAMBIÉN: 52 empresas e instituciones firman el Acuerdo por la Electromovilidad 2020

Avances

El año pasado fue el mejor en términos cuantitativos para la electromovilidad en el país: en el transporte público, se incorporaron a RED (ex Transantiago) 283 buses eléctricos de las marcas chinas BYD y Yutong, con lo cual se llegó a un total de 386 de estas máquinas. Según datos del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, la flota eléctrica corresponde a un 6% del total de unidades del transporte público de la capital.

Los automóviles particulares, por su lado, obtuvieron su mejor registro. De acuerdo con los datos de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac)a noviembre de 2019 se anotaron 288 unidades eléctricas e híbridas enchufables comercializadas, superando lo hecho en 2018, cuando se vendieron 197 unidades.

A nivel de taxis eléctricos, la Subsecretaría de Transportes indicó que, a noviembre del año pasado se anotaron 39 taxis eléctricos, de los cuales 35 circulan en Santiago, mientras que hay dos registrados en la Región de Coyhaique y otros dos en la Región de Valparaíso.

Finalmente, la infraestructura de carga también mostró avances, al cerrar 2019 con 143 puntos de carga declarados a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC). De ellos, 112 son públicos y 31 privados, donde la Región Metropolitana concentra el 57% de las instalaciones, seguidas por la Región de Valparaíso (13%) y las regiones de Biobío y Los Lagos, que tienen con 5%.

Por otra parte, potencia total instalada de los cargadores públicos alcanza 4,2 MW, de los cuales 41 (37%) son de carga lenta (desde 3,5 kW y menos de 22 kW); 39 (35%) son de carga semi-rápida (desde 22 kW y menos de 50kW); 31 (28%) tienen carga rápida (desde 50 kW hasta 100 kW), y uno (1%) es de carga ultrarrápida (mayor a 100 kW), el cual se ubica en la Región Metropolitana.

Prioridades

Son varias las prioridades que mencionan los actores involucrados en la movilidad eléctrica en el país, quienes proyectan un positivo panorama en el corto plazo. El subsecretario de Energía, Francisco López, señala la meta de aumentar diez veces la cantidad de vehículos eléctricos en el país a 2022, “por lo que tenemos que generar las condiciones para que esto ocurra, incrementando la cantidad de cargadores no solo dentro de las ciudades, sino que en las carreteras, para que exista seguridad y capacidad para recibir estos vehículos y así realizar viajes interregionales”.

“Durante este año esperamos que todas las regiones tengan cargadores para vehículos en regiones y carreteras. En 2018 el sector privado se ha ido sumando, con las distribuidoras y las estaciones de servicio, por lo que es el inicio del cambio de paradigmas”, sostiene la autoridad.

La Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) también alista iniciativas en línea con las metas del Ministerio de Energía, como explica su director ejecutivo, Ignacio Santelices: “Estamos desarrollando una guía metodológica con los cinco pasos de la electromovilidad, enfocada en Municipios. También estamos viendo con los gobiernos regionales cómo avanzamos en poder electrificar los taxis colectivos, pues actualmente hay incentivos que no están aprovechados, porque no es un tema monetario, sino que hay aspectos de financiamiento, de seguros, mantenciones y de credibilidad y confianza en el vehículo eléctrico”.

LEA TAMBIÉN: Ignacio Santelices: “Va a cambiar la forma en que nos transportamos”

Para Danilo Núñez, director ejecutivo de Elmov, el desarrollo de la movilidad eléctrica de este año también estará marcado por el transporte público, “especialmente a partir de la nueva Licitación del sistema RED en Santiago, pero también por las primeras experiencias en líneas de buses eléctricos fuera de la capital y en zonas rurales”.

El especialista también destaca el inicio del debate normativo sobre la instalación de cargadores eléctricos, “al menos a nivel de canalización de ductos en estacionamientos de edificios residenciales, dando pie al irreversible proceso de masificación de la tecnología móvil”.

“Por otro lado, en el ámbito de la planificación, se comenzarán a realizar “hojas de rutas en electromovilidad” en diversas regiones del país, de tal manera que cada región comience a dibujar su sueño de ciudades electromóviles para el futuro, con características y requerimientos propios de cada localidad”, añade Nuñez.

Asumir el reto de descarbonizar el parque automotor, avanzando hacia tecnologías con cero emisiones, es parte de las perspectivas 2020 que aprecia Alberto Escobar, secretario general de la Agrupación de Movilidad Eléctrica de Chile (Amech).

“Para ello, se requiere con urgencia empezar a generar subsidios o exenciones de impuestos que permitan que esta tecnología sea accesible a la sociedad civil, lo que no sólo significa bajar las barreras de introducción de vehículos cero emisiones, sino que se debe tener una visión más amplia y crear estímulos proporcionales a los niveles de emisión”, precisa.

LEA TAMBIÉN: Alberto Escobar: “Todavía hay argumentos muy antiguos con respecto a la electromovilidad”

A juicio del ejecutivo, “se hace indispensable ir adoptando beneficios públicos y privados que permitan a los usuarios optar por estos vehículos, como circular en vías menos congestionadas o poder estacionarse gratuitamente en la ciudad, tal como se ha hecho con éxito en España”.

La ampliación de la infraestructura de carga de vehículos eléctrico es otro eje, según menciona Matías Díaz, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago: “Actualmente, existen diversos proyectos en marcha, como la instalación de 1.200 puntos adicionales de carga por parte de Enel X, o la actualización de la plataforma EcoCarga del Ministerio de Energía, que deberían aportar a estos objetivos”.

“Prontamente deberíamos contar con un proyecto de ley de eficiencia energética que permita fijar estándares para vehículos eléctricos nuevos, además de definir estándares de interoperabilidad y definición de características para estaciones de carga y cargadores”, agrega el académico.

Esto es compartido por Santiago Marín, director del Área de Escuelas Ingeniería, Construcción y Recursos Naturales de Duoc UC, pues “la prioridad es seguir aumentando la infraestructura de carga y crear incentivos a las compras de autos eléctricos, mediante beneficios tributarios para disminuir la brecha de precios entre autos convencionales y eléctricos, ya que estos todavía tienen valores elevados”.

“Hay que seguir avanzando en el tema regulatorio, en el sentido de que los sistemas de carga estén certificados por la SEC, sobre todo si va a haber carga en los domicilios, además de contar con una certificación en el manejo de las emergencia, como cuando un auto eléctrico se va involucrado en siniestros, ya que características distintas”, afirma.

Incentivos

La mayor presencia de vehículos eléctricos en circulación, con el crecimiento de la infraestructura de carga, aún está lejos de la masificación, por lo que los especialistas señalan que el incremento de esta tecnología está sujeto a la evolución de los precios, además de la definición de incentivos para profundizar el avance de la electromovilidad.

Alberto Escobar asegura que cada año el precio de los automóviles eléctricos “está bajando y el valor de las baterías está reduciéndose a una tasa de 8% anual. En diez años o antes, la diferencia en el precio entre un auto de este tipo y uno convencional va a ser muy baja”.

En esto concuerda Ignacio Santelices, quien proyecta que los precios de automóviles particulares deberían seguir bajando entre 2022 y 2025, por lo que plantea la importancia de ir despejando las barreras que hay en torno a la electromovilidad dentro del país.

“Por eso es tan importante mostrar la tecnología, trabajar con proveedores, tener gente capacitada para la mantención de los vehículos, y avanzar en normas claras que generen buenos incentivos. Así que esperamos que de aquí a cinco años más la decisión normal de una persona sea comprar un vehículo eléctrico”, añade.

LEA TAMBIÉN: En tres meses SEC recibe 30 declaraciones para instalar electrolineras

Para Danilo Núñez, el comportamiento del mercado de vehículos eléctricos debe estar influenciado por el mayor acceso a la tecnología, a medida que disminuyan los precios, junto a la generación de incentivos, los cuales –explica- pueden estar asociados “a la primera compra de un vehículo eléctrico, entre los cuales destacan la exención de impuesto de compra, disminución de impuesto de circulación, subsidio en la compra, reducción en el precio de la electricidad y descuentos de seguros”.

Matías Díaz señala que, en base a la experiencia internacional, se deben generar “instrumentos tangibles” para fomentar un ecosistema de vehículos eléctricos, como “reducción a los permisos de circulación de los vehículos eléctricos, la prohibición gradual de la venta de vehículos con combustión interna, el uso de vías exclusivas para estos vehículos”.

“Finalmente, un tema muy importante para el país es definir una política de incentivo y promoción para desarrollar industria nacional en el tema. Considerando los recursos naturales del país, como lo son el cobre y el litio, se debería considerar una fuerte inversión y apoyo al desarrollo de tecnologías que nos permitan desarrollar baterías de litio, motores eléctricos, inversores y cargadores para vehículos eléctricos”, agrega el académico.

A juicio de Danilo Núñez, otros beneficios para los usuarios pueden ser “la rebaja en el pago de estacionamiento, la exención de límites de peso, rebaja de peajes en carreteras y transbordadores estatales, además de la instalación de infraestructura de carga con fondos públicos y gratuidad en su uso”.

En este último aspecto el ejecutivo sostiene que para profundizar el desarrollo de la infraestructura de carga es necesario considerar que las empresas que realizan este tipo de implementaciones puedan compartir planes de instalación, “de tal manera de comenzar a dibujar un Plan Maestro de Electrocargadores a nivel nacional, y así desconcentrar sus ubicaciones en miras de imaginar el futuro”.

“Este debate debe ir de la mano con la forma de pago de los servicios de carga eléctrica, de tal manera que quien posee un vehículo eléctrico pueda utilizar el servicio en cualquier cargador que se lo permita y que no sea una sumatoria de sistemas de pago diferente lo que puede llevar a una ineficiencia del sistema”, asegura Núñez.

Alberto Escobar complementa lo anterior con la necesidad de “trabajar técnicamente en ampliar equipos de emergencia y equipamiento para el financiamiento seguro del transporte eléctrico. Para ello, es clave asegurar confiabilidad, seguridad y planificación de la infraestructura eléctrica deseada que influyan para un buen desarrollo de la movilidad eléctrica”.

Aspectos técnicos

El impulso de la electromovilidad en el país también ha generado una serie de desafíos y uno de ellos, es establecer estándares para evaluar la condición y duración esperada de las baterías de los autos eléctricos o darle transparencia y coherencia a la clasificación de los vehículos “enchufables”.

Según Matías Díaz, los temas pendientes en materia técnica dentro de la movilidad eléctrica tienen relación con incrementar la autonomía de los vehículos eléctricos, “además de la reducción de los tiempos de carga, generar infraestructura eléctrica, y mejorar la interoperabilidad de la tecnología”.

“La autonomía es determinada por la capacidad de almacenamiento de energía del vehículo eléctrico, y en este sentido, avances en tecnología de baterías (principalmente de ion-litio) y sistemas en base a hidrógeno jugarán un rol fundamental. Por otro lado, se debe avanzar en el desarrollo de supercargadores de potencias superiores a 250 kW para lograr tiempos de carga menores a los 20 minutos. Todo este avance, debe ser soportado por una infraestructura de distribución eléctrica que considere el incremento de la demanda, gestión inteligente de los flujos de potencia e incorporación de cargas bidireccionales”, subraya el académico de la Universidad de Santiago.

“De la misma forma, se debe iniciar el debate sobre la normativa aplicable a la canalización de ductos para la instalación de cargadores eléctricos en estacionamiento de edificios subterráneos en edificios comerciales y residenciales, desde el punto de vista de diseño constructivo y de los requerimientos eléctricos”, comenta Danilo Núñez.

Conclusiones

  • 2019 marcó el mayor crecimiento en el parque de vehículos eléctricos en el país, con la venta de cerca de 300 automóviles, lo que se suma a la incorporación de 283 buses y al aumento de la capacidad instalada en infraestructura de carga.
  • El sector público y privado trabajan en varias iniciativas para este año, a fin de profundizar el desarrollo de la electromovilidad, por lo que se espera contar con el primer marco regulatorio.
  • Los privados señalan la necesidad de establecer incentivos para incrementar el número de estos vehículos, así como extender la cantidad de cargadores en todas las regiones del país.
Informe: así evolucionará la eletromovilidad en 2020

Informe: así evolucionará la eletromovilidad en 2020

Consolidar la participación de los buses eléctricos en el transporte público, así como sentar las bases de la masificación de vehículos particulares de este tipo a través de incentivos, junto a la profundización de la infraestructura de carga y el estreno de la primera normativa, son los principales objetivos que tiene la electromovilidad en el país, de acuerdo con lo señalado a ElectroMov por parte de los actores del sector.

Y es que estas proyecciones se sustentan en los hitos registrados el año pasado, como la incorporación de buses, junto a la venta de 300 vehículos eléctricos e híbridos enchufables particulares, las operaciones de 39 taxis eléctricos y los 143 puntos de carga declarados ante la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), entre otros.

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Avances

El año pasado fue el mejor en términos cuantitativos para la electromovilidad en el país: en el transporte público, se incorporaron a RED (ex Transantiago) 283 buses eléctricos de las marcas chinas BYD y Yutong, con lo cual se llegó a un total de 386 de estas máquinas. Según datos del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, la flota eléctrica corresponde a un 6% del total de unidades del transporte público de la capital.

Los automóviles particulares, por su lado, obtuvieron su mejor registro. De acuerdo con los datos de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac)a noviembre de 2019 se anotaron 288 unidades eléctricas e híbridas enchufables comercializadas, superando lo hecho en 2018, cuando se vendieron 197 unidades.

A nivel de taxis eléctricos, la Subsecretaría de Transportes indicó que, a noviembre del año pasado se anotaron 39 taxis eléctricos, de los cuales 35 circulan en Santiago, mientras que hay dos registrados en la Región de Coyhaique y otros dos en la Región de Valparaíso.

Finalmente, la infraestructura de carga también mostró avances, al cerrar 2019 con 143 puntos de carga declarados a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC). De ellos, 112 son públicos y 31 privados, donde la Región Metropolitana concentra el 57% de las instalaciones, seguidas por la Región de Valparaíso (13%) y las regiones de Biobío y Los Lagos, que tienen con 5%.

Por otra parte, potencia total instalada de los cargadores públicos alcanza 4,2 MW, de los cuales 41 (37%) son de carga lenta (desde 3,5 kW y menos de 22 kW); 39 (35%) son de carga semi-rápida (desde 22 kW y menos de 50kW); 31 (28%) tienen carga rápida (desde 50 kW hasta 100 kW), y uno (1%) es de carga ultrarrápida (mayor a 100 kW), el cual se ubica en la Región Metropolitana.

Prioridades

Son varias las prioridades que mencionan los actores involucrados en la movilidad eléctrica en el país, quienes proyectan un positivo panorama en el corto plazo. El subsecretario de Energía, Francisco López, señala la meta de aumentar diez veces la cantidad de vehículos eléctricos en el país a 2022, “por lo que tenemos que generar las condiciones para que esto ocurra, incrementando la cantidad de cargadores no solo dentro de las ciudades, sino que en las carreteras, para que exista seguridad y capacidad para recibir estos vehículos y así realizar viajes interregionales”.

“Durante este año esperamos que todas las regiones tengan cargadores para vehículos en regiones y carreteras. En 2018 el sector privado se ha ido sumando, con las distribuidoras y las estaciones de servicio, por lo que es el inicio del cambio de paradigmas”, sostiene la autoridad.

La Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) también alista iniciativas en línea con las metas del Ministerio de Energía, como explica su director ejecutivo, Ignacio Santelices: “Estamos desarrollando una guía metodológica con los cinco pasos de la electromovilidad, enfocada en Municipios. También estamos viendo con los gobiernos regionales cómo avanzamos en poder electrificar los taxis colectivos, pues actualmente hay incentivos que no están aprovechados, porque no es un tema monetario, sino que hay aspectos de financiamiento, de seguros, mantenciones y de credibilidad y confianza en el vehículo eléctrico”.

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Para Danilo Núñez, director ejecutivo de Elmov, el desarrollo de la movilidad eléctrica de este año también estará marcado por el transporte público, “especialmente a partir de la nueva Licitación del sistema RED en Santiago, pero también por las primeras experiencias en líneas de buses eléctricos fuera de la capital y en zonas rurales”.

El especialista también destaca el inicio del debate normativo sobre la instalación de cargadores eléctricos, “al menos a nivel de canalización de ductos en estacionamientos de edificios residenciales, dando pie al irreversible proceso de masificación de la tecnología móvil”.

“Por otro lado, en el ámbito de la planificación, se comenzarán a realizar “hojas de rutas en electromovilidad” en diversas regiones del país, de tal manera que cada región comience a dibujar su sueño de ciudades electromóviles para el futuro, con características y requerimientos propios de cada localidad”, añade Nuñez.

Asumir el reto de descarbonizar el parque automotor, avanzando hacia tecnologías con cero emisiones, es parte de las perspectivas 2020 que aprecia Alberto Escobar, secretario general de la Agrupación de Movilidad Eléctrica de Chile (Amech).

“Para ello, se requiere con urgencia empezar a generar subsidios o exenciones de impuestos que permitan que esta tecnología sea accesible a la sociedad civil, lo que no sólo significa bajar las barreras de introducción de vehículos cero emisiones, sino que se debe tener una visión más amplia y crear estímulos proporcionales a los niveles de emisión”, precisa.

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A juicio del ejecutivo, “se hace indispensable ir adoptando beneficios públicos y privados que permitan a los usuarios optar por estos vehículos, como circular en vías menos congestionadas o poder estacionarse gratuitamente en la ciudad, tal como se ha hecho con éxito en España”.

La ampliación de la infraestructura de carga de vehículos eléctrico es otro eje, según menciona Matías Díaz, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago: “Actualmente, existen diversos proyectos en marcha, como la instalación de 1.200 puntos adicionales de carga por parte de Enel X, o la actualización de la plataforma EcoCarga del Ministerio de Energía, que deberían aportar a estos objetivos”.

“Prontamente deberíamos contar con un proyecto de ley de eficiencia energética que permita fijar estándares para vehículos eléctricos nuevos, además de definir estándares de interoperabilidad y definición de características para estaciones de carga y cargadores”, agrega el académico.

Esto es compartido por Santiago Marín, director del Área de Escuelas Ingeniería, Construcción y Recursos Naturales de Duoc UC, pues “la prioridad es seguir aumentando la infraestructura de carga y crear incentivos a las compras de autos eléctricos, mediante beneficios tributarios para disminuir la brecha de precios entre autos convencionales y eléctricos, ya que estos todavía tienen valores elevados”.

“Hay que seguir avanzando en el tema regulatorio, en el sentido de que los sistemas de carga estén certificados por la SEC, sobre todo si va a haber carga en los domicilios, además de contar con una certificación en el manejo de las emergencia, como cuando un auto eléctrico se va involucrado en siniestros, ya que características distintas”, afirma.

Incentivos

La mayor presencia de vehículos eléctricos en circulación, con el crecimiento de la infraestructura de carga, aún está lejos de la masificación, por lo que los especialistas señalan que el incremento de esta tecnología está sujeto a la evolución de los precios, además de la definición de incentivos para profundizar el avance de la electromovilidad.

Alberto Escobar asegura que cada año el precio de los automóviles eléctricos “está bajando y el valor de las baterías está reduciéndose a una tasa de 8% anual. En diez años o antes, la diferencia en el precio entre un auto de este tipo y uno convencional va a ser muy baja”.

En esto concuerda Ignacio Santelices, quien proyecta que los precios de automóviles particulares deberían seguir bajando entre 2022 y 2025, por lo que plantea la importancia de ir despejando las barreras que hay en torno a la electromovilidad dentro del país.

“Por eso es tan importante mostrar la tecnología, trabajar con proveedores, tener gente capacitada para la mantención de los vehículos, y avanzar en normas claras que generen buenos incentivos. Así que esperamos que de aquí a cinco años más la decisión normal de una persona sea comprar un vehículo eléctrico”, añade.

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Para Danilo Núñez, el comportamiento del mercado de vehículos eléctricos debe estar influenciado por el mayor acceso a la tecnología, a medida que disminuyan los precios, junto a la generación de incentivos, los cuales –explica- pueden estar asociados “a la primera compra de un vehículo eléctrico, entre los cuales destacan la exención de impuesto de compra, disminución de impuesto de circulación, subsidio en la compra, reducción en el precio de la electricidad y descuentos de seguros”.

Matías Díaz señala que, en base a la experiencia internacional, se deben generar “instrumentos tangibles” para fomentar un ecosistema de vehículos eléctricos, como “reducción a los permisos de circulación de los vehículos eléctricos, la prohibición gradual de la venta de vehículos con combustión interna, el uso de vías exclusivas para estos vehículos”.

“Finalmente, un tema muy importante para el país es definir una política de incentivo y promoción para desarrollar industria nacional en el tema. Considerando los recursos naturales del país, como lo son el cobre y el litio, se debería considerar una fuerte inversión y apoyo al desarrollo de tecnologías que nos permitan desarrollar baterías de litio, motores eléctricos, inversores y cargadores para vehículos eléctricos”, agrega el académico.

A juicio de Danilo Núñez, otros beneficios para los usuarios pueden ser “la rebaja en el pago de estacionamiento, la exención de límites de peso, rebaja de peajes en carreteras y transbordadores estatales, además de la instalación de infraestructura de carga con fondos públicos y gratuidad en su uso”.

En este último aspecto el ejecutivo sostiene que para profundizar el desarrollo de la infraestructura de carga es necesario considerar que las empresas que realizan este tipo de implementaciones puedan compartir planes de instalación, “de tal manera de comenzar a dibujar un Plan Maestro de Electrocargadores a nivel nacional, y así desconcentrar sus ubicaciones en miras de imaginar el futuro”.

“Este debate debe ir de la mano con la forma de pago de los servicios de carga eléctrica, de tal manera que quien posee un vehículo eléctrico pueda utilizar el servicio en cualquier cargador que se lo permita y que no sea una sumatoria de sistemas de pago diferente lo que puede llevar a una ineficiencia del sistema”, asegura Núñez.

Alberto Escobar complementa lo anterior con la necesidad de “trabajar técnicamente en ampliar equipos de emergencia y equipamiento para el financiamiento seguro del transporte eléctrico. Para ello, es clave asegurar confiabilidad, seguridad y planificación de la infraestructura eléctrica deseada que influyan para un buen desarrollo de la movilidad eléctrica”.

Aspectos técnicos

El impulso de la electromovilidad en el país también ha generado una serie de desafíos y uno de ellos, es establecer estándares para evaluar la condición y duración esperada de las baterías de los autos eléctricos o darle transparencia y coherencia a la clasificación de los vehículos “enchufables”.

Según Matías Díaz, los temas pendientes en materia técnica dentro de la movilidad eléctrica tienen relación con incrementar la autonomía de los vehículos eléctricos, “además de la reducción de los tiempos de carga, generar infraestructura eléctrica, y mejorar la interoperabilidad de la tecnología”.

“La autonomía es determinada por la capacidad de almacenamiento de energía del vehículo eléctrico, y en este sentido, avances en tecnología de baterías (principalmente de ion-litio) y sistemas en base a hidrógeno jugarán un rol fundamental. Por otro lado, se debe avanzar en el desarrollo de supercargadores de potencias superiores a 250 kW para lograr tiempos de carga menores a los 20 minutos. Todo este avance, debe ser soportado por una infraestructura de distribución eléctrica que considere el incremento de la demanda, gestión inteligente de los flujos de potencia e incorporación de cargas bidireccionales”, subraya el académico de la Universidad de Santiago.

“De la misma forma, se debe iniciar el debate sobre la normativa aplicable a la canalización de ductos para la instalación de cargadores eléctricos en estacionamiento de edificios subterráneos en edificios comerciales y residenciales, desde el punto de vista de diseño constructivo y de los requerimientos eléctricos”, comenta Danilo Núñez.

Conclusiones

  • 2019 marcó el mayor crecimiento en el parque de vehículos eléctricos en el país, con la venta de cerca de 300 automóviles, lo que se suma a la incorporación de 283 buses y al aumento de la capacidad instalada en infraestructura de carga.
  • El sector público y privado trabajan en varias iniciativas para este año, a fin de profundizar el desarrollo de la electromovilidad, por lo que se espera contar con el primer marco regulatorio.
  • Los privados señalan la necesidad de establecer incentivos para incrementar el número de estos vehículos, así como extender la cantidad de cargadores en todas las regiones del país.

[+ VIDEO] CEO de ABB: «Chile ganará a largo plazo en el desarrollo de la electromovilidad»

El presidente y director general interino de ABB, Peter Voser (al centro, en la foto), afirmó que Chile tendrá un rol primordial en el desarrollo de la electromovilidad a nivel internacional, debido a la disponibilidad de recursos que tiene para el impulso de esta tecnología, especialmente con el cobre y el litio, además de las actuales tasas de demanda que se registran en el mercado local, con el ingreso de vehículos eléctrico e infraestructura de carga.

El máximo ejecutivo de la empresa llegó al país en el marco de la carrera de Fórmula E que se corre en Santiago este sábado, por tercera vez consecutiva, señalando que «Chile puede jugar un rol fundamental en la movilidad eléctrica, lo cual fue reafirmado por el country manager de ABB en Chile, Marcelo Schumacker, quien destacó los avances que se registran en esta materia.

Schumacker resaltó lo realizado por la empresa en los últimos años, como los 1.000 kilómetros conectados en estaciones de carga de vehículos eléctricos, entre las ciudades de La Serena (Región de Coquimbo) y Los Ángeles (Región del Biobío), junto a otros 300 kilómetros de la Ruta del Cobre entre Antofagasta y Calama, además de la instalación de 19 electrolineras y otros 20 cargadores ABB, de los cuales 1 es de carga ultra rápida.

El ejecutivo también mencionó la capacitación de 600 alumnos en electromovilidad por parte de la ABB University que tiene la empresa en Santiago.

[LEA TAMBIÉN: ABB y Porsche, nueva alianza para la electromovilidad]

Fórmula E

Peter Voser también destacó el aporte de la competencia de la Fórmula E «para testear las últimas tecnologías en el ambiente de la electromovilidad», entre las cuales mencionó el cargador rápido que puede cargar un vehículo en cuatro minutos, para una autonomía de 100 kilómetros, agregando que este rendimiento funciona con mayor eficiencia en los 4.000 kilómetros de la carretera norte-sur que tiene Chile.

Además mencionó los avances en el rendimiento de las baterías de vehículos, cuya tecnología se instala primeramente en los automóviles de la Fórmula E. «Esta es nuestra contribución al desarrollo de esta competencia y la próxima generación de autos tendrán una mayor capacidad eléctrica», añadió.

«Estamos trabajando en esta tecnología y con Porsche estamos haciendo las pruebas, para ver dónde ellos quieren ir con los estándares, mientras que ABB trabaja con los fabricantes de baterías», explicó.

«La semana pasado firmamos un acuerdo con Volvo para el diseño de los nuevos camiones sean eléctricos», sostuvo.

El ejecutivo afirmó que Chile es un mercado relevante para ABB en el sector energético, pues existe una visión de largo plazo para seguir invirtiendo, recordando que este año la empresa cumple 65 años de presencia en el mercado local.

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El presidente y director general interino de ABB, Peter Voser (al centro, en la foto), afirmó que Chile tendrá un rol primordial en el desarrollo de la electromovilidad a nivel internacional, debido a la disponibilidad de recursos que tiene para el impulso de esta tecnología, especialmente con el cobre y el litio, además de las actuales tasas de demanda que se registran en el mercado local, con el ingreso de vehículos eléctrico e infraestructura de carga.

El máximo ejecutivo de la empresa llegó al país en el marco de la carrera de Fórmula E que se corre en Santiago este sábado, por tercera vez consecutiva, señalando que «Chile puede jugar un rol fundamental en la movilidad eléctrica, lo cual fue reafirmado por el country manager de ABB en Chile, Marcelo Schumacker, quien destacó los avances que se registran en esta materia.

Schumacker resaltó lo realizado por la empresa en los últimos años, como los 1.000 kilómetros conectados en estaciones de carga de vehículos eléctricos, entre las ciudades de La Serena (Región de Coquimbo) y Los Ángeles (Región del Biobío), junto a otros 300 kilómetros de la Ruta del Cobre entre Antofagasta y Calama, además de la instalación de 19 electrolineras y otros 20 cargadores ABB, de los cuales 1 es de carga ultra rápida.

El ejecutivo también mencionó la capacitación de 600 alumnos en electromovilidad por parte de la ABB University que tiene la empresa en Santiago.

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Fórmula E

Peter Voser también destacó el aporte de la competencia de la Fórmula E «para testear las últimas tecnologías en el ambiente de la electromovilidad», entre las cuales mencionó el cargador rápido que puede cargar un vehículo en cuatro minutos, para una autonomía de 100 kilómetros, agregando que este rendimiento funciona con mayor eficiencia en los 4.000 kilómetros de la carretera norte-sur que tiene Chile.

Además mencionó los avances en el rendimiento de las baterías de vehículos, cuya tecnología se instala primeramente en los automóviles de la Fórmula E. «Esta es nuestra contribución al desarrollo de esta competencia y la próxima generación de autos tendrán una mayor capacidad eléctrica», añadió.

«Estamos trabajando en esta tecnología y con Porsche estamos haciendo las pruebas, para ver dónde ellos quieren ir con los estándares, mientras que ABB trabaja con los fabricantes de baterías», explicó.

«La semana pasado firmamos un acuerdo con Volvo para el diseño de los nuevos camiones sean eléctricos», sostuvo.

El ejecutivo afirmó que Chile es un mercado relevante para ABB en el sector energético, pues existe una visión de largo plazo para seguir invirtiendo, recordando que este año la empresa cumple 65 años de presencia en el mercado local.