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Pandemia: oportunidades para la demanda eléctrica

Los efectos de la menor actividad por el confinamiento están manifestándose con mayor claridad, por lo que es necesario encontrar nuevos acuerdos para tratar de salir de la actual situación.

Tras este primer semestre de pandemia, nuevos datos sobre la demanda eléctrica en el país han salido a la luz y han entregado un panorama más claro respecto de los futuros escenarios que se vienen para la industria energética nacional y los cambios de prioridades dentro de su quehacer.

Algunos de los principales actores del sector eléctrico local ya han dado a conocer el comportamiento de la demanda en este periodo de cuarentenas, donde los efectos de la menor actividad por el confinamiento están manifestándose con mayor claridad.

El Coordinador Eléctrico Nacional registró una caída promedio de -4,6% entre marzo y julio, lo que fue comentado por el presidente del Consejo Directivo del organismo, Juan Carlos Olmedo, como una de las mayores disminuciones anotadas desde mediados de la década de los noventa del siglo pasado.

Systep también abordó este tema, anotando una merma de 281 GWh en la demanda entre abril y junio, mientras que la Región Metropolitana sufrió una baja de 10,1%, en el mismo periodo, debido a la cuarentena total que ha afectado a la zona.

Ambos análisis han hecho hincapié en la relación del crecimiento económico y la demanda eléctrica, señalando –en el caso de Systep- una caída del PIB entre 4,5% y 7,5% para este año, para comenzar una recuperación a partir de 2021. Esta tendencia ha sido confirmada con el informe preliminar de la CNE sobre las licitaciones de suministro 2020, donde se concluye la no necesidad de realizar licitaciones para clientes regulados hasta 2025, pues los excedentes de energía superan con creces a los déficits que se presentan en los próximos cinco años, lo que también se relaciona con la menor demanda eléctrica proyectada por el organismo regulador.

La pandemia profundizó esta realidad, iniciada con el estallido social de octubre del año pasado, aunque lo relevante es ver cómo los actores de la industria (autoridades, gremios, empresas y especialistas) pueden encontrar una salida a la actual situación, con los respectivos ajustes que se deben tomar en el corto plazo.

Para Systep, la Ley Larga de Distribución es una oportunidad de encontrar una eventual salida a la situación actual, pues sus análisis advierten una capacidad instalada disponible, con los actuales costos de operación, para sustentar un aumento de la producción, siempre y cuando se encuentren mecanismos para que los bajos costos operacionales sean percibidos por los clientes finales.

Justamente, la relación entre la oferta y la demanda dentro del sistema eléctrico jugará un rol clave para la recuperación post pandemia, por lo que es primordial que sigan abiertos los canales de comunicación entre las autoridades y los actores del sector (y entre ellos mismos también), para avanzar a otro escenario.