El 25 de febrero, un apagón masivo afectó a miles de hogares en Chile, dejando sin suministro eléctrico a regiones desde Arica hasta Los Lagos. Este evento crítico ocurrió debido a la desconexión simultánea de dos circuitos en la línea de transmisión de 500 kV entre Pan de Azúcar y Polpaico, lo que provocó un desbalance energético de aproximadamente 2 GW. La interrupción generó una caída abrupta en la frecuencia del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), desencadenando una reacción en cadena que culminó con el colapso total del suministro eléctrico en gran parte del país.
Investigadoras del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica entregan sus percepciones al respecto:
La Dra. Claudia Rahmann, investigadora del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) y académica de la Universidad de Chile, explicó con detalle lo sucedido: «Concretamente, se produjo la desconexión simultánea de los dos circuitos de la línea, lo que provocó un desbalance intempestivo de energía de cerca de 2 GW (con un flujo de norte a sur), generando una caída abrupta de la frecuencia del sistema y con ello, una perturbación que se propagó a lo largo de todo el Sistema Eléctrico Nacional, desde Arica hasta la Región de Los Lagos, provocando la pérdida total de los consumos. La respuesta de los automatismos no logró evitar la propagación de la falla – reacción en cadena que llevó a un apagón total».
La importancia del almacenamiento de energía
Para evitar futuros apagones de esta magnitud, expertas del AC3N destacan la importancia de contar con sistemas de almacenamiento de energía que permitan respaldar la red eléctrica en momentos de crisis.
«Chile tiene la capacidad de producir energía solar y eólica en grandes cantidades, pero no lo hacemos, porque no tenemos donde guardarla. Estos sistemas nos permitirían contar con un respaldo suficiente para escenarios como terremotos, explosiones u otros, y con ello mejorar la gestión de las eléctricas nacionales del futuro y hacer realidad la transición energética en Chile», comentó la investigadora Rahmann.
El almacenamiento energético permitiría absorber la energía generada en exceso durante el día y utilizarla en caso de fallas en la red, mejorando la estabilidad del sistema.
Un protocolo de recuperación más eficiente
La reposición del suministro eléctrico también generó cuestionamientos, ya que el proceso fue más lento de lo esperado.
«Si bien el plan o protocolo para estos casos está recientemente actualizado, no contempla los tiempos totales requeridos y estándares asociados, lo que explicaría además la descoordinación en la reposición parcial del suministro eléctrico», afirmó la Dra. Rahmann.
En tanto, la Dra. Margarita Norambuena, investigadora del AC3E y académica de la Universidad Técnica Federico Santa María, utilizó una analogía para explicar lo ocurrido, diciendo que «esto fue lo que ocurrió con el sistema de respaldo de Chile, el cual se utiliza para mantener el suministro eléctrico en casos de cortes de luz. El problema es que aumentarlo es costoso y hacer esa inversión para apagones que suceden escasamente en nuestro país, no es rentable».
¿Qué se necesita para evitar nuevos apagones?
Además de contar con sistemas de almacenamiento de energía, se deben mejorar los mecanismos de monitoreo de señales de control para evitar la activación innecesaria de protecciones en la red.
Este apagón ha reabierto el debate sobre la necesidad de fortalecer la infraestructura eléctrica del país, considerando la creciente incorporación de energías renovables y la importancia de garantizar un sistema resiliente y eficiente.