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La incertidumbre que recae sobre la recepción de obras de centrales hidroeléctricas

Jun 30, 2020

El artículo 61 del Reglamento de Obras Mayores, no solo generó un problema práctico enorme para muchas centrales que se encontraban operando, sino que desconoció completamente la realidad de las generadoras hidro en las últimas décadas.

Ya es hora de frenar la incertidumbre que sufren gran parte de los proyectos de generación hidroeléctrica respecto a si es o no posible operar sus centrales sin haber obtenido la recepción de sus obras hidráulicas por parte de la Dirección General de Aguas (DGA).

La duda se origina en 2015 con la entrada en vigencia del Reglamento de Obras Mayores, cuyo artículo 61 condiciona la operación de las obras mayores de una central a la recepción de las mismas por parte de la DGA. Dicha norma no solo generó un problema práctico enorme para muchas centrales que se encontraban operando, sino que desconoció completamente la realidad de las generadoras hidro en las últimas décadas.

Las interrogantes no pararon desde entonces. ¿Es la recepción de las obras un requisito para la operación de una central hidroeléctrica? ¿Tiene facultades la DGA (y/u otros organismos, administrativos o judiciales) para paralizar la operación de centrales construidas por el solo hecho de no contar con la recepción de sus obras?

Fue la propia DGA quien hizo un llamado a la calma al afirmar la improcedencia legal de paralizar obras por estas razones, en una serie de procedimientos judiciales y pronunciamientos administrativos (Circular Nº 1/2016 y Nº 1/2018). Dicha tesis fue incluso refrendada por la Contraloría General de la República (Dictamen Nº 12.758/2018). Sin embargo, un criterio distinto ha sostenido la tercera sala de la Corte Suprema en fallos recientes, suspendiendo la operación de centrales que se encontraban en funcionamiento por no contar estas con sus obras recibidas.

Ha llegado el momento de que la autoridad se haga cargo de esta materia y realice los cambios regulatorios que se requieren para darle tranquilidad al sector, como podría ser una fuerte inyección de recursos a la DGA para agilizar la revisión técnica de los antecedentes y la recepción de obras de centrales en trámite, o incluso la modificación del Código de Aguas en el sentido de aclarar el procedimiento de aprobación de construcción y recepción de obras mayores. El primero de dicho cambios, según se nos ha informado, ya estaría en curso y se refiere a la modificación del ROM que lleva adelante la DGA, y que buscaría permitir el funcionamiento de centrales construidas mediante la recepción condicional de sus obras, bajo estrictas medidas de seguridad, monitoreo e información a la autoridad. La situación contraria mantendrá la fuerte incertidumbre en la industria hidroenergética del país.

Sebastián Del Campo, socio de Lawgic Abogados

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